Coronavirus y otra indeseable conexión: pandemia está ayudando al aumento de las superbacterias
En una inexplicable conexión por ahora, muchos pacientes de Covid 19 están muriendo de infecciones. Los científicos y médicos temen que la pandemia esté haciendo más poderosas aún a las bacterias.
Si bien el esfuerzo a nivel mundial es por encontrar lo antes posible una vacuna que pueda detener al coronavirus, nuevos factores de riesgo asociado a la pandemia están surgiendo. Algunas investigaciones han alertado la posibilidad de que aumenten las denominadas superbacterias (bacterias que son resistentes a la mayoría de los antibióticos).
Cada vez más evidencia sugiere que un gran número de pacientes con Covid-19 están siendo diagnosticados con infecciones secundarias mientras están hispitalizados. Lo que aún no se sabe, son las razones específicas de estas infecciones, pero hay indicios de que entre los gérmenes que causan estas infecciones secundarias, hay bacterias resistentes a múltiples fármacos.
Estas infecciones secundarias parecen tener un impacto en la supervivencia del paciente. Con datos obtenidos de casos en Wuhan, científicos han alertado que la mitad de todos los pacientes con Covid-19 que murieron en esa ciudad tenían una infección secundaria. Esto se debe a que muchas de estas bacterias asociadas al hospital están específicamente adaptadas para establecer infecciones en personas con un sistema inmunitario debilitado.
La resistencia a los antibióticos es considerada como una amenaza real. Según un reciente estudio, el 91% de las personas recibirá algún tipo de antibiótico durante su vida, a lo que se suma que actualmente se utilizan muchos antibióticos para detener el Covid-19 y el hecho de que las bacterias han desarrollado resistencia a éstos.
Muchos enfermos han contraído infecciones asociadas a bacterias, y éstas se han hecho más fuertes. Juan Carlos Velasquez, doctor en Biotecnología y académico de la Universidad Andrés Bello, señala que los estudios iniciales en pacientes con Covid-19, que han sido ingresados a tratamiento en los distintos centros hospitalarios, demuestran que han presentado infecciones secundarias por bacterias.
“Hasta el 70% y 90% de estos pacientes, han tenido tratamiento con uno o más antibióticos. La historia nos muestra que en otras pandemias, como la gripe española (1918), muchas muertes se produjeron por infecciones secundarias bacterianas, más que por el mismo virus”, explica el académico.
Claudia Ibacache, doctora en Microbiólogia y académica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valparaíso, establece que los pacientes con infecciones respiratorias de tipo viral son propensos a sufrir de manera concomitante infecciones bacterianas. “Uno de los mayores problemas de salud pública a nivel mundial actualmente es la resistencia a antibióticos que presentan las bacterias, incluidas aquellas que producen infecciones respiratorias. Debido a la resistencia es que el tratamiento farmacológico de estas patologías es cada vez más complejo”.
Dice que por eso es de suma importancia que los pacientes no se automediquen, ni consuman antibióticos a menos que los prescriba un médico. "Los antibióticos no sirven para el tratamiento de infecciones virales”, enfatiza Ibacache.
Pese a la actual situación, Ricardo Espinoza, infectólogo de Clínica Las Condes, señala que resistencia de las bacterias es un problema de larga data, especialmente en las unidades de intensivo. “Las bacterias son cada vez más resistentes, lo cual va generando nuevas formas de destruir los antibióticos. Es una tendencia que no está exclusivamente asociada al coronavirus, lo hemos visto asociado al amplio uso de antibióticos”, señala Espinoza.
Antibióticos: Un problema mundial
“Si uno ve los esquemas de tratamiento en Italia, todos los pacientes reciben antivirales y también antibióticos, aún sabiendo que el coronavirus es una infección viral”, explica Espinoza.
Pese que existen procedimientos estandarizados para una dosis y tratamiento adecuado, "así como estamos conociendo recién al virus, también estamos tratando de entender mejor el uso de los antibióticos en pacientes con Covid-19. Tanto es así, que organismos gubernamentales de Estados Unidos, acaban de comenzar estudios para rastrear el uso de los antibióticos y la tasa de infecciones secundarias en pacientes Covid-19. Por tanto, aún debemos esperar para saber el real impacto de los antibióticos en la resistencia de las bacterias en esta nueva pandemia”, añade Velasquez.
Ibacache señala que el problema de la resistencia a antibióticos es uno de los mayores problemas de salud pública a nivel mundial. Y eso tiene especial importancia en los patógenos que afectan al hombre, ya que hacen que las terapias que están disponibles no siempre sean efectivas para el tratamiento de las enfermedades infecciosas.
“Adicionalmente, hoy en día se sabe que las bacterias que son parte del ambiente hospitalario presentan, en su mayoría, resistencia a múltiples antibióticos, agravando el problema”, explica Ibacache.
La resistencia de las bacterias a los antibióticos siempre ha existido. "El problema es que una vez que fueron descubiertas y utilizadas por el hombre para combatir distintas infecciones bacterianas, comenzaron a aparecer más rápidamente bacterias resistentes a ellos. Un ejemplo claro de esta situación es la aparición de resistencia de bacterias a la penicilina, detectado dos años después que el hombre comenzara a utilizarlos como antimicrobiano”, explica Velasquez.
El académico de la Unab, señala que “una forma en que las bacterias pueden adquirir resistencia es por mutaciones espontáneas en genes constitutivos de las bacterias. Por ejemplo, la penicilina actúa sobre enzimas importantes de la bacteria, produciendo su muerte. Sin embargo, la bacteria se ha defendido mutando el gen que codifica estas enzimas. Por tanto, se produce una enzima distinta, que no es reconocida por el antibiótico”.
Hay que recordar que la OMS, antes de la aparición del coronavirus, tenía como el principal problema sanitario a nivel mundial, la resistencia de las bacterias a los antibióticos. “Se estima que para el 2050 la mayoría de los antibióticos que utilizamos actualmente, no serían útiles para controlar las enfermedades bacterianas”, establece Velasquez.
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