Crean en Chile la primera estación de radar de aeropuerto 100% sostenible del mundo
Es revolucionara estación que se instalará en Calama funciona 100% con energía solar. La revolucionaria innovación utiliza tecnología verde y 330 paneles solares, aprovechando la alta tasa de radiación solar de la región.
Thales, una empresa tecnológica internacional, está impulsando la vigilancia y la seguridad del tráfico aéreo en Chile con una nueva y revolucionaria estación de radar alimentada al 100% por energía solar sostenible. Situada en Calama, en el desierto de Atacama, el primer sistema de radar de este tipo utiliza 330 paneles solares para aprovechar al máximo los altos niveles de radiación solar de la región.
Desarrollada por Thales para la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), la autoridad de aviación civil de Chile, la estación se compone de dos radares, que combinados, proporcionan todos los requisitos de vigilancia operativa para el control del tráfico aéreo civil y militar, y detectan objetivos tanto lentos como rápidos, como helicópteros, aviones comerciales y jets. El sistema también incluye filtros de mitigación de parques eólicos.
Esta innovación, en términos de generación de energía alternativa y más limpia, se ha logrado gracias a un exitoso desarrollo conjunto entre Omnisys, una filial de Thales en Brasil, y Clemar, un socio de infraestructura a largo plazo en la región. La solución comprende no sólo un conjunto de paneles solares, sino un sistema de gestión de la energía eficiente y completo -que podría emplearse en diferentes emplazamientos-, además de tecnología avanzada de baterías y generadores de reserva para asegurar las operaciones generales de la estación y salvaguardarla contra cortes de energía o disponibilidad limitada de las fuentes regulares.
Respecto a la elección de Chile, Nadia González, vicepresidenta de Thales para América Latina, dice que se debe a que el país ha confirmado su liderazgo en materia de energías renovables gracias tanto a sus condiciones geográficas como a la voluntad de los gobiernos nacionales y locales para desarrollar Energías Renovables No Convencionales (ERNC). “El norte del país destaca por tener condiciones excepcionales como la radiación solar más alta del mundo. En particular Calama tiene sol casi los 365 días del año, con un promedio de 10 horas diarias de sol. El sistema de funcionamiento de esta estación incluye tecnología avanzada de baterías y generadores de reserva para asegurar las operaciones generales ante la eventualidad de cortes de energía o disponibilidad limitada de las fuentes regulares”, dice.
La experta explica que la estación estará constituida por dos radares: uno primario (StarNG), que detecta objetos en el espacio aéreo mediante señales de radiofrecuencia, pero no puede identificarlos; y otro secundario (RSM), que permite identificación y seguimiento. La combinación de estos radares proporciona todos los requisitos de vigilancia operativa para el control del tráfico aéreo.
Añade que a nivel técnico, sus principales virtudes se basan en detectar objetivos pequeños y grandes, de lenta y rápida velocidad, y en distintas altitudes. Entre estos, helicópteros, aviones comerciales, aviones privados y pequeños vehículos autónomos (como los UAV o vehículos aéreos no tripulados). También ofrecen funciones anti-interferencia y de mitigación de parques eólicos, lo que implica reducir drásticamente el impacto causado por el ruido de la red 4G en el rendimiento operativo.
“A nivel estratégico, su principal virtud es beneficiar el control del tráfico aéreo en el norte del país, donde actualmente existe una alta circulación migratoria. Su rango de medición es el más alto del mercado ya que es capaz de alcanzar las 100 millas náuticas, logrando cubrir el 100% del tráfico aéreo de la zona”, señala.
Respecto a la posibilidad de instalar este tipo de tecnología en otros aeropuertos del país, dice que la compañía tiene la voluntad de duplicar este tipo de proyectos en otros países u otras zonas del país donde existan las mismas condiciones de radiación solar.
“Thales es un socio histórico de la DGAC en Chile en la operación del tráfico aéreo y ha participado en el suministro y reemplazo de los radares primarios y secundarios, así como también en la instalación del equipo de ayudas para navegación y en la modernización del Centro de Control de Tráfico Aéreo en Santiago. Llevamos más de 50 años en Chile y es la primera vez que realizamos un proyecto de este tipo 100% sostenible con energía solar a nivel global, lo cual muestra nuestra capacidad de innova”, cierra la ejecutiva.
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