Se podría decir que ayer fue un día histórico. El Liceo Victorino Lastarria, reconocido establecimiento de excelencia con más de 100 años educando solo a varones, abrió sus puertas a 30 niñas para estudiar en kínder. Según la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, esta iniciativa es "un símbolo de equidad".
Esto trae a la memoria la carta que Marina A. envió en 2016 a la expresidenta Michelle Bachelet; a la exalcaldesa de Santiago, Carolina Tohá; y a Fernando Soto, rector del Instituto Nacional, pidiéndoles autorización para rendir la prueba de admisión a dicho establecimiento.
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Carta enviada por Marina en 2016[/caption]
En ese entonces, Marina tenía 11 años y estudiaba en la escuela Guillermo Matta, pero su sueño era ser alumna del Instituto Nacional, como fue su padre. "Me dijeron que una de las razones por las que no podía entrar era porque habían problemas de infraestructura en el colegio. Me frustré harto, porque tenía la esperanza de aunque sea dar la prueba de admisión", dice.
Hoy, Marina tiene 14 años y está estudiando en el Liceo Carmela Carvajal desde 2017. Reconoce que no quedó indiferente con respecto a la noticia del liceo Lastarria. Es un paso importante, admite. "Está muy bien, se tiene que empezar por algo. Es bueno que empiece el cambio y que sea el Lastarria que da el impulso para que otros lo hagan. Yo espero que el Instituto Nacional también sea mixto, sé que hay un proceso para hacerlo, pero espero que eso pase".
Luego de que se le negara rendir el examen de admisión en el Instituto Nacional, Marina optó por estudiar en otro liceo emblemático, el Carmela Carvajal. Dice que el cambio de pasar de un colegio mixto a uno solo de mujeres no ha sido un problema.
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Marina ahora estudia en el Carmela Carvajal. Foto: Patricio Fuentes[/caption]
"Sé que se conoce como un liceo de niñas, pero también hay niños adentro. Tenemos muchos compañeros transgénero y eso también ha sido un tema. Incluso, el año pasado hicieron de un baño de profesores, uno para varones, para que se sintieran más cómodos", comenta.
A pesar de eso, insiste en que el Carmela Carvajal sea un establecimiento mixto. "Igual que el Instituto Nacional, debiera ser para niños y niñas. Se ha demostrado que el tema de las interacciones entre ambos es súper importante, porque al ir a un colegio segregado, a esos niños les va a costar que interaccionen con personas del otro género. Por ejemplo, a la hora de tener un trabajo, no te van a dividir en hombres y mujeres", señala.
Asegura que la clave para que los liceos de excelencia pasen a ser mixtos es concientizar a la gente. "Si logramos que los que están dentro del Instituto reflexionen sobre esto, se va a poder lograr".
Marina fue reconocida por el rector Fernando Soto como la única niña que ha solicitado ingresar al Instituto Nacional. Por esto, el centro de alumnos del establecimiento la invitó al cambio de mando que se realizará el jueves. Pero ella no está segura si irá.
"Se contactaron con mi papá y él me dio la noticia. Ellos -el centro de alumnos del IN- están en un programa de concientización. Pero yo quiero mantener un bajo perfil, no quiero que me reconozcan a mí, quiero que se reconozca lo que estoy tratando de manifestar, que el Instituto Nacional sea mixto", comenta.
Cuenta que una vez le dijeron que el Instituto Nacional no podía ser para niñas y niños, porque la tradición es que es un colegio solo para varones. "En ese minuto me quedé pensando en que hay varias tradiciones que si siguieran, impedirían muchas cosas. Muchas mujeres no estarían estudiando, sino que estarían casadas y con hijos. Y yo creo que hay tradiciones que, simplemente, no pueden mantenerse".