Cada año, miles de niños y niñas son víctimas de abuso sexual. Una realidad preocupante, que no solo requiere de altas penas, indican los estudios, sino que además visualizar el contexto social de la violencia sexual, para evitar que eso ocurra.
Y en esa misma línea, desde los años 80 diversas investigaciones advierten sobre los riesgos de la sexualización de la infancia. Cuando los niños y niñas son socializados prematuramente en sexualidad, o cuando se les otorga un valor social en relación al deseo sexual que puedan despertar a través de discursos o mensajes publicitarios, ellos y ellas son vulnerados en sus derechos.
Una discusión que en estos días ha tenido a varias marcas de productos escolares e infantiles bajo el juicio público: muestran a niños y niñas, y adolescentes en actitudes sexualizadas.
La Defensoría de la Niñez ante esa situación presentó un oficio al Consejo Nacional de Autorregulación Publicitaria (Conar), para que revise las campañas publicitarias y para ofrecerles apoyo para trabajar temas de infancia en conjunto.
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Imagen de la publicidad escolar de Monarch.[/caption]
Patricia Muñoz, Defensora de la Niñez, indica a Qué Pasa, que como organismo les preocupa la exposición que respecto de niños de niñas y también de adolescentes, se está haciendo a través de la publicidad, "porque ciertamente involucra una vulneración en el contexto de la sexualización e hipersexualización que de su imagen se hace".
"Esta situación la hemos podido observar en el caso de Monarch, que ha retirado su publicidad, pero también en el caso de Motta, de Falabella y de otras empresas, que en definitiva no logran entender que tienen un deber ético relacionado con la protección de la imagen y de los derechos de niños, niñas y adolescentes", agrega Muñoz.
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Declaración de la empresa Monarch ante las críticas a su campaña escolar, que retiró de sus puntos de venta.[/caption]
Impacto publicitario
No da lo mismo cómo los niños son presentados en la publicidad. En el año 2007 la Asociación Americana de Psicología (APA) alertó que esa hipersexualización implicaba riesgos y el nocivo mensaje de que a mayor nivel de erotismo, mayores beneficios y éxito social.
Desde esa perspectiva, señala Muñoz, valoran que la Conar haya tomado cartas en este asunto de oficio. "Por lo tanto, esperamos que así como Monarch retiró esta publicidad, las demás empresas lo hagan, porque sin duda esta situación produce un impacto en niños, niñas y adolescentes, un impacto negativo", advierte.
La APA, dice Muñoz, ha planteado en términos bastantes claros y contundentes desde la perspectiva científica cómo, la sexualización o hipersexualización de los niños en edades tempranas puede tener impacto en su propio desarrollo sexual. "Pero también en otros ámbitos de su desarrollo vital, como por ejemplo en esta cosificación que tiene una incidencia muy directa en la sexualizacion con la que se observan a las niñas y adolescentes", advierte.
Cristián Rudloff, publicista y dueño de la agencia Bar Comunicaciones, explica que muchas veces la publicidad busca "impactar" y ser disruptiva en su mensaje. Pero esa práctica hoy está en entredicho. "Hay tanto mensaje que trata de ser disruptivo, pero debemos entender el momento que vive la sociedad. Si la campaña quería llamar la atención, salir en los medios y aprovecharse un poco lo logró. Pero no estamos en los tiempos de hacer ese tipo de campañas", advierte.
La conciencia que se tiene sobre temas como el sexismo, los derechos de la mujer y la violencia sexual infantil, dice Rudloff, también tiene que reflejarse en la publicidad. "El daño que eso puede tener en la imagen de la marca, es muy grande. Hay que tener claro que se puede ser disruptivo, pero hay que ser creativos, ya no estamos en tiempos para llamar la atención con una mujer con mini falda, y si estamos hablando de que se sexualiza más encima en niños no corresponde, no se entiende cómo aparece eso en la publicidad."
Una discusión que hace 10 ó 15 años no habría sido tan intensa, reconoce Rudloff. La sociedad cambió y hoy los mensajes llegan rápidamente al celular y se cuestionan situaciones de este tipo. "El consumidor está mostrando un mensaje de que puede dejar de comprar esa marca. Pero además, a través de las redes sociales todos pueden manifestarse. Acá rápidamente se manifestó en desacuerdo con la publicidad", comenta.
Esas denuncias masivas, indica Muñoz, son relevantes. Dan cuenta que la sociedad está clara en no tolerar espacios de desprotección y de sexualización de este grupo de la población. "No solo los llamados a dar cumplimiento a las normas éticas son las empresas de publicidad y las empresa que contratan estas campañas, sino que también ponemos atención en los adultos responsables y en los padres de estos niños que participan en esto para que exijan que sus hijos no se vean involucrados en campañas de esta naturaleza, que pueden afectarles directamente en su desarrollo, un desarrollo integral, armonioso y conforme a las distintas etapas evolutivas".
La sexualización o hipersexualización infantil implica la imposición de una sexualidad adulta a los niños y niñas, los que no se encuentran ni emocional, ni psicológica,ni físicamente preparados para ella. Rompe con el desarrollo biológico normal y saludable de la sexualidad, advierten los expertos.
Afecta principalmente a las niñas. Las niñas se muestran maquilladas y vestidas como mujeres adultas, mientras que los niños no reciben el mismo tratamiento. De ese modo, ellas integran la idea de que el prototipo femenino es la idea de ser objeto sexual. Como consecuencia, continúan perpetuando numerosos estereotipos sexistas.
"Parte de la socialización del 'ser mujer' en la sociedad está el 'ser sexy'. Pero no el ser sexy que a ti te acomode, el ser sexy en un cuerpo joven, que cumpla con los requisitos de belleza del mandato social, un ser sexy que implique a la mujer como 'objeto' de consumo. Y no para el consumo de todos los públicos, sino para el consumo de los hombres", señalan al respecto a la publicidad de CMoran shoes, la ONG La Rebelión del Cuerpo.
"Esta publicida, primero objetiviza e hipersexualiza a NIÑAS! Ya que se asume que si estás en el colegio eres menor de edad, tienes menos de 17 años. Y segundo, perpetua lo que venimos diciendo hace tiempo, la violencia simbólica. Es violento ver a mujeres vestidas de escolares siendo sexys e hipersexualizadas. Se sigue perpetuando el estereotipo de belleza y la mujer como objeto de consumo. ¿Ustedes creen que alguien va a mirar esos zapatos? Porque sí, ¡esta publicidad es de zapatos! Y es lo que menos se nota en la foto", advierten.
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Imagen de la campaña escolar de la marca CMoran.[/caption]
La sexualización infantil se vincula además con problemas de salud mental, como problemas de alimentación (anorexia y bulimia), una baja autoestima y la aparición de depresión o frecuentes estados depresivos.
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Imagen de la campaña escolar de la marca CMoran.[/caption]
Las marcas están al debe y deben ser más inteligentes en la actual discusión, sostiene Rudloff. "La forma de comunicar también está cambiando y hay que ser más honestos y adaptarse a los tiempos. Con esto le estás dando de comer a la pedofilia. Siempre el ultimo filtro es la marca, uno sabe que no es la primera idea la que manda el publicista, acá el que tiene que hacerse cargo es la marca", indica.