¿Cuánto dura inmunidad de la vacuna? ¿Sirven los test? Las dudas del Covid a tres años de la pandemia

La tarde del miércoles 11 de marzo de 2020, “profundamente preocupada por los alarmantes niveles de propagación de la enfermedad y por su gravedad, y por los niveles también alarmantes de inacción”, la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró oficialmente que al Covid-19 como una pandemia.

En aquel entonces se registraban 121 mil contagiados en todo el mundo, 4.373 fallecidos y 118 países afectados, incluido Chile.

Tedros Adhanom, director general de la Organización, sostuvo en aquella oportunidad que en los próximos días y semanas “esperamos ver que el número de casos, número de muertes y el número de países afectados por el coronavirus aumente aún más”.

Luego de tres años de pandemia, de acuerdo a la OMS, a nivel mundial, hasta el 7 de marzo de 2023, se han registrado 759.408.703 millones de casos confirmados, incluidas 6.866.434 muertes, y se han administrado un total de 13.229.166.046 dosis de vacunas.

¿Qué ha cambiado desde entonces? ¿Se conoce realmente el origen del Sars-CoV-2? ¿Qué diferencia hay entre quienes se han contagiado y los que aún no? ¿La vacuna sigue protegiendo contra Ómicron?

Desde el comienzo de la pandemia, los estudios han aumentado para comprender mejor las formas en las que funciona este virus. Por lo que respecto a la duración se conoce que inmunidad de las vacunas “es variable, dependiendo de cada vacuna particular. En el caso de las vacunas Covid-19 sigue siendo objeto de estudio”, explica Alexis Kalergis, director Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia IMII y académico UC.

Pero, “todavía se requiere de estudios a más largo plazo para saber exactamente cuánto dura la inmunidad que protege con la enfermedad grave o muerte, que es lo que más importa” explica Dr. Carlos Pérez, infectólogo Clínica Universidad de los Andes y decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Universidad San Sebastián.

Se ha observado que uno de los principales elementos del sistema inmune que protegen contra la infección, conocidos como anticuerpos neutralizantes, disminuyen con el tiempo, “lo que puede aumentar la probabilidad de contagio” para la mayoría de las personas vacunadas, lo que ha llevado a administrar dosis de refuerzo para mantener la protección mediada por anticuerpos. añade el académico.

Sin embargo, la inmunidad basada en células de memoria, también gatillada por la vacunación, se mantiene en el tiempo y es el tipo de defensa que protege contra la enfermedad severa causada por el SARS-CoV-2 y sus variantes.

“En nuestros estudios hemos observado que la inmunidad y la memoria inmunológica mediada por linfocitos T sigue siendo capaz de reconocer a los antígenos presentes en las variantes del coronavirus”, añade Kalergis.

Esta es la evidencia sobre cuánto dura la inmunidad de las vacunas que se usan en Chile

La vacuna de Pfizer-BioNTech es un tipo de vacuna que utiliza ARNm del virus para crear inmunidad en el organismo.

Ensayos clínicos muestran que la vacuna de Pfizer tiene una eficacia de al menos el 91% en la prevención de infecciones Covid sintomáticas durante 6 meses y del 100% en la prevención de enfermedades graves que requieren hospitalización.

Además, una revisión de la investigación encontró que Pfizer y Moderna eran mejores en la prevención de la enfermedad sintomática en comparación con otras vacunas.

Esta es otra vacuna de ARNm. En las 2 primeras semanas luego de la primera dosis, Moderna tiene una eficacia del 50,8%, lo que aumenta al 94,5% dos semanas después de la segunda dosis.

Una persona debería desarrollar una fuerte protección de anticuerpos durante unos 6 meses, tras el ciclo inicial de dos dosis de Moderna. Con el tiempo, su protección contra el virus disminuirá gradualmente. En ese caso, será necesaria una dosis de refuerzo para mantener a largo plazo los niveles de anticuerpos en el organismo, según reporta Nature.

En un gran ensayo internacional de fase III realizado en Brasil, según la OMS, se observó que la administración de dos dosis de esta vacuna, separadas por un intervalo de 14 días, protege con una eficacia del 51% contra la infección sintomática, en cuanto la prevención de la Covid-19 grave y de la hospitalización, a los 14 días de administrar la segunda dosis, la eficacia de la vacuna fue del 100%.

El Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) de la OMS ha publicado recomendaciones provisionales relativas al uso de esta vacuna.

Protege con una eficacia del 72% contra la infección sintomática por SARS-CoV-2, según muestra el análisis primario de los datos, con independencia del intervalo entre las dos dosis administradas a los participantes en los ensayos. Asimismo, se ha observado que la eficacia de la vacuna tendía a ser mayor cuanto más prolongado fue ese intervalo.

