Si fuera una película de ciencia ficción o de terror se podría decir que es la apertura de un portal extraterrestre o la entrada a otro Universo extraño. Sin embargo, se trata de una imagen de lo que parece ser un agujero en medio del espacio tomado por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA (Agencia Espacial Europea).
La imagen muestra a NGC 1999, una nebulosa de reflexión que se encuentra a unos 1350 años luz de la Tierra, cerca de la Nebulosa de Orión, conocida por ser la fábrica de estrellas masivas más cercana a nuestro planeta.
Descrito por los científicos como un “ojo de cerradura cósmico”, ya que se parece a cuando uno mira a través de una cerradura de puerta de una habitación oscura, es en realidad una nebulosa de reflexión, es decir, una “reliquia de la formación estelar reciente: está compuesta de detritos que quedaron de la formación de una estrella recién nacida”, según la ESA.
Al igual que la cerradura que se forma al mirar un farol rodeado con niebla, las nebulosas de reflexión como NGC 1999 solo brillan por la luz de una fuente externa, en este caso, la estrella recién nacida V380 Orionis que se visualiza en el fondo de la imagen. Pero lo que más ha llamado la atención de los científicos es el agujero en el centro de proporciones cósmicas.
Esta imagen en realidad fue captada por primera vez en 1999 por la Cámara Planetaria de Campo Amplio 2 en Hubble, y en ese momento los astrónomos no sabían si el ojo de cerradura era un agujero real en el espacio o simplemente una masa de gas frío y polvo. Se creía que podía ser algo llamado glóbulos de Bok: “una nube densa y fría de gas, moléculas y polvo cósmico que oculta la luz de fondo”, explica la ESA.
Sin embargo, otras observaciones de seguimiento realizadas por telescopios más potentes, como la del Observatorio Espacial Herschel de la ESA, un telescopio espacial con una óptica más poderosa que el Hubble, que voló desde 2009 hasta 2013, revelaron que esta mancha oscura es una región vacía del espacio que entrega una vista del otro lado de la nebulosa.
En este caso, la estrella recién nacida actúa como un farol en la niebla, arrojando luz sobre las nubes de polvo y gas que se mueven a su alrededor, que son materiales que quedan después de la formación de la estrella . De ahí proviene el nombre de nebulosa de reflexión, ya que nebulosa significa “nube” o “niebla” en latín.
Hasta el momento los científicos aún no comprenden el motivo del gigantesco espacio en medio de la nube, según informa la ESA.
El Telescopio Hubble ha capturado estrellas y galaxias por más de 30 años, y a pesar de sus años, aún se mantiene firme. Recientemente tomó un primer plano de la Nebulosa de Orión y captó la estrella más lejana jamás vista por el hombre.
Y aunque existen nuevos telescopios, más modernos y poderosos como el Telescopio Espacial James Webb, que no deja de asombrar por su potente óptica sin precedentes, ambos unidos proporcionan vistas alternativas de fenómenos cósmicos y permiten crear imágenes compuestas para crear otras más completas.
De hecho, los astrónomos combinaron hace poco los datos de los telescopios Webb y Hubble para crear imágenes de galaxias distantes. También se han combinado con las observaciones del Observatorio de rayos X Chandra de la Nasa para crear profundidad.
Pero claro, los telescopios sirven mucho más que para sorprender con imágenes bonitas, su principal función es comprender el Universo, y en ello, ya han descubierto cosas asombrosas como el futuro del Sol.
Puedes ver más imágenes del Hubble en el sitio web del Hubble de la ESA.