Poco después del inicio de la pandemia y en medio de las dudas que aún generaba el poder infectante del Sars-CoV-2, muchos científicos advirtieron sobre la necesidad de desinfectar constantemente superficies.
Un estudio publicado en 2020 en New England Journal of Medicine, aplicó una cantidad estándar de virus en aerosol a diferentes superficies, y otra investigación, del mismo año, pero publicada en The Lancet, ubicó una gota que contenía una cantidad establecida de virus sobre una superficie.
En ambas investigaciones, las superficies donde se aplicó el virus se incubaron a temperatura ambiente. Se recolectaron muestras a diferentes intervalos de tiempo, que luego se usaron para calcular la cantidad de virus viable que parmanecían en diferentes superficies. Ambos estudios corrobaron que el Sars-CoV-2 puede detectarse en superficies durante un período de tiempo determinado, que dependía de varias variables.
Sin embargo, conforme avanzó la crisis sanitaria, mucha gente dejó de sanitizar superficies o limpiar alimentos y ropa, cuando se enteraron que el riesgo real de transmisión de Covid-19 estaba en el aire.
Pero, ¿la llegada de la contagiosa variante Ómicron podría reintroducir esta vieja práctica?
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, su sigla en inglés), la transmisión respiratoria sigue siendo la principal forma de contagio del Covid, incluyendo la actual variante Ómicron. “Es posible que las personas se infecten a través del contacto con superficies u objetos contaminados (fómites), pero el riesgo generalmente se considera bajo”, dice la agencia.
Dr. Peter Chin-Hong, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco, aseugró que Ómicron no cambiará este escenario.
“No tengo motivos para esperar que Ómicron actúe de manera diferente a otras variantes respecto al riesgo de transmisión a través de superficies”, dijo el científico en una nota difundida por el sitio Newsnationnow.
De acuerdo a los CDC, el tiempo que pueda durar el virus en las superficies, dependerá de su tipo. Si es porosa, como el algodón, por ejemplo, “los estudios informan la incapacidad de detectar virus viables en cuestión de minutos u horas”, dice el CDC. Si no es porosa, como vidrio, acero inoxidable o plástico, los estudios han podido detectar el virus después de días o semanas.
Sin embargo, bajo “condiciones ambientales interiores típicas”, los estudios han encontrado una reducción del 99% en el coronavirus infeccioso en tres días o 72 horas. Esa línea de tiempo se acelera mucho cuando se tiene en cuenta la ventilación, como una ventana abierta.
No exagerar con la limpieza
Otra investigación realizada por el Centro de Virología y Biotecnología Vector de Rusia, muestra que Ómicron pierde su capacidad de infección más rápido en las baldosas de cerámica, en menos de 24 horas, según este estudio.
Un equipo de investigadores de la institución llevó a cabo experimentos en superficies de metal, plástico, cerámica y en agua destilada. “Se ha establecido que el virus dura menos en la cerámica, en menos de 24 horas se dejan de detectar virus activos”, señaló la entidad en un comunicado.
La capacidad de transmisión del patógeno en el medioambiente, enfatiza Vector, disminuye con el tiempo.
Los científicos concluyen así que Ómicron no se diferencia de otras variantes estudiadas antes, pero que aún así se pueden usar cualquier tipo de desinfectantes como un método eficaz para prevenir los contagios.
Se ha demostrado que las soluciones desinfectantes también funcionan contra el virus, pero los expertos no creen que la limpieza deba ser el enfoque principal. El riesgo de transmisión por fómites (enfermarse por una superficie que tiene partículas de virus) es muy bajo, dice el CDC, y el riesgo de transmisión respiratoria (enfermarse por respirar partículas de virus) es bastante alto, especialmente en ambientes interiores donde la gente no lleva mascarillas.
“Nunca antes había limpiado mis compras en ningún momento durante la pandemia... y no espero hacerlo, nunca, durante las oleadas de Covid”, dijo Chin-Hong. “El aire es el problema y deberíamos concentrarnos en eso en lugar de distraernos con las superficies”.
De acuerdo con una investigación de la Universidad de Bristol, la variante Ómicron de Covid-19 puede permanecer en el aire por varios minutos. Es decir, si alguien sin mascarilla estornuda puede dejar el virus libre por más de 15 minutos.
La capacidad de infección en los primeros segundos que el aerosol con el virus permanece en el aire presenta una drástica caída, bajando en un promedio de 54% en los primeros cinco segundos, de acuerdo a la investigación. Esto se debe a una baja deliberada de la humedad relativa (HR) durante las pruebas, la cual simularía la salida del virus del cuerpo hacia el ambiente.
“Curiosamente, aunque la pérdida inicial de infectividad a baja HR es casi instantánea, la infectividad del virus permanece más estable y solo disminuye un promedio del 19% durante los siguientes cinco minutos”, señaló Jonathan Reid, profesor de la Universidad de Bristol y quien dirigió la investigación.
La supervivencia del resto de partículas disminuye con el tiempo hasta que sea indistinguible después de 20 minutos.
Sin embargo, esos cinco minutos son los suficientemente potentes como para infectar a una perona.
¿Puede el virus sobrevivir en el aire incluso después de que una persona infectada haya salido de una habitación? La investigación sugiere que la respuesta es sí: las partículas pueden permanecer desde minutos hasta horas, dice el CDC. Todo depende del flujo de aire en la habitación, la temperatura, la humedad entre otros factores.
La Dra. Kirsten Bibbins-Domingo, presidenta del Departamento de Epidemiología y Bioestadística de la UCSF dijo en una entrevista con CapRadio, que cuando entra en una habitación, no se pone nerviosa por saber quién estuvo antes que ella. “Pero me pongo nerviosa cada vez que estoy dentro de una habitación que no está tan bien ventilada, incluso por personas que están al otro lado de la habitación, o personas que podrían estar mucho más lejos de mí de lo que generalmente sospecharía. Porque el aire que hay allí simplemente no circula de la manera que realmente está diseñada para mantenerme a salvo. Esas partículas virales están como suspendidas en el aire”, advirtió.