Corticoides, plasma, uso de mascarillas: ¿hay menos probabilidades de morir por coronavirus hoy?
En nueve meses de pandemia médicos, sistema de salud y pacientes han aprendido lo suficiente como para evitar algunas muertes y agravamiento del estado de salud producto del Covid-19.
Los nueve meses que llevamos de pandemia no han pasado en vano. Desde que apareció el virus Sars-CoV-2, en diciembre del año pasado, los médicos y el sistema de salud en general tienen más conocimiento acerca de la enfermedad que produce el nuevo coronavirus por lo que los especialistas coinciden en que con el tiempo, la mortalidad irá disminuyendo, tal como ya está ocurriendo hoy.
Javier Tinoco, infectólogo Clínica Universidad de los Andes, señala que cuando se conoce mejor el cuadro clínico y los tratamiento que son más efectivos, la evolución natural de la enfermedad es a la baja. “Hoy vemos una diferencia respecto de lo que ocurría en mayo o junio, el manejo de la enfermedad ha permitido iniciar tratamientos de manera más precoz. También ayuda que las personas conozcan más y consulten en forma más precoz. Eso ayuda al diagnóstico más oportuno y también a iniciar el tratamiento antes”, señala Tinoco.
Luis Herrada, urgenciólogo de Clínica Las Condes, concuerda en que la mortalidad irá bajando y señala que desde el punto de vista de las terapias y desde la gestión, se ha aprendido mucho. “Los equipos también están más entrenados en la atención de coronavirus, sabemos de qué terapias se benefician más los pacientes”.
Leonardo Siri, infectólogo de Clínica Vespucio, señala que lo más importante en una potencial segunda ola es que la velocidad de los contagios no supere la capacidad instalada de los servicios de urgencia y unidades de intensivo para hacer frente a la demanda. “Por ejemplo, en la realidad española actual, si bien los contagios han sido mayores que la primera ola, la curva de mortalidad está mucho menos pronunciada, probablemente porque el manejo es mejor, pero también porque los contagios han sido predominantemente en gente joven”.
En cuanto al tratamiento de soporte que hoy se entrega a los pacientes, los especialistas coinciden en que la posición prono y el uso de la cánula de alto flujo (que evita que un porcentaje de pacientes llegue a necesitar ventilación mecánica invasiva) han sido de gran ayuda entre los pacientes que han sido hospitalizados. Desde lo farmacológico, todos destacan el uso temprano de corticoides, anticoagulantes y plasma fresco.
Roberto Olivares, jefe de Infectología de Clínica Dávila, señala que “para los pacientes más graves, la ventilación mecánica en prono también ha sido una herramienta de manejo importante y, por último, lo que ha demostrado disminuir la mortalidad en estos pacientes es el uso de corticoides, que al principio de la pandemia no se usaba y ahora se indica en todos los pacientes con un cuadro severo”.
“Otro aspecto importante es que sabemos que esta enfermedad induce un estado protrombótico, los pacientes forman trombos o coágulos en sus vasos sanguíneos, y uno de los pilares del manejo es utilizar fármacos profilácticos que previenen la formación de estos coágulos”, explica Olivares.
Olivares también desataca que, al parecer y de acuerdo a lo que se ha planteado en los últimos estudios, el uso de mascarilla por un lado protege de la infección, “pero si llegas a contagiarte, la carga viral o la exposición al virus probablemente sea menor (una especie de segundo efecto protector asociado a la mascarilla) y, por lo tanto, al contagiarse con una carga viral menor el cuadro clínico va a ser o asintomático o más leve”.
“Respecto de los tratamientos sabemos hoy que la hidroxicloroquina no sirve para el tratamiento de Covid, pero sí el uso de corticoides de manera precoz. Pero hay que aclarar que, aunque el manejo actual está mucho más pulido y con más evidencia que al inicio, aún no hay un tratamiento específico que cambie drásticamente el curso de la enfermedad”, dice Siri.
Protocolo para el coronavirus ahora
Aunque no está protocolizado a nivel nacional, en Chile cada institución de salud, tiene protocolos individuales para reaccionar y atender a un caso grave de Covid-19.
Pilar Gambra, infectóloga de Clínica Santa María y magíster en Epidemiología, señala que en la base o piso de tratamiento todos los médicos están de acuerdo en cómo se debe tratar a los paciente, pero hay otros en los que difieren. “En cuatro meses sabemos que se trata con corticoides y anticoagulantes. Pero cada grupo tratante interpreta de manera diferente la literatura y la adapta a su realidad”, indica.
Según explica Gambra, en algunos recientos se utiliza vitamina C, D y zinc, en otros utilizan anticuerpos monoclonales y en otros plasma. “Se trata de un tema de percepción, como no hay evidencia científica, se utilizan tratamientos diferentes”.
Aprendizaje para disminuir probabilidades de morir
“Evidentemente estamos viendo un menor porcentaje de muerte y así ocurrirá en la medida en que los sistemas de salud no se saturen, además, dice, hay que considerar que también puede haber un aumento en la letalidad si el personal especializado se agota o no se logren mantener los casos a raya y se disparen más allá de lo que ya hemos tenido”, dice Gambra.
Para Herrada, lo aprendido no es suficiente. “Hay que enfatizar en la distancia social, en el lavado de manos, en la desinfección de superficies. Esas son las únicas herramientas que tenemos para la prevención y debe ser responsabilidad de todos. La posición prono y los corticoides, no lo son todo. Hay que prevenir, evitar salir para que los contagios no aumenten. Si retrocedemos a las cuarentenas, es como si retrocediéramos en el tiempo y eso lo pagarán nuestros hijos. La prevención nos da más que los tratamientos”, indica.
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