Ya no era una charla unidireccional, como el martes. Esta vez, el etólogo y divulgador científico Richard Dawkins (77) conversó en la quinta jornada del Congreso Futuro sobre evolución, darwinismo y ateísmo. Este último punto es el que más le apasiona, y el que más polémica produce entre su audiencia.
El británico es conocido por teorizar e impulsar ideas sobre una evolución genética por competencia y sobrevivencia, y no por azar. Su mentor en teoría evolutiva es el también británico Charles Darwin, quien comenzó con esta línea evolutiva de "selección natural", contradiciendo, en pleno siglo XIX, los postulados divinos occidentales de que un ser todopoderoso es el responsable de la creación.
A través de la selección natural y la evolución progresiva, Dawkins se reconoce como un ferviente ateo que busca promover los avances que la ciencia puede mostrar. En sus libros, tales como El gen egoísta, Escalando el monte improbable y El espejismo de Dios, el británico se ha encargado de defender el ateísmo y desestimar su antítesis creacionista.
"Soy ateo desde la adolescencia, alzado por motivaciones políticas. Empecé a ver a Dios como un dictador de la humanidad, como un Kim Jong-un de los cielos", relata Dawkins.
Sin ánimos de ser cortés con la religión, Dawkins la acusa de inconcluyente e incapaz de explicar el origen de la vida y el desarrollo evolutivo. "La idea de invocar a un dios como explicación me parece denigrante. Es una 'no-explicación'", añade el divulgador.
Ciencia y religión parecen ser conceptos contradictorios para Dawkins. El británico reconoce que existen miles de científicos que siguen una religión, y que una no imposibilita a la otra, "pero debería hacerlo". Su problema es contra todo lo que contradiga el avance racional y empírico que defiende.
El ateísmo, según cuenta Richard Dawkins, es acusado de cargar antivalores y carecer de moral. Sin embargo, refuta esto al decir que a través de su Fundación para la Razón y la Ciencia. "Hemos recibido a muchos clérigos que se declaran ateos, pero se rehúsan a hacer pública su creencia por la carga social que esto conllevaría", asegura. "Parece que una persona atea no podría ser moral, parece que solo se puede ser moral con la Biblia bajo el brazo", ironiza Dawkins.
Asimismo, Dawkins acusa que "aún existen muchos ateos escondidos. En Estados Unidos, uno no podría ser elegido congresista, o Presidente, si no creyera en Dios".
El británico invitó a todos los ateos a "salir del clóset" de la religión. Tal como lo hizo la comunidad homosexual. "Ha funcionado muy bien que ellos se hayan mostrado al mundo, y pienso que con los ateos sería algo muy parecido", enfatizó.