Todos los aviones antes de entrar en servicio pasan por un exhaustivo programa de pruebas y rigurosas certificaciones, tanto de la aeronave como de su equipamiento. Por lo tanto, una aeronave que está en servicio cuenta con todo lo necesario para establecer una operación segura.
Adicionalmente, las líneas aéreas invierten constantemente en mantenimiento, entrenamiento, capacitaciones de sus tripulaciones de vuelo y de cabina, además de mantener actualizados sus protocolos para garantizar la seguridad de sus operaciones tanto en tierra como en el aire.
La seguridad es la prioridad número uno de la industria aérea. En el año 2018, la tasa de accidentes de aviones jet fue de 0,19 es decir un accidente por cada 5,4 millones de vuelos. Actualmente, un pasajero necesitaría al menos volar cada día durante 241 años para tener la probabilidad de sufrir un accidente aéreo.
* Ricardo J. Delpiano, Analista de Transporte Aéreo