El mecanismo Covax de la OMS para suministrar vacunas anti-covid a los países desfavorecidos choca con el nacionalismo, pero podría fortalecerse con la decisión de Estados Unidos de sumarse al programa.
Los países ricos ya lanzaron su campaña de vacunación a fines de 2020, pero decenas de naciones en desarrollo que acudieron al dispositivo de la Organización Mundial de la Salud no tendrán acceso a las primeras dosis antes de febrero, a falta de vacunas disponibles.
Covax garantiza la vacunación del 20% de la población más vulnerable (personal sanitario y enfermos) en todos los países participantes.
Y además, lo que es más interesante, el mecanismo Covax AMC financia las vacunas para 20% de la población de los 92 países pobres que forman parte del mecanismo.
Solidaridad mundial
“Velocidad y disponibilidad a gran escala de las vacunas son una necesidad para poner fin a la pandemia”, declaró a inicios de enero la candidata nigeriana a dirigir la Organización Mundial de Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, en el sitio web Project Syndicate.
“Este esfuerzo extraordinario es posible gracias a un impulso sin precedentes de solidaridad mundial y de apoyo multilateral al Covax”, agregó.
Este dispositivo central de acceso mundial a la vacunación contra el Covid-19 fue lanzado en junio por la OMS y la Alianza de vacunación Gavi, que Okonjo-Iweala dirigió antes.
Se inspira en mecanismos que facilitaron un acceso universal y equitativo a las vacunas contra el neumococo y el virus Ébola.
Garantizando la compra de cierto volumen de vacunas antes de su homologación y ofreciendo garantías de mercado, el mecanismo Covax busca incitar a los laboratorios farmacéuticos a invertir en sus capacidades de producción, para garantizar que la fabricación se acelere antes de la aprobación de las vacunas y no después.
¿Cuáles vacunas?
La UNICEF, que dirige la logística en materia de vacunación de la ONU, es el brazo principal de estrategia Covax en el terreno y se prepara para transportar hasta 850 toneladas de vacunas mensuales.
La OMS ya firmó acuerdos con varios laboratorios: Novavax, Sanofi-GSK, Johnson & Johnson, que no han sido aun autorizados por las autoridades nacionales, y con AstraZeneca.
Los contratos abarcan unas 2 mil millones de dosis. Se le proponen además a la OMS de manera prioritaria una cantidad de mil millones de dosis suplementarias de aquí a fines de 2021, en el marco del mecanismo Covax, en el que participan actualmente 190 países, entre ellos 92 de escasos y medianos recursos.
Por ahora, la organización solo ha validado una vacuna, la del dúo BioNTech/Pfizer, autorizada por varios países, y espera tomar una decisión a fines de febrero con la de Moderna, que también recibió certificación de varias autoridades de regulación sanitaria.
La OMS sostiene negociaciones con Pfizer y Moderna para obtener sus dosis y espera conseguir las primeras entregas en febrero.
“Prudencia”
Este suministro de vacunas depende sin embargo de varios factores, tales como las aprobaciones reglamentarias y el estado de preparación de los países.
El éxito de este proyecto colosal dependerá también de los fondos recibidos.
En 2020, el mecanismo Covax alcanzó su objetivo urgente de colecta de fondos de 2.000 millones de dólares. Pero al menos 4.600 millones de dólares suplementarios serán necesarios este año para procurarse las dosis, 800 millones para la investigación y 1.400 millones para la distribución de vacunas.
La OMS espera distribuir en el mundo 145 millones de dosis en el primer trimestre.
Pero sus previsiones se hacen con “prudencia”, advirtió el martes Bruce Aylward, quien dirige el programa en el que se inscribe Covax.
El dispositivo “está listo” para suministrar dosis, pero “eso no se puede hacer sino con dosis de vacunas garantizadas a medida que avanzamos”, dijo en una reunión en Ginebra.
El retorno de Estados Unidos a la OMS, con Joe Biden en la Casa Blanca, dará un nuevo impulso financiero al programa Covax, hasta ahora ignorado por Donald Trump.
Pero el nacionalismo en materia de vacunas es denunciado muchas veces por la OMS, pues teme que los países ricos acaparen todas las dosis.
Hasta el punto que el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a inicios de enero a los países ricos cesar los “acuerdos bilaterales” con los laboratorios farmacéuticos, que deben dar prioridad al Covax.