¿Cuál es la mochila adecuada para un niño?

linda-chica-pupila-asiatica-mochila-sosteniendo-su-mano-madre-e-ir-escuela_7186-1995-e1551463473151-582x220

El mal uso de una mochila puede provocar trastornos posturales y musculoesqueléticos, tales como dolor de hombro y cuello.


El exceso de peso de una mochila y no utilizarla como corresponde, puede producir lesiones lumbares y cervicales. Libros, cuadernos, lápices, libretas y muchas cosas más pueden ir dentro de la mochila de los niños cada día. Así, los estudiantes pueden cargar más peso del adecuado, provocando lesiones en la espalda y cuello.

Las lesiones más frecuentes son trastornos posturales y musculoesqueléticas, tales como dolor de hombro y cuello. Incluso, agrega, en algunos casos se ha relacionado a trastornos en la capacidad vital pulmonar. También aclara que no tiene incidencia en la escoliosis.

Estas lesiones son causadas principalmente por un mal uso y por el exceso de peso. Por ello, estas son algunas recomendaciones para su uso:

1. No debe cargarse más de 5 a 10% del peso corporal del niño.

2. Debe ser de un tamaño acorde al porte del niño para que quede por encima de la cintura (no más abajo de 10 cm), apoyada en la zona lumbar. Debe ser utilizada por trayectos cortos.

3. Siempre debe estar colgada por ambos hombros, ya que, si se afirma solo de uno, favorece un trastorno postural y provoca dolor muscular.

4. Los tirantes deben ser anchos y acolchados para no producir dolor en los hombros. Además, deben ser ajustables para que queden pegados a la espalda, manteniendo cierto espacio.

5. Preferir una mochila que tenga una correa a la altura del pecho y otra en la cintura, para distribuir mejor el peso.

6. Los útiles deben ordenarse de la siguiente manera: los más pesados cerca de la espalda y con el peso en el centro, y los más livianos hacia la parte externa.

7. Si se opta por usar mochilas con ruedas, estas deben ser empujadas hacia delante, no con el brazo para atrás, ya que esta postura puede lesionar el hombro. Además, también pueden usarse con tirantes en la espalda, por ejemplo, al subir y bajar escaleras.

8. Además, si el niño debe llevar otro bulto, lo mejor es utilizar otra mochila y que vaya una por delante y la otra hacia atrás, así ambas quedan afirmadas por los hombros.

9. Para levantar la mochila, hay que mantener la espalda recta y hacer la fuerza con las piernas.

Los padres deben fijarse en que no sea una lucha el ponerse la mochila, enseñarles a empacar lo estrictamente necesario y nunca ignorar si el hijo refiere dolor de espada. Hay que preocuparse también si manifiesta signos de alarma como adormecimiento, hormigueos o incomodidad en las extremidades.

Por último, siempre es importante favorecer una buena postura sedente (al estar sentado) y al caminar, y ante la presencia de un trastorno postural debe trabajarse la musculatura específica de cintura y tronco.

* Traumatólogo del Centro de Columna de Clínica Universidad de los Andes

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.