En tanto, la vacunación ha demostrado ser una de las herramientas más eficaces para reducir la posibilidad de enfermarse por el coronavirus y evitar que se produzca enfermedad “po

En un estudio, a personas vacunadas que se infectaron durante la ola BA.1/BA.2, mostró que 90 días después de una infección, esta población tenía una alta protección inmunológica: su riesgo de infectarse con BA.5 era solo una dieciseisava parte del de las personas que habían sido vacunadas pero nunca infectadas.

Después de eso, la inmunidad híbrida contra la infección disminuyó abruptamente durante unos meses y luego se estabilizó, brindando finalmente protección durante ocho meses después de la infección.

Otro estudio, encontró que las personas con inmunidad híbrida tenían cierto nivel de protección contra la infección por BA.1, BA.2 y BA.5 durante al menos ocho meses.

Asimismo, una investigación en Qatar, comparó los riesgos de infección de personas que nunca habían contraído el SARS-CoV-2 con los de personas que habían tenido una infección previa con Ómicron o una variante anterior.

Los resultados muestran que las infecciones más recientes brindan mayor protección que las más antiguas en todos los casos. Pero debido a que el virus siguió evolucionando, los autores no pudieron desentrañar si esas diferencias se debían a la disminución de la inmunidad, a la creciente capacidad del virus para evadir la respuesta inmune o, una combinación de ambos.

Se ha demostrado que las personas que se han recuperado de Covid y han recibido todas sus dosis de vacuna tienen una inmunidad más diversa y de mayor magnitud que aquellas que sólo han sido vacunadas o sólo han contraído la enfermedad, explica Kalergis.

Cabe mencionar que la infección natural confiere protección contra la reinfección y que dura meses, pero que también se va perdiendo en el tiempo. “Dura menos con Ómicron que la que se lograba con otras variantes, pero en general personas que ya se han infectado con Covid y se reinfectan tienden a tener infección menos grave, salvo que se trate de paciente con estado de inmunodepresión” comenta el especialista de la Clínica U. de los Andes.

La inmunidad “híbrida”, ofrece una protección superior al 95 % contra enfermedades graves u hospitalizaciones entre seis meses y un año después de una infección o vacunación, según un metanálisis

Los estudios sugieren que la inmunidad híbrida brinda cierta protección contra la infección durante al menos siete u ocho meses, y probablemente más.

Esto se debe a que la infección natural y la vacunación pueden desencadenar diferentes tipos de respuesta inmunitaria, lo que proporciona una protección más integral contra el virus. “Sin duda, el entrenamiento inmunológico que proporcionan las vacunas es capaz proteger a las personas de la enfermedad grave que puede causar el coronavirus” señala Kalergis.

La Organización Mundial de la Salud dijo en una conferencia que todas las hipótesis sobre el origen de la pandemia de Covid-19 siguen sobre la mesa, luego de que las autoridades estadounidenses respaldaran una teoría de que el virus se originó en un laboratorio.

“Si algún país tiene información sobre los orígenes de la pandemia, es esencial que esa información se comparta con la OMS y la comunidad científica internacional”, dijo Adhanom.

Tedros ha pedido repetidamente más transparencia por parte de China, y señaló que será imposible estar seguro sobre los orígenes del virus hasta que las autoridades allí compartan datos. Un equipo conjunto de la OMS y China ha dicho que una propagación de animales salvajes es mucho más probable que una fuga de un laboratorio humano, según reporta Blomberg.

Hay teorías también que hablan de que el Sars-CoV-2 entró en China desde otro país a través de alimentos congelados importados.

Predecir con certeza cuándo el Covid-19 se considerará un virus estacional y dejará de ser una pandemia “no es fácil” señala Kalergis.

Lo más importante, menciona Pérez, es tener en cuenta que a pesar que la mayoría de los cuadros ya no son tan graves, todavía siguen falleciendo personas en Chile y en el mundo a consecuencia de esta infección.

“Lo más probable, es que dentro de los próximos meses los casos y muertes sigan descendiendo y en algún momento las autoridades sanitarias tomarán la decisión” añade el decano.

Sin embargo, hay varios factores importantes que influyen para llegar a ese momento. Una de ellas es la tasa de vacunación, que es un factor crítico para controlar la propagación del virus y reducir la gravedad de las infecciones.

“A medida que aumenta la cantidad de personas vacunadas a nivel global, es más probable que se alcance la inmunidad colectiva” añade el académico UC. Lo que reducirá la propagación y circulación del virus. Por lo tanto, es fundamental seguir promoviendo la disponibilidad de vacunas a nivel mundial para lograr una tasa de vacunación óptima.

Otro factor importante, es el surgimiento de nuevas variantes del virus. A medida que el virus continúa propagándose, pueden surgir nuevas variantes que son más contagiosas o resistentes a la inmunidad inducida por las vacunas actuales.

“Por lo tanto, es esencial continuar monitoreando y estudiando estas nuevas variantes para adaptar las estrategias de prevención y tratamiento” explica el director de IMII.

Por último, siempre es un aporte el mantener las medidas sanitarias, como:

• El uso de mascarillas en lugares de alta aglomeración.
• Mantener el lavado frecuente de manos.

Esto, de acuerdo a Kalergis, contribuirá a prevenir la transmisión del virus y reducir la carga en los sistemas de salud. Además, estas medidas son importantes de aplicar para prevenir el contagio con cualquier tipo de virus respiratorio, sobre todo frente a la llegada de los meses fríos en Chile.

Otro estudio sugiere que si el virus no cambia, la inmunidad contra la reinfección basada en la infección puede durar hasta tres años. Pero esa inmunidad puede desvanecerse más rápido si el virus muta.

Sin embargo, los autores de la investigación explicaron que es mucho más arriesgado confiar en la inmunidad contra la infección que vacunarse.

Además, de que es casi imposible aplicar los resultados del estudio para predecir el riesgo de una persona de infectarse en el futuro. La inmunidad depende de una variedad de factores, incluyendo la genética, la edad y el sexo. Y el riesgo pasado de infección no es necesariamente un buen predictor del riesgo de infección futura, porque continuamente surgen nuevas variantes.

La duración de la inmunidad proporcionada por la vacuna bivalente sigue siendo objeto de estudio y se necesitan más datos y mayor tiempo de seguimiento para determinar con precisión cuánto tiempo dura la protección.

Pero, es una vacuna que entrega una pequeña protección adicional a las vacunas anteriores “porque las personas ya estamos partiendo de una inmunidad basal relevante” señala Pérez.

Sin embargo, se espera que la vacuna “proporcione una protección significativa durante varios meses, especialmente considerando que se trata de un refuerzo de inmunidad que permitirá reactivar y expandir la memoria inmunológica” comenta el director de IMII.

El período de incubación de la cepa original, era en promedio unos 5-6 días después del contacto con alguien contagiado, y la mayoría de las personas continuaban con síntomas el día 14.

Pero con Ómicron cambió el escenario, y su periodo fue mucho más corto. De acuerdo a recientes análisis, sugieren que el número correcto para la incubación podría ser alrededor de 3 días.

Asimismo, las personas infectadas pueden transmitir el virus a otros ,2 o 3 días antes de que comiencen los síntomas y son más contagiosos 1 o 2 días antes de sentirse enfermos.

Las pruebas rápidas, también llamadas pruebas de antígenos, detectan proteínas específicas (antígenos) en la superficie del coronavirus, por lo que significa que si da positivo, es muy probable que esté infectado, según la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.

Sin embargo, existe una mayor probabilidad de falsos negativos con las pruebas de antígeno que con las pruebas de PCR, lo que significa que un resultado negativo de la prueba rápida no puede descartar definitivamente una infección activa.

Un estudio de enero de 2023 encontró que los test de antígenos no son confiables para identificar a las personas con cargas virales bajas.

Sin embargo, los test han funcionado bien como una forma de identificar la contagiosidad. Por lo que, un resultado negativo de la prueba significa que tiene un riesgo bajo de transmitir el virus a otras personas.

Hasta hoy se siguen identificando síntomas tales como:

• Fiebre
• Dolor de cuerpo
• Tos seca
• Fatiga
• Dolor de cabeza
• Pérdida de apetito y olfato

Estos síntomas suelen ser parecidos a un resfrío común, “un poco más fuerte con mayor decaimiento” sin embargo “es mucho menos frecuente que desarrollen una neumonía” excepto personas con enfermedades previas, explica el doctor Pérez.

Asimismo, otras personas tienen síntomas gastrointestinales, como pérdida de apetito, náuseas, vómitos, diarrea y dolor o malestar abdominal asociados.

Según el Informe de Variantes SARS-CoV-2 del Instituto de Salud Pública de Chile del 20 de enero de 2023, que extrae muestras acumuladas de vigilancia de fronteras, las variantes más frecuentes son:

• Ómicron con el 83,33% de las muestras secuenciadas, de las cuales BA.1 y BQ.1 (“Perro del infierno”) son las subvariantes más frecuentes.
• Delta con el 9,40%.
• Gamma con el 2,21%.

Un estudio, publicado en The BMJ , donde compararon datos de más de 190.000 adultos, de 18 a 65 años, que dieron positivo por el virus Sars-CoV-2 en 2020, y se les dio seguimiento por 6 meses. Descubrió que el 14% de las personas que habían tenido Covid-19 desarrollaron un nuevo problema médico durante los siguientes seis meses.

Los nuevos problemas médicos afectaron una variedad de sistemas corporales e incluyeron insuficiencia respiratoria, ritmos cardíacos anormales, diabetes, problemas neurológicos y problemas hepáticos y renales.

Se observó un mayor riesgo en personas más jóvenes que antes estaban sanas, pero fue mayor en personas mayores y en aquellas con problemas médicos preexistentes.

Otro estudio, mostró que durante los seis meses posteriores a los primeros 30 días posteriores a la infección, las personas que habían tenido Covid-19 tenían muchas más probabilidades de morir o experimentar un problema médico o de salud mental que nunca antes habían tenido.