Desde que la variante Mu (B.1.621) del virus Sars-CoV-2, causante de Covid-19, fue detectada en Colombia en enero de este año, se ha expandido rápidamente por varios países de diferentes continentes. Esta presencia y las mutaciones que posee, hicieron que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la declarará hace una semana como una variante de interés (VOI), es decir, una a la que hay que seguir de cerca y observar permanentemente.

Esta variante del virus pandémico ha sido la responsable de la última ola de contagios en Colombia y en Ecuador y también de algunos brotes en otros países. En Chile, desde el inició de su circulación comunitaria en mayo, ha avanzado rápidamente y hoy ya se ubica como la segunda de mayor frecuencia después de Gamma.

Según un estudio publicado en virological.org, la web de un foro en el que investigadores dedicados a la virología dan a conocer sus investigaciones, el nuevo linaje, que se originó a partir del linaje B.1, llamó la atención por su aparentemente rápida difusión y su mutaciones compartidas con las variantes Beta y Gamma en el gen de la proteína Spike y otras mutaciones similares a las que tiene la variante Delta y que están relacionadas con un ciclo de corte de una proteína llamada furina y que podría aumentar la capacidad infectiva del virus. “Desde mayo de 2021, la prevalencia relativa de este linaje ha aumentado exponencialmente en América Latina y el Caribe, a pesar de su co-circulación con otros VOC y VOI como Alfa, Gamma, Lambda e Iota. Además, hemos observado varios casos de infecciones causadas por este linaje en pacientes totalmente vacunados y reinfectados. De mayo a julio, se ha informado de B.1.621 en países fuera de América Latina y el Caribe, incluidos pequeños brotes en el Reino Unido, EE.UU. (Florida), Austria, España y Francia”, indica el documento.

Síntomas

Con todas estas características, ¿podría al igual que Delta generar síntomas diferentes en quienes se contagien con ella? Es que desde que surgió el virus en diciembre de 2019 hasta que apareció Delta, los síntomas han variado. Si la variante original y las primeras que comenzaron a circular generaban un cuadro con mucho dolor muscular y de cabeza, además de síntomas digestivos, Delta hizo el cambio a un cuadro respiratorio con mucha congestión nasal y mantuvo otros síntomas como el dolor de cabeza y fiebre.

Javier Tinoco, infectólogo de Clínica Universidad de los Andes, indica que hasta ahora, la variante Mu no tiene registro de algún síntoma especial o una presentación clínica diferente. “Ha pasado a ser una variante de interés po la posible mayor capacidad de transmisión y potencial escape a los anticuerpos que generan las vacunas pero sin una demostración concreta de que pueda reducir la respuesta inmunológica de las personas”.

Con la variante Delta, recuerda Tinoco, se vio que la sintomatología podría ser diferente a la infección con el linaje original. “Se comenzó a describir harto síntoma respirartorio alto, congestión, dolor de garganta y con menos frecuencia anosmia (pérdida del olfato) y eugesia (pérdida del gusto).

A juicio de este especialista, la variante Mu podría tener una presentación clínica diferente, pero en el tipo de cuadro que presenten las personas, “también influye la vacunación, que puede hacer que se presenten casos más leves”, señala Tinoco.

Sebastián Solar, infectólogo de Clínica Alemana, dice que “la variante Mu puede producir síntomas muy similares a lo que ya conocemos por otras variantes antes descritas, es decir, fiebre, malestar general dolor de garganta, pérdida del olfato o del gusto, tos, dificultad respiratoria y otros síntomas atribuibles a cualquier virus respiratorio” y agrega que hasta ahora, “no se ha descrito ninguna caracteristica especial o adicional a la fecha para esta variante”.

Efecto vacunas

Ignacio Silva, infectólogo y académico de la Dirección de Postgrados de la Facultad de Medicina de la U. de Santiago, destaca que hasta ahora no hay estudios que explique cuál es la dinámica de la infección con la variante Mu. “Sí tenemos algunos estudios de laboratorios que muestran que podría disminuir la respuesta inmune, o sea que la respuesta de los anticuerpos sea menor y podría por lo tanto disminuir la respuesta a las vacunas, pero falta evidencia de mejor calidad y más amplia. Recién se está reportando las primeras circulaciones de esta variante en el mundo”, señala.

Uno de estos estudios, lo realizó la Universidad de Tokio y se publicó esta semana como pre print (sin revisión de pares) en la web bioRxiv.org y aunque son muy pocas muestras, demostró que la variante Mu es altamente resistente a sueros (muestras sanguíneas) de personas que tuvieron Covid-19 y aquellos individuos que fueron inoculados con la vacuna Pfizer (BNT162b2).

“La comparación directa de diferentes proteínas Spike (S) de SARS-CoV-2 reveló que la proteína S de Mu es más resistente a la neutralización mediada por suero que todas las demás variantes de interés (VOI) y preocupación (VOC) actualmente reconocidas.

FOTO: MIGUEL MOYA / AGENCIAUNO

Es muy probable que con las nuevas variantes, los síntomas cambien, dice el especialista, pero es difícil saber si eso se debe a las variantes en sí o a la vacunación de las personas.

“Es muy probable que en la medida en que estemos todos vacunados, las nuevas variantes generen cuadros respiratrorios más altos, más parecidos a un resfrío o a una gripe y sin tanto compromiso pulmonar. Esto no necesariamente está relacionado con la variante sino con la imnunidad que vamos generando con las vacunas, entonces sí es my probable que las nuevas variantes tengan síntomas más leves y respiratorios altos y menos síntomas pulmonares”.