La ciberseguridad es la protección de la infraestructura computacional y de todos los aspectos relacionados con el almacenamiento y manejo de datos y que, ante los avances tecnológicos, debe ser estudiada y actualizada constantemente para estar al día con los programas o herramientas que permiten proteger la información.
Esto tiene diversos alcances y está presente de manera transversal en distintos ámbitos de la sociedad. También, en el mundo académico y cada vez más intensamente en el mundo laboral.
"La seguridad informática está íntimamente ligada a la transformación digital de las empresas, por lo que necesario que existan programas de pregrado, postgrado y educación continua en las universidades para hacer frente a la creciente demanda", explica Carlos Bustos, director de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de Información A.G. ACTI.
La constante especialización que se necesita en el campo de la ciberseguridad es patente en diversos puestos de trabajo en esta área. Algunos de estos son los gerentes de seguridad de la información, arquitectos de seguridad, gerentes de riesgo, operadores de centros de seguridad y los auditores ISO 27.001, entre varios otros.
Sobre los contenidos de pregrado que se deben cursar en las mencionadas especializaciones en ciberseguridad, opina Carlos Bustos: "En ese tipo de estudios es importante la formación de ingenieros en ciberseguridad, para que se preparen en conceptos de redes, sis- temas, normas, mejoras prácticas y el concepto de transformación digital, llevado a la realidad de las empresas".
Círculo virtuoso
En el ámbito universitario, tanto la actualización y la comunicación son claves para que los profesores y alumnos desarrollen de manera óptima el proceso de enseñanza-aprendizaje. Esto es especialmente relevante en materia de ciberseguridad, porque los conocimiento van cambiando de manera vertiginosa. Lo mismo ocurre en el mundo laboral.
"El perfeccionamiento docente y de los alumnos es fundamental, pues acerca a las empresas al mundo universitario y viceversa, donde la capacitación y formación del personal docente permite ́formar formadores ́. Así se asegura que ellos dispongan de herramientas útiles y precisas, así como también el poder generar pasantías entre los alumnos en empresas de ciberseguridad, para que exista el complemento entre lo teórico y lo práctico", analiza Carlos Bustos de ACTI. En tanto, Nicolás Yuraszeck, socio de Magliona Abogados, también comenta cómo debe ser la retroalimentación entre estudiantes y docentes: "La ciberseguridad debe, en parte, tomar los elementos de métodos clásicos de enseñanza, como lo es la constante investigación y la capacitación, de manera de permanecer total- mente actualizados. Asimismo, la enseñanza debe estar inserta en un plan nacional, a través de alianzas estratégicas con el Estado, otras universidades y empresa privada, de manera de lograr el feedback necesario para hacer frente al siempre complejo mundo de la ciberseguridad".
En este desafío educativo, el principal concepto es que la tecnología avanza a pasos agigantados y la actualización es vital. "Vamos aprendiendo en el camino y a través de la formalidad que entrega una sala de clases o de la flexibilidad de la formación online. Además es necesario aprender haciendo, llevando los conocimientos a la práctica", explica Carlos Bustos de ACTI, quien agrega: "hay varios temas que están cambiando hoy, como la industria del cibercrimen, que está cada vez más organizada y cada vez existe mayor capacidad de automatización de los ataques. En el muy corto plazo vamos a tener inteligencias artificiales realizando los ataques".
En cuanto a los desafíos, desde el punto de vista de la defensa que deben llevar a cabo las instituciones, y que los alumnos deben aprender, lo fundamental es ir varios pasos adelante. "Hay que cambiar los paradigmas hacia un estrategia que detecte, analice y tenga un accionar ante las diversas situaciones. Un alumno debe sentirse cómodo con la automatización, habrá profesionales que ajusten los procesos de las máquinas y comuniquen a la sociedad lo que ellas hacen. Esto traerá una dicotomía en lo que se entiende cómo debe ser un trabajo. Adicionalmente, la defensa es una actividad de trabajo en equipo, por lo que la colaboración público, privada y académica es un tema que debe ejecutarse en forma natural y permanente", explica Carlos Bustos.
DESAFÍOS ENERGÉTICOS
La sustentabilidad y el cambio climático son dos conceptos que está transformando la manera de hacer las cosas y abriendo nuevas puertas en el mundo laboral. Chile busca avanzar hacia la carbono-neutralidad al 2050 y para ello se han trazado diversos desafíos en materia de descarbonización, incorporación de energías renovables, almacenamiento de energía, interconexiones regionales y eficiencia energética. ¿Cómo preparar a las futuras generaciones para estos desafíos? ¿Cuál será el escenario al que nos podemos anticipar?
"El futuro eléctrico será renovable", afirma certero el documento Planificación Energética de Largo Plazo Periodo 2018 – 2022, del Ministerio de Energía, en el cual se establece entre otras conclusiones, que los resultados actuales permiten sos- tener que el futuro eléctrico será renovable, lo que se traduce en un significativo incremento de la participación de fuentes renovables en la matriz eléctrica. "Al año 2022, se podría superar el 70% de generación renovable, dependiendo de las condiciones hidrológicas que se vayan dando, esto es, el nivel de lluvias y deshielos que inciden en la participación hidroeléctrica, pues mientras más secos son los años, menor gene- ración renovable se puede alcanzar por este concepto", dice el estudio.
Mónica Gazmuri, gerente general de la Asociación Nacional de Empresas de Eficiencia Energética, ANESCO CHILE A.G., plan- tea la necesidad de acercarse al conocimiento sobre el uso de la energía: "Es relevante poder tener siempre una vinculación con el medio y encontrarse con la realidad. El alumno debe entender todo el universo de la energía, desde donde nacen, cómo se distribuyen, cómo se asignan los precios, cómo se usan los energéticos y cómo mejorar el uso de dichos recursos, en un sentido amplio, desde los fósiles a los renovables. Así también se deben conocer las autoridades, servicios, empresas, gremios y qué se hace en cada uno para entender mejor el sector y cómo se desarrolla".