Es doloroso ver a alguien que te importa tomar lo que percibes como malas decisiones en la vida: todos queremos lo mejor para nuestros seres queridos. Esto puede ser particularmente difícil cuando están saliendo con alguien que no crees que sea bueno o adecuado para ellos.
Swifties (los fans de Taylor Swift) experimentaron esto recientemente cuando se informó que la cantante estaba saliendo con el famoso chico malo y favorito “problemático” Matt Healy de la banda The 1975. Algunos fanáticos forman relaciones parasociales con figuras famosas como Swift: aquí es donde sienten que tienen una relación personal cercana con una celebridad y se sienten comprometidos con ellos, mientras que la celebridad no tiene idea de quiénes son.
Las acciones de Taylor Swift son visibles para la disección pública y se convierten en forraje para el contenido viral de las redes sociales. Como esta nueva relación dominó las líneas de tiempo de las redes sociales, muchos de sus fanáticos desearon que ella tomara una decisión diferente.
Swifties la llamó para terminar la relación. Para ellos, era simple: Healy no era buena para ella. Swift parece haber escuchado cuando se informa que la pareja se separó. Pero no es tan fácil decirles a tus verdaderos amigos qué hacer con sus vidas, especialmente en asuntos de romance, amor y sexo.
Estas son las cuatro formas de decirle a un amigo o amiga que su nueva pareja no le conviene
Hacer que otros modifiquen su comportamiento cuando no han pedido ayuda puede parecer un insulto o una “amenaza“.
Esto se debe a que cuando tratas de dirigir el comportamiento de los demás, involucra dos dimensiones: una es el derecho (tu poder para decirles qué hacer) y la otra es la contingencia (cuán difícil sería para ellos tomar esa acción).
Dar consejos no solicitados es un movimiento de alto derecho que sugiere que sabes más, algo difícil de reclamar cuando estás hablando como un extraño sobre la vida amorosa privada de otra persona. Y pedirle a alguien que rompa con alguien con quien se ha comprometido es un acto de alta contingencia que requiere un esfuerzo serio, emocional y de otro tipo.
Esto es frustrante porque nuestras opiniones sobre la vida de nuestros amigos provienen de querer ayudarlos y apoyarlos. Y a veces, los amigos toman decisiones que no solo son imprudentes, sino también peligrosas. Las conversaciones difíciles solo se vuelven más difíciles si la otra persona no está de acuerdo en que hay un problema o que necesita cambiar algo.
1. Evidencia sólida
Primero, necesita una buena base de evidencia antes de comenzar estas conversaciones. No puede simplemente afirmar una creencia cuando se trata de las experiencias de otras personas: debe poder proporcionar ejemplos concretos que puedan recordar, interpretar y discutir.
Puede utilizar algunas de las mismas estrategias básicas utilizadas en la investigación para comprender y mejorar la situación: los ejemplos específicos y acordados nos brindan un punto de referencia compartido para hacerlo. Tener estas referencias compartidas es fundamental si la otra persona no ve un problema.
2. Aumentar su conciencia sobre el impacto
En segundo lugar, tendrá que hacer que se den cuenta de que la situación puede sentirse mal y/o cómo lo que están haciendo podría estar afectando a los demás de forma negativa.
Para hacer esto, intente alentarlos a reconocer y rastrear evidencia en su vida cotidiana. ¿Han notado cómo trata su pareja a los padres y amigos? ¿Cómo se sienten en público versus en privado con su pareja? ¿Hay discrepancias entre lo que dice su pareja y lo que hace? Ayude a su amigo a reconocer el problema primero y será más fácil persuadirlo de que algo debe cambiar.
3. Evita los conflictos
En tercer lugar, si existe la posibilidad de un conflicto, hay pequeñas cosas que puede hacer para solucionarlo. Por ejemplo, cuando anticipa desacuerdos, puede diseñar lo que dice para evitar posibles malentendidos o interpretaciones negativas.
Puede decir “así es como me parece” o “es posible que no tenga la idea correcta” antes de ofrecer su punto de vista. También puede hacer un seguimiento de las respuestas para verificar posibles malentendidos a medida que avanza. Por ejemplo, puede seguir haciendo preguntas para comprender qué significa realmente un posible desacuerdo; este enfoque es común en la terapia.
Una buena táctica consiste en repetir lo que le han dicho para confirmar que lo has hecho bien. Debes asegurarte de que la otra persona se sienta escuchada con atención y apoyada emocionalmente, incluso si hay un desacuerdo.
Si encuentra un desacuerdo, es importante evitar culpar a la otra persona o hacer declaraciones exageradas en el fragor del momento que puedan rechazar fácilmente.
Sin embargo, esto no significa evitar la emoción por completo. La emoción es una dimensión normal y útil de la interacción social cotidiana, pero tenga cuidado. Por ejemplo, en lugar de mostrar frustración, enfatiza tu propia preocupación y respeto por tu amigo.
4. Pasos de bebé
Finalmente, adopte un enfoque incremental. Sugiera un pequeño paso que involucre hacerles conscientes de los posibles problemas en su relación y planifique futuras conversaciones.
Tenga en cuenta que es poco probable que logre que consideren su punto de vista en una sola conversación. Cuanto más grande es el problema que se aborda, más trabajo y más tiempo lleva. Vale la pena luchar porque es una inversión en el futuro de la vida de tu amigo. Pero hasta que estén de acuerdo en que algo anda mal, es poco probable que hagan cambios importantes.
Ya sea debido a intervenciones de amigos o no, la supuesta mala elección de relación de Taylor Swift puede haberse deshecho, pero no siempre resulta así. A veces tienes que vivir con las malas decisiones de otras personas, al menos hasta que ellos también reconozcan el problema.
Jéssica Robles, profesora de Psicología Social, Universidad de Loughborough