Chile y su herencia negra: ¿cuánto de genes africanos tienen los chilenos?
Hace 400 años, el 20% de la población tenía ancestros o parientes africanos, una herencia que se fue diluyendo con el paso de los siglos, pero que aún persiste en la actualidad.
Estudios científicos han determinado que los chilenos tienen casi un 4% de genes africanos, 44% de genes indígenas y 52% europeos.
¿De dónde vienen estos genes africanos? De acuerdo a las investigaciones y los marcadores genéticos encontrados corresponde a población que llegó desde el oeste de África a América.
A Chile, los primeros africanos llegaron durante la época de la Colonia como esclavos. Se estima que entre los siglos XVI y XVII más de cinco mil personas proveniente de África llegaron al territorio (Virreinato del Perú) y se instalaron en el norte del país. Años más tarde, otros grupos cruzaron desde Argentina y fueron vendidos como mano de obra quedándose en la zona central del país.
Francisco Rothhammer, investigador de la Universidad de Tarapacá, Premio Nacional de Ciencias Naturales 2016, señala que el porcentaje de genes africanos en el chileno promedio es de 3,8 a 4% de su composición, lo que no es suficiente para identificar una característica física reconocible en la población hoy.
Actualmente, dice Rothhammer, las zonas del país en los que la población puede tener un porcentaje más alto es la Región de Arica-Parinacota y Atacama y también los puertos de Coquimbo y Valparaíso "porque eran lugares donde llegaban de Perú los barcos con esclavos".
Lucía Cifuentes, investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, señala que el estudio que presentaron en 2015 (Chile Genómico) se hizo considerando como sujeto de estudio (chileno promedio) a los nacidos en el país, pero que además fueran hijos de padres chilenos. "El porcentaje de genes africanos es bajo, pero hace 400 años, el 20% de la población tenía ancestros o parientes africanos", dice Cifuentes.
Después, agrega, el país comenzó a recibir muchos europeos y entonces se comienza a diluir el gen africano. "En teoría, esos genes debieron dar altura a los chilenos de entonces. Claramente, los europeos y los amerindios no eran los más grandes aunque en la medida en que pasa el tiempo, la población se hace más alta. En esos años la genética africana debe haber aportado altura y fuerza", señala.
La variabilidad genética es beneficiosa agrega la experta. "Tiene beneficios desde el punto de vista poblacional e individual. A todas las poblaciones, humanas o naturales les conviene ser lo más diverso posible. A lo largo de la vida, en una población surgen cambios ambientales o de cualquier naturaleza y esa población debe ser capaz de adaptarse a esos cambios. El que no se adapta desaparece. Desde el punto de vista evolutivo, tener un mayor pull genético ayuda a adaptarse a esos cambios porque ofrece más material biológico para lograr esas adaptaciones", explica.
Desde el punto de vista individual, un genoma diverso también otorga mayor protección contra las enfermedades. Por ejemplo, dice Cifuentes, "si todo mi genoma fuera 100% europeo, tendría una mayor exposición a todas las enfermedades que estas personas tienen más riesgo de desarrollar. Al ser diversos, cada una de estas etnias me hace me expone a ciertas enfermedades pero las otras, al mismo tiempo, me protegen. Los genes tiene más estrategias para enfrentarse a enfermedades, drogas, factores ambientales, tóxicos virus".
Para evidenciar los cambios genéticos que tendrá Chile producto de la actual ola migratoria, es necesario esperar un par de generaciones, unos 30 o 40 años plantea la investigadora de la U. de Chile. "Para que cambie la genética de una población tiene que haber un grupo de inmigrante que se mezcle, se homogenice con el residente y generen nuevas mezclas".
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.