Coronavirus y embarazo: ¿Puede una madre transmitir el virus al bebé que está en el vientre?

Embarazo

En el último mes, reportes de casos en Estados Unidos y Francia, están sumando información y conocimiento sobre el nuevo virus Sars-CoV-2.


Se han descritos pocos casos pero existen. Si bien hasta ahora se había dicho que las mujeres embarazadas que son positivas a Covid-19 pueden dar a luz a bebés que son negativos al virus si se mantienen todas las medidas prevención que eviten el contacto directo entre ellos tras el parto y hasta que la mujer pase su periodo de contagio, lo cierto es que hoy este tipo de transmisión está en duda.

Un informe descriptivo publicado en ResearchGate, da cuenta de un caso en Francia de una mujer de 23 años, contagiada con Covid-19 que dio a luz en el Hospital Universitario Paris Saclay. Ella presentaba alta temperatura y tos persistente. El pequeño nació con 35 semanas de gestación y debió ser asistido inmediatamente tras el parto por manifestaciones neurológicas similares a las que se han visto en adultos con esta enfermedad. Según este reporte de caso, la placenta estaba claramente inflamada y tras ser sometido el tejido a un test PCR fue positivo lo que indica un traspaso del virus a través de la placenta, al niño.

A comienzos de mayo, otro caso fue presentado por investigadores de la U. de Yale, en Estados Unidos. Se trata de una mujer embarazada que de un momento a otro presentó preeclampsia y en la que también encontraron el virus en tejido placentario.

A juicio de Sergio De La Fuente, gineco obstetra y especialista en Medicina Materno Fetal del Centro de Vigilancia Materno Fetal (CEVIM) de Clínica Las Condes, señala que en esta pandemia la “transmisión vertical ha sido largamente discutida en relación a Covid-19.

“En un principio se decía que no era posible, pero con el tiempo se ha podido detectar, en muy pocos casos, virus en el líquido amniótico y la placenta. Aparentemente, es más prevalente en madres que han hecho un cuadro más grave y con gran diseminación viral en su sangre (viremia). Por el momento, al no haber un tratamiento antiviral efectivo, no es posible evitar el pasaje transplacentario del virus” señala el especialista.

Enrique Oyarzún, gíneco-obstetra Clínica Universidad de los Andes, destaca que los casos que se han conocido son nuevos y no tienen más de un mes. “Antes de esto se decía que no había transmisión del virus desde la madre al feto en el útero. Pero demostró. Hasta ahora sabemos que no ocurre en todos los casos, que sería alrededor del 1% de los embarazos y en casos de madres que se complicaron con la enfermedad”.

Por lo mismo, este especialista, hace un llamado a la calma: “No es un evento raro o inesperado. El sistema inmunitario de la mujer embarazada está más deprimido y es más susceptible a infecciones. Además, cualquier cosa que le ocurra a la madre, puede también afectar el niño en el útero”, indica Oyarzún.

No existe evidencia contundente de la transmisión vertical del virus, pero si hay reportes de casos por los que podemos sospechar que sí existe porque en la placenta se ha encontrado el virus y también en unas células específicas. No es algo certero, pero lo más probable es que sí exista transmisión vertical”, dice Magdalena Honorato, gineco obstetra de Clínica Alemana.

Respecto de la lactancia de una madre contagiada, no existe evidencia de contagio a través de esta vía. “La lactancia materna es segura en estos casos y trasmite anticuerpos que ayudan a prevenir la infección del niño”, dice el ginecólogo de Clínica Las Condes.

Para Rafael Valdés, ginecólogo de Clínica Santa María, lo que hasta ahora se informado son casos anecdóticos, pero advierte que constantemente se está revisando y evaluando nuevas medidas. “Se trata de un virus nuevo, que se está estudiando, pero no creo que en este minuto se pueda hablar de transmisión vertical. Siempre queda la duda de si ese niño se pudo haber contagiado a través del ambiente después del nacimiento”, indica el especialista.

Sebastián Illanes, ginecólogo obstetra de Clínica Dávila, dice que hasta el día de hoy no hay evidencia concluyente de la transmisión vertical de este virus. “La co-expresión del receptor ACE-2 y la proteasa TMPRSS2, que son requeridas para que el SARS-CoV-2 entre a las células, están ausentes en las células placentarias en la superficie materno-fetal, y esta es la razón más plausible de que la infección transplacentaria no se haya demostrado de manera concluyente”, indica. Por lo que, a su juicio, la transmisión vertical no ocurre en el embarazo, pero advierte que el concepto se debe seguir revisando en el futuro cercano cuando se realicen “estudios sistemáticos, inmunológicos e histológicos de placentas de embarazos de COVID-19, o la confirmación sin lugar a dudas del aislamiento viral de sangre o tejido fetal”.

Para evitar el contagio

El especialista de Clínica Las Condes explica los protocolos que siguen son muy efectivos a la hora de evitar el contagio del recién nacido. “En primer lugar se toma una encuesta epidemiológica a todas las madres que llegan en trabajo de parto o cesáreas electivas y se toma PCR en los casos de riesgo. Luego del nacimiento se ofrece medidas de protección al recién nacido que incluyen la separación a más de 1,5 mt de distancia en la habitación, uso de mascarilla y lavado de manos durante la lactancia. En esos casos se autoriza un acompañante COVID (-), no contacto estrecho, para ayudar con la guagua. Si la paciente no cuenta con este recurso se ofrece separar al RN y llevar a la pieza solo para alimentar (con las respectivas medidas de protección)”, indica De La Fuente.

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En Clínica Alemana, se toma la PCR a todos los niños recién nacidos. Si ese test es negativo igual que el de la madre se tratan como pacientes sanos. Si el menor tiene sintomatología o tiene alto riesgo por la historia familiar se toma nuevamente un test PCR a las 72 horas. “Estamos también muestras de placenta y cordón umbilical para buscar la presencia del virus”, adelanta la doctora Honorato.

Según explica Valdés, en el caso de que la madre esté contagiada pero sin síntoma o con síntomas leves, el bebé puede permanecer en la misma sala pero con una distancia aproximada de dos metros pero sí puede amamantar con mascarillas y tras un lavado de manos. El parto, puede ser natural o cesárea. “El parto vaginal no está contraindicado, salvo que la paciente sea positiva y esté con síntomas moderados o graves, con dificultad respiratoria”, aclara.

En Clínica Dávila, señala Illanes, se intenta tomar un test PCR, unos días antes del parto de manera que cuando inicie trabajo de parto ya tengan el resultado. “La razón de esto es proteger al equipo de salud del riesgo de contagio e identificar a todas las pacientes Covid-19 positivo. Estudios realizados en nuestra clínica Dávila, muestran que un porcentaje de las pacientes en trabajo de parto será positvo de manera asintomática o con síntomas leves que pueden ser enmascarados por síntomas propios del embarazo, y por lo tanto no ser identificadas como Covid positivo si no se hiciera el examen de manera universal. El identificar pacientes como positivas o negativas para Covid-19 permite adecuar el manejo del parto y del puerperio, y la necesidad de hacer PCR a los niños. En caso de madres negativas no se hace PCR y se manejan de manera habitual. En el caso de ser positivo hay que hacerle estudio al recién nacido”, detalla.

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