La vitamina D, conocida como la “vitamina del sol”, a menudo pasa desapercibida a pesar de su papel vital en nuestro bienestar. Esta molécula, no solo es esencial para la salud ósea, sino que desempeña un papel sorprendentemente amplio en diversos aspectos de nuestro organismo, incluida la salud del corazón.
La vitamina D se sintetiza en la piel cuando esta se expone a la radiación ultravioleta B (UVB) del sol. Este proceso es crucial para la absorción de calcio y la formación de huesos saludables. Sin embargo, en un mundo donde las personas pasan más tiempo en interiores, la deficiencia de vitamina D se ha convertido en un problema de salud global.
Un nuevo informe, presentado en la conferencia Scientific Sessions 2023 de la American Heart Association, sugiere que la cantidad dietética de vitamina D recomendada en los EE. UU. podría ser demasiado baja para alcanzar los niveles óptimos en ciertas personas, particularmente aquellas con problemas cardíacos.
¿Cuánta vitamina D consumes y cuánto debes ingerir? Advierten alarmante déficit en la población
Los niveles recomendados de vitamina D en Estados Unidos y Chile son los mismo, al rededor de 600 UI para la mayoría de las personas (de 1 a 70 años) y 800 UI en adultos mayores de 71 años.
Tener bajos estos niveles se vincula con problemas de salud, incluyendo osteoporosis, debilidad muscular y un mayor riesgo de enfermedades autoinmunes, problemas cardiovasculares, impacto en la salud mental y problemas de peso y metabolismo. La deficiencia se agrava por estilos de vida sedentarios y la falta de exposición solar segura.
La Encuesta Nacional de Salud del año 2016 fue el primer estudio poblacional en Chile que arrojó datos acerca de la vitamina D en Chile. La medición dio cuenta de que la población con algún grado de deficiencia de vitamina D en el país llega al 84%.
En el caso de las mujeres en edad fértil (menores de 50 años), el estudio reveló que el 16% posee un déficit severo, mientras que en la población de adultos mayores los casos severos son más frecuentes, alcanzando al 21,5% de las personas examinadas.
Otro estudio en niños de entre 4 y 14 años de edad, realizado en 2019 en Santiago, Concepción y Antofagasta, arrojó que el 70% de la población mostró deficiencia de vitamina D, a pesar de la diferente radiación solar que reciben por su ubicación geográfica.
Estudios anteriores encontraron un vínculo entre los niveles bajos de vitamina D y un mayor riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. “Sin embargo, las razones detrás de esta asociación no están claras”, dijo a Medical News Today el Dr. Cheng-Han Chen , un cardiólogo que no participó en el estudio .
Por eso, los investigadores de Intermountain Health, una red de atención médica del oeste de EE. UU., están llevando a cabo un ensayo clínico en curso para examinar si los niveles óptimos de vitamina D se asocian con un menor riesgo de eventos cardiovasculares adversos como ataque cardiácos y accidentes cerebrovasculares.
Su estudio incluyó 632 pacientes que han sufrido un ataque cardíaco u otro tipo de problema cardiovascular. Para obtener los datos, un grupo de participantes recibió atención estándar, mientras que el otro recibió suplementos de vitamina D según fuera necesario para alcanzar 40 nanogramos de vitamina D por mililitro (ng/ml).
Los resultados preliminares mostraron que la mayoría de las personas necesitaban niveles significativos de suplementos de vitamina D para alcanzar ese nivel. El 51% de los participantes necesitaba entre 5.000 y 8.000 unidades internacionales (UI), 10 veces más (o más) que la dosis diaria recomendada actual de 600 UI. Y el 14,6% de los participantes necesitaba 10.000 UI o más para alcanzar niveles óptimos de vitamina D.
Además, les tomó tiempo a los participantes alcanzar el nivel objetivo de vitamina D. Menos del 65% de los participantes alcanzó el nivel a los tres meses, y el 25% requirió seis meses de intervención para alcanzar el nivel. Los resultados indican que se requieren dosis más altas de vitamina D para alcanzar niveles terapéuticos en este grupo.
El Dr. Chen señala que hay varios mecanismos propuestos por los cuales la vitamina D puede contribuir a la salud cardiovascular. Algunos expertos creen que “los receptores de vitamina D en las células de todo el sistema vascular están involucrados en la inflamación de los vasos sanguíneos, lo que a su vez podría promover enfermedades cardíacas”, añadió Chen.
Si el estudio en curso “demuestra que alcanzar un nivel de vitamina D de [más de] 40 ng/mL reduce el riesgo de eventos cardiovasculares adversos, los médicos deberían ser más proactivos en las pruebas y el tratamiento de los niveles bajos de vitamina D”, dijo la autora del estudio, la Dra. Heidi May, epidemióloga cardiovascular de Intermountain Health.
¿De dónde obtenemos vitamina D?
La vitamina D es un nutriente indispensable para la salud. Ayuda al cuerpo a absorber el calcio, una de las principales sustancias necesarias para tener huesos fuertes, contribuye a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan débiles. Además, los músculos la necesitan para el movimiento y los nervios la emplean para transmitir mensajes entre el cerebro y otras partes del organismo.
La mayor parte de la vitamina D la produce el cuerpo cuando los rayos ultravioleta llegan a la piel. Luego, la vitamina se almacena en las células grasas del cuerpo.
Sin embargo, la baja exposición al sol o el uso excesivo de protectores solares, la ropa de abrigo, y el bajo consumo de alimentos grasos debido a su alto contenido de colesterol nos ponen en riego de presentar déficit de vitamina D.
En la mayoría de las personas, una deficiencia de vitamina D a corto plazo no presenta síntomas graves, aunque las deficiencias crónicas pueden causar hipocalcemia (una enfermedad por deficiencia de calcio) o hiperparatiroidismo, donde las glándulas paratiroides crean un desequilibrio hormonal, según Medical News Today.
Estas condiciones pueden provocar fragilidad ósea y osteoporosis; dolor de huesos; espasmos musculares, debilidad y dolor; fatiga y rigidez articular.
Además, el exceso de grasa corporal, como en el sobrepeso o la obesidad también son factores de riesgo. Y las personas con piel más oscura tienen más melanina, por lo que se absorbe menos luz ultravioleta para crear vitamina D, según UCLA Health .
Un estudio reveló que durante el verano, con solo el 25% del cuerpo expuesto al sol, entre ocho y diez minutos de sol al mediodía producen la cantidad recomendada de vitamina D. Pero en invierno, con el 10% del cuerpo expuesto debido a las temperaturas más frías, se necesitan casi dos horas de exposición al sol al mediodía para producir suficiente vitamina D, señala New York Post.
¿Cómo podemos prevenir su baja?
En caso de insuficiencia o deficiencia, el médico indicará el tratamiento apropiado para normalizar estos niveles. A modo de prevención, es importante que se incluya en la dieta alimentos ricos en esta vitamina, como productos lácteos fortificados con vitamina D-
Para obtener vitamina D desde los alimentos puede consumir:
- Pescados grasos, como el salmón.
- Aceites.
- Huevos.
- Paté de hígado.
- Queso.
- Leche.
- Mantequilla.
- Otros alimentos fortificados con vitamina D
¿Cuáles son buenos niveles de vitamina D?
Se considera que una persona tiene un nivel de vitamina D suficiente, cuando posee 30 nanogramos por mililitro (ng/mL) en la sangre. Entre 30 a 20 (ng/mL) ya se habla de un nivel insuficiente, y bajo 20 (ng/mL) se trata de un déficit.
Si se experimentan síntomas como fatiga, debilidad muscular, dolor en los huesos, fracturas recurrentes, cambios en el estado de ánimo o debilidad inmunológica, se sugiere una posible deficiencia,
Además, si hay factores de riesgo, como vivir en lugares donde llegar poca radiación solar, o si llevan un estilo de vida sedentario sin exposición a luz solar durante el día, es importante chequear los niveles de esta vitamina.
Fortificación de la leche con vitamina D
Una de las formas de reducir el déficit de vitamina D, es fortificando artificalmente a algunos alimentos. En 2022, el Minsal anunció que fortificará con vitamina D la leche líquida y en polvo, así como las bebidas de origen vegetal de uso alternativo a la leche, y las harinas como materia prima, tanto para alimentos de producción nacional como importados a partir del 2024, para asegurar que todos los chilenos presenten niveles adecuados de este micronutriente.
En julio se publicó el Decreto 48, que modifica el Reglamento Sanitario de los Alimentos a favor de la fortificación de vitamina D, el que entrará en vigencia el 6 de julio de 2024.
La norma tiene el objetivo de que ciertos alimentos, como la leche, harinas, cereales y aceites vegetales estén fortificadas con vitaminas y minerales, especialmente vitamina D.
Esta medida, permitiría mantener a más del 90% de la población libre de un déficit severo y aumentaría los niveles generales de vitamina D en la población.