De acuerdo a los los Centros para el Control de Enfermedades de EE.UU. (CDC, su sigla en inglés), durante la actual ola de Ómicron, 1 de cada 2 contactos domésticos desarrolló Covid-19, un alto riesgo de infección, pero no inevitable.
Los CDC publicaron recientemente nuevas estimaciones que sugieren que, a fines de enero de este año, alrededor de 140 millones de estadounidenses se han infectado con Covid-19 en los dos años que ha durado la pandemia. Eso es aproximadamente el 43% de la población estadounidense.
Esa estimación proviene de más de 70.000 muestras de sangre analizadas en enero específicamente para detectar anticuerpos generados después de la infección por Covid-19. Esta investigación, conocida como encuesta de seroprevalencia, estima el porcentaje de personas en una población que tienen anticuerpos contra algo infeccioso, en este caso, el Sars-CoV-2, el virus que causa el Covid-19.
Así, la estimación de 140 millones de casos de los CDC es aproximadamente el doble de lo que sugieren los recuentos de casos verificados en ese país, lo que significa que millones de personas en este país han tenido Covid sin saberlo.
El problema es que la tasa de infección de los niños podría ser mayor, y por lo tanto, su subdiagnóstico es aún mayor. Los recientes datos de los CDC encontraron que el 58% de los niños de hasta 17 años tienen anticuerpos contra el Covid.
La situación en Chile podría ser similar. Según una columna de opinión publicada en Qué Pasa por Carlos Villalobos, académico de la U. de Talca, la estimación de 12 millones de infecciones en Chile también podría estar distorsionada, y falta dilucidar si es aventurera o conservadora. “Mi opinión es que es conservadora porque las investigaciones científicas nos han señalado que las variantes se han hecho más contagiosas, pero menos letales. Además, la masiva vacunación ha salvado vidas y ha reducido la mortalidad en la población a causa del virus. Por lo tanto, los 12 millones de infecciones podrían bien ser considerado una cota inferior al real número de contagios”, escribió.
Uno de los mayores problemas podría radicar en las pruebas de detección. Según la Dra. Kelly Fradin, pediatra y autora de Padres en una Pandemia (Parenting in a Pandemic), la prueba de anticuerpos “se realiza principalmente mediante extracción de sangre, pero también hay varios kits disponibles para realizar mediante punción en el dedo”, dijo en un reportaje al HuffPost. Los CDC aconseja que las personas se comuniquen con su médico para preguntar si lo necesitan.
De acuerdo a la especialista, si su hijo tuvo Covid hace meses, o tuvo un caso leve de Covid, los anticuerpos generados podrían haber aparecido y desaparecido antes de realizar la prueba. “En consecuencia, una prueba tiene una capacidad limitada para informarle sobre una infección previa”, advirtió.
Las pruebas de anticuerpos no solo pueden pasar por alto infecciones previas dependiendo de cuánto tiempo haya transcurrido, sino que también hay preguntas más importantes sobre cuánto tiempo alguien es inmune a Covid después de infectarse con él.
De acuerdo al reportaje del Huffpost, la mayoría de los expertos creen que usted (o su hijo) está protegido contra el Covid durante al menos tres meses, posiblemente hasta seis, después de una infección, pero en realidad solo se trata de una suposición. Por ejemplo, datos recientes de los Países Bajos sugieren que algunas personas que se infectaron con la variante Ómicron inicial (bautizada BA.1), se infectaron con la variante Ómicron más nueva (BA.2), menos de dos meses después de su infección inicial.
Por ahora, dadas las limitaciones de las pruebas de anticuerpos, así como el hecho de que nadie sabe realmente cuánto protege una infección por Covid a los niños después de contraer el virus, el artículo menciona que en este punto ya no importa tanto, si no más bien los padres deben procurar que las actividades de su hijo durante los próximos meses sean seguras.