Un informe independiente de Access to Medicine Foundation, muestra que las empresas farmacéuticas más grandes del mundo no están preparadas para la próxima pandemia a pesar de la creciente respuesta que existe en la actual pandemia de Sars-Cov-19.
Según The Guardian, Jayasree K. Iyer, directora ejecutiva de esta organización sin fines de lucro y financiada por los gobiernos de Reino Unido y Holanda, entre otros, destacó que existe un brote del virus Nipah en China, con una tasa de mortalidad de hasta 75%, como potencialmente el próximo gran riesgo de pandemia.
“El virus Nipah es otra enfermedad infecciosa emergente que causa gran preocupación”, dijo. “Nipah podría explotar en cualquier momento. La próxima pandemia podría ser una infección resistente a los medicamentos " agregó.
Para los resultados se monitoreó que de 20 compañías farmacéuticas importantes (como GSK y Pfizer) y la disponibilidad de sus medicamentos para 82 enfermedades en países de ingresos bajos a medianos. Los esfuerzos de las empresas para desarrollar nuevos medicamentos continúan centrándose en un puñado de enfermedades, como el VIH / SIDA, la tuberculosis, la malaria, Covid-19 y el cáncer.
Enfermedades infecciosas
El informe de la fundación, muestra que el Nipah (virus que causa síntomas respiratorios en los casos leves, pero en los más severos puede causar inflamación cerebral, llamada encefalitis, que puede ser mortal) es una de las 10 enfermedades infecciosas de las 16 identificadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el mayor riesgo para la salud pública y que no es parte de proyectos de investigación de las empresas farmacéuticas.
También, incluyen la Fiebre del Valle del Rift, común en el África subsahariana, junto con el Mers y el Sars, enfermedades respiratorias que son causadas por coronavirus y tienen tasas de mortalidad mucho más altas que el Covid-19 pero son menos infecciosas.
A pesar de que mientras se desarrollan cuatro productos para el virus chikungunya transmitido por mosquitos que se ha propagado rápidamente en los últimos años en América, África y la India: una vacuna, un medicamento, una herramienta de diagnóstico y un nuevo insecticida espacial en aerosol de Bayer que también funciona para el Dengue y el Zika.
Iyer, también advirtió que una posible pandemia de resistencia a los antimicrobianos (RAM), es la norma mundial, no solo es “impensable, es inevitable, a menos que la industria farmacéutica se comprometa seriamente a desarrollar antibióticos de reemplazo”.
El doctor Juan Diego Maya, director del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Universidad de Chile, dice que a pesar la existencia de este tipo de enfermedades, el financiamiento para su investigación actualmente es bajo.
“Esto tiene que ver con que epidemiológicamente aún no generan impactos significativos en los sistemas de salud. Pero debemos siempre tener en cuenta que esta situación, entre otros factores por el cambio climático, puede evolucionar en cualquier minuto, y hacer que las condiciones para la propagación del virus se modifiquen y se vuelva más agresivo” agrega.
Anticipación a una próxima crisis
El informe dice que a pesar de años de advertencias de que es probable que los nuevos coronavirus causen una emergencia de salud global, la industria farmacéutica, así como la sociedad en general, estaban mal preparadas para la pandemia de Covid-19.
No había proyectos sobre enfermedades coronavirales en los planes de los fabricantes de medicamentos antes del Covid-19, pero como se convirtió en una pandemia mundial, la industria desarrolló en solo unos meses diversas vacunas. Un total de 63 vacunas y medicamentos para el Covid-19 están ahora aprobados o en desarrollo.
Pero ¿por qué no existe una anticipación a una propagación de las enfermedades que ya se consideran peligrosas? El Dr. Maya, dice que “desde el punto de vista de la industria, las enfermedades desatendidas no son económicamente rentables. Si bien están demostrando tener ciertos niveles de contagiosidad, no llegan a tener la velocidad ni la amplificación del Covid-19”.
“Esto hace que hayan estado limitadas a áreas geográficas determinadas por distintas razones epidemiológicas. Hasta ahora, cuando una de estas enfermedades ha sido muy contagiosa y letal, su diseminación no fue lo suficientemente rápida y no llegó a ser una pandemia” agrega.
Sin embargo, Maya dice que el riesgo de que estas enfermedades se expandan sí existe, en especial en aquellas enfermedades de origen zoonótico, que pueden cambiar su comportamiento habitual, ser más agresivas y de impacto global.
Además, no se trata de que “las farmacéuticas no se anticipen a posibles crisis, sino que en ellas priman criterios economistas, lo que también quita interés para que se desarrolle investigación. Cuando ocurrieron las crisis de Sars y Mers, se hicieron estudios para generar tratamientos pero, una vez contenida la epidemia, el interés decayó. Y con ello, el rédito económico de la industria desapareció” comenta.
En el caso de Chile, según el director de ICBM, el país se está aprendiendo a preparar ante una nueva pandemia. “La comunidad científica ha realizado aportes importantes desde distintos ámbitos, pero para ello también se necesita más inversión” dice.
“Por ejemplo, investigadores del ICBM son parte de estudios que apuntan a mejorar nuestras capacidades ante una eventual amenaza, y hacernos menos dependiente de la importación de conocimiento. El desarrollo de conocimiento propio frente a una situación tan catastrófica es clave desde el punto de vista de la ciencia básica, la salud pública y la innovación” agrega.
Las farmacéuticas
La farmacéutica británica GSK volvió a ocupar el primer lugar en el índice, mientras que la estadounidense Pfizer se ubicó entre las cinco primeras por primera vez, detrás de GSK, Novartis y Johnson & Johnson.
Según The Guardian, Emma Walmsley, directora ejecutiva de GSK, dijo: “Seguimos firmemente comprometidos con la mejora de la investigación, el acceso y el desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas para las enfermedades de salud mundial, en particular el VIH, la tuberculosis y la malaria, las pandemias futuras y la resistencia a los antimicrobianos”.
Por su parte, Novartis fue la primera empresa en desarrollar un enfoque sistemático para garantizar que los productos lleguen a los países más pobres, que enfrentan más del 80% de la carga mundial de enfermedades, más rápidamente.
Sin embargo, por el momento, muchos medicamentos no llegan a los países de ingresos bajos y medianos, incluso años después de su lanzamiento. Unos 64 de los 154 productos analizados no están cubiertos por ningún tipo de estrategia de acceso (precios equitativos, licencias voluntarias o donaciones) en ninguno de los 106 países examinados.
Jayasree K. Iyer, se embarcará en una gira virtual en febrero para alertar a los inversores de las empresas farmacéuticas sobre los hallazgos del informe y movilizarlos para presionar a las empresas.