¿Cuánta gente sufre alergia en Chile?
Existe un alto porcentaje de la población que está sufriendo de alergias, cifra que ha ido en aumento debido al cambio climático, entre otras razones.
La alergia es una respuesta exagerada de nuestro sistema inmune frente a un agente externo (alérgeno) al cual normalmente no deberíamos reaccionar, ya que para la mayoría de las personas es algo inofensivo.
Aproximadamente, entre el 20 al 30% de los chilenos sufre de alergias de tipo respiratoria (rinitis/rinoconjuntivitis alérgica o asma). Es una cifra que ha ido aumentando paulatinamente debido al cambio climático, la contaminación ambiental, al incremento de las medidas de higiene (menos eventos infecciosos) y al aumento de alérgenos en circulación dependiendo de la región en que nos encontremos.
En Chile, a fines de agosto, comienza la polinización de los árboles, lo cual dura hasta inicios de octubre, especialmente marcado en Santiago por el plátano oriental debido a sus altas concentraciones. Luego viene la polinización de los pastos, desde octubre a diciembre, y finalmente la polinización de las malezas hasta febrero.
Por lo tanto, si un paciente está sensibilizado a los tres pólenes, podría estar con síntomas prácticamente todo un semestre. Es por este motivo que es muy importante saber a qué es alérgica una persona (test cutáneos). De esta forma, se puede identificar al "enemigo", consultar en forma precoz previo al inicio de los síntomas para reducirlos entre un 70 y 80%, evitando así reacciones inflamatorias severas y eventuales sobreinfecciones respiratorias.
Es importante identificar los síntomas principales, sobre todo cuando es primera temporada que se padece de alergia. Estos síntomas son: prurito (picazón) nasal, ocular, de los oídos y del paladar, estornudos repetidos, secreción nasal transparente y sensación de nariz tapada. También pueden sumarse síntomas de obstrucción bronquial, cefalea, pérdida del olfato y trastornos del sueño debido a mala oxigenación en las noches, lo que conlleva a un sueño no reparador y, por lo tanto, una alteración en la calidad de vida.
Para poder tratar estos síntomas tenemos medidas ambientales y farmacológicas. Dentro de las medidas ambientales podemos usar mascarillas, anteojos de sol cuando estamos al aire libre (para evitar que los alérgenos ingresen por la mucosa ocular), usar el auto con ventilación en circuito cerrado y ventanas cerradas, ventilar la casa o muy temprano en la mañana o ya tarde en la noche para evitar el ingreso de corrientes de aires que acarrean pólenes, secar la ropa al interior de la casa para que no queden impregnadas de pólenes y evitar el deporte al aire libre durante el periodo de síntomas.
Dentro del tratamiento farmacológico, el cual debe ser guiado por un especialista, tenemos los antihistamínicos orales y oculares, los corticoides intranasales de acción local, los inhaladores bronquiales según los síntomas del paciente y soluciones salinas para aseo nasal que evitan las sobreinfecciones como la sinusitis.
En casos más severos de rinitis y asma, que no responden bien a estas medidas, existe la inmunoterapia alérgeno especifica, que es un tratamiento más largo pero curativo de estos síntomas.
En suma, frente a la presencia de síntomas de alergia respiratoria, la consulta y el tratamiento precoz son fundamentales para aliviar los síntomas y prevenir las complicaciones.
*Inmunóloga de la Clínica Universidad de los Andes
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