Según el registro de Memoria Chilena, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) es una entidad de derecho privado dependiente del Ministerio de Agricultura, cuya principal tarea es administrar la política forestal de Chile y fomentar el desarrollo del sector.
Según este registro, el organismo nació de una modificación de los estatutos de la antigua Corporación de Reforestación mediante Decreto del 19 de abril de 1973 (publicado en el Diario Oficial el 10 de mayo del mismo año), bajo el Gobierno de Salvador Allende, con el objetivo de “contribuir a la conservación, incremento manejo y aprovechamiento de los recursos forestales del país”.
En su génesis, el organismo era el encargado de velar por el resguardo de los parques nacionales, con sus guardaparques, además de proteger los bosques del país, para cual se creó una brigada que hasta hoy es la encargada de combatir los incendios forestales.
Conaf y su incierto futuro tras ley que les quita administración de parques nacionales
Sin embargo, y después de 50 años de historia, la nueva ley que creó el Servicio Nacional de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP) transformará buena parte de las labores de este organismo, aunque desde el Gobierno garantizan que el organismo no se acabará.
De acuerdo a un comunicado del Ministerio de Medio Ambiente, tras la aprobación de la ley que crea este nuevo servicio, “una vez en marcha, se hará un traspaso de todas las áreas protegidas administradas por Conaf al Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas con todos sus recursos financieros”.
El comunicado, que en este punto se titula, “El SBAP no elimina a la Conaf”, agrega que “no obstante, todos los demás programas de Conaf continuarán operando. Entre ellos, los referidos al control de incendios forestales o fomento forestal. Es necesario destacar que los sindicatos de Conaf han sido escuchados en todas las instancias de tramitación de este proyecto de ley tanto por los tres gobiernos que han tramitado este proyecto como también por parlamentarios”, señala el documento.
Pero Ricardo Heinsohn Vergara, abogado y presidente del Sindicato Nacional de Profesionales de Conaf, no está de acuerdo con la creación de este Servicio. “Esto es un desastre del que serán cómplices los parlamentarios y este Gobierno. Este es un muy mal proyecto para Chile. Y no solo porque permite la instalación de industrias salmoneras, mineras, hidroeléctricas e inmobiliarias en las Áreas Protegidas, sino porque solo busca el lucro en ellas y terceriza en privados muchas funciones públicas”, dice el representante gremial.
Ante esto, el director ejecutivo de Conaf, Christian Little, responde que en 2015 se realizó un proceso participativo dentro de la Corporación Nacional Forestal llamado “Conversemos nuestra CONAF” donde se conversó y analizó con los sindicatos y funcionarios la transformación de la CONAF en un servicio público dotado de herramientas y atribuciones para avanzar en diversas áreas de su competencia. “Actualmente, la CONAF carece de ciertas potestades públicas debido a que es una corporación de derecho privado por lo que es necesario transformarla en un servicio público”.
Después de estas conversaciones, se elaboró un libro sobre este proceso participativo donde quedaron plasmadas todas las reuniones que se realizaron y los acuerdos logrados, esto dio paso al proyecto de ley que fue aprobado por la cámara de diputadas y diputados y que hoy se retomó, en su segundo trámite constitucional, en el Senado. “Esta dirección ejecutiva ha conversado en varias ocasiones con los sindicatos y como siempre siguen las puertas abiertas para continuar con el diálogo que nos llevarán a tener una Conaf más fortalecida y empoderada”, añade Little.
Heinsohn Vergara asegura que las Áreas Protegidas serán concesionadas para turismo a privados hasta por 30 años. Y que esas concesiones abarcarán todo el territorio de cada Área Protegida, no como en la actualidad, que se concesiona una mínima porción de ellas. “Ese es el mandato de la OCDE. Potenciar el turismo a gran escala en las Áreas Protegidas”, denuncia.
Este último añade que además, se tercerizan funciones públicas como el monitoreo de la biodiversidad, el catastro de especies y la fiscalización del cumplimiento de la ley de Bosque Nativo y de los planes de manejo en las Áreas Protegidas. “Un horror”, critica.
Renzo Galgani, gerente de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf, dice que tras la aprobación del proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), desde la Corporación Nacional Forestal (Conaf) iniciarán el proceso de traspaso de la administración del sistema de áreas protegidas al SBAP.
“Junto a esto, se transferirá toda la experiencia y el conocimiento adquirido durante décadas por parte de los equipos humanos de la Conaf al SBAP lo que permitirá continuar protegiendo, y con mayores herramientas, el capital natural de las y los chilenos que se encuentran en los parques, reservas y monumentos naturales del Estado”, adiciona Galgani.
Pero Heinsohn Vergara dice que en la práctica esto significa que el organismo quedará reducido solo al combate de los incendios forestales, plantaciones (pinos, eucaliptus y demás especies exóticas) y el bosque nativo en lugares que no sean Áreas Protegidas, sitios prioritarios, áreas degradadas y áreas amenazadas. “O sea, Conaf quedará solo a cargo de un 20% del bosque nativo”.
Las dudas con el nombre
Actualmente se tramita una ley paralela a la que creó el SBAP, que entre otras cosas definirá el futuro exacto del organismo, incluyendo el nombre. Algunos trascendidos afirman que podria llamarse Serconaf.
“Conaf seguirá llamándose Conaf mientras quiera que subsista el Gobierno. Porque hay otro proyecto en trámite que intenta transformar Conaf en el Servicio Nacional Forestal. Otro proyecto malo. Con eso terminan de destruir Conaf”, cierra el dirigente gremial.