Justo cuando el planeta parecía encaminarse hacia el fin de la pandemia y muchos epidemiólogos y virólogos anticipaban una transición hacia una endemia, tal como ocurre hoy con otros virus, como el de la influenza, una nueva variante desordenó esta probable cronología.

Este nuevo linaje, detectado por primera vez en el sur de África, bautizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como B.1.1.529, y luego renombrada Ómicron, generó un pánico generalizado en muchos países. Las medidas extraordinarias, como por ejemplo, blindar sus fronteras, no tardaron.

Este nuevo escenario futuro, apocalíptico para muchos, dependerá según los especialistas, básicamente por tres factores: su transmisibilidad; el grado en que evade nuestras defensas inmunes existentes; y su virulencia, o la gravedad de la enfermedad que causa.

Los expertos estiman que si Ómicron salta de un huésped a otro con facilidad, supera nuestros anticuerpos neutralizantes y provoca complicaciones inusualmente peligrosas, estaremos en serios problemas.

Uno de los pesimistas es el Dr. Leong Hoe Nam del Hospital Mount Elizabeth Novena, en Singapur. “Francamente, Ómicron dominará y abrumará al mundo entero en tres a seis meses”, dijo al medio local Street Signs Asia, dependiente de la CNBC de EE.UU.

¿Servirán las actuales vacunas?

Pese a que varios laboratorios, como Pfizer y Moderna, han señalado que sus vacunas pueden ser rediseñadas en apenas tres meses para atacar específicamente a Ómicron, Nam dice que es una buena idea, pero honestamente, no es práctica. “Cuando lleguen, prácticamente todo el mundo estará infectado con omicron debido a esta alta infecciosidad y transmisibilidad”.

“Probablemente en unas pocas semanas, tendremos una mejor idea de cuánto se está propagando esta variante y cuán necesario podría ser avanzar con una vacuna variante”, dijo Jesse Bloom, biólogo evolutivo del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, citado por The New York Times.

Una hora después de la primera alarma, los científicos de Sudáfrica también se apresuraron a probar las vacunas contra el coronavirus contra la nueva variante. Ahora, docenas de equipos en todo el mundo, incluidos investigadores de Pfizer-BioNTech y Moderna, se han unido a la persecución.

Los resultados se estiman como mínimo, estarán en un par de semanas. Pero las mutaciones que porta Ómicron sugieren que lo más probable es que las vacunas sean menos efectivas, hasta cierto punto desconocido, que contra cualquier variante anterior.

Para la profesora titular de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile y miembro de la Academia Chilena de Ciencias, Rosalba Lagos, hay que ser cautos ante posibles escenarios. “Es muy poco lo que se sabe y en general se están esperando un par de semanas para opinar si es desfavorable o no”.

Las noticias que hay sobre Ómicron son inciertas. Aventurar qué puede pasar, también. “Si es más grave o no, no se sabe. Hay impresiones de algunos que dicen que no. Pero son impresiones que no se pueden comprobar científicamente”, aclara la investigadora de la U. de Chile. Para tener precisión, se requiere casuística. Hay que ver si enferma más que otras variables. “Pareciera que es más contagiosa, pero no se puede decir con seguridad hasta tener lo estudios”, apunta.

“Basado en un montón de trabajo que la gente ha hecho con otras variantes y otras mutaciones, podemos estar bastante seguros de que estas mutaciones causarán una caída apreciable en la neutralización de anticuerpos”, dijo el Dr. Bloom, refiriéndose a la capacidad del cuerpo para atacar un virus invasor.

“Esta cosa es como si fuese una mezcla de Frankenstein con todos sus grandes éxitos”, dijo el Dr. Stephen Hoge, presidente de Moderna, refiriéndose a las muchas mutaciones preocupantes de la variante. “Simplemente activó cada una de nuestras alarmas”, añadió.

“El perfil de las mutaciones sugiere fuertemente que tendrá una ventaja en la transmisibilidad y que podría evadir la protección inmunológica que obtendría”, dijo el domingo el Dr. Anthony Fauci.

Con esta nueva variante todo es hipotético. Sin embargo, sí se puede determinar que los niveles de vacunación son claves. “Sobre la tercera dosis con esta nueva variante nadie se atreve a decir algo categórico, pero si hay una población vacunada con tercera dosis, y si se comporta de manera similar a las otras, existirá un poco más de protección. No se puede afirmar hasta que haya estudios. Pero entre tener una tercera dosis o no tenerla, es mejor tenerla”, dice Lagos.

Estimar cuánto puede proteger la tercera dosis contra Ómicron o cómo afectará según los distintos niveles de vacunación, es algo que se podrá saber cuándo se estudien los porcentajes de infectados en cada escenario. Algo que se sabrá definitivamente pronto, dice Lagos, “y se sabrá qué tan bueno será tener las vacunas”.

Pero incluso, en un escenario ideal en que todo el planeta se vacunara, el virus podría retirarse a cualquier huésped animal, solo para rediseñarse y regresar a los humanos. “Creo que no hay una persona razonable en el ámbito de la salud pública que piense que la erradicación o la eliminación o tener cero Covid es una meta realista”, dijo a The Atlantic Tara Kirk Sell, investigadora principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud.

Reinfecciones, pero leves, puede ser el mejor escenario

Los médicos sudafricanos están viendo un aumento en las reinfecciones en personas que ya tuvieron un ataque de Covid-19, lo que sugiere que la variante puede superar la inmunidad natural, dijo el Dr. Richard Lessells, médico de enfermedades infecciosas de la Universidad de KwaZulu-Natal.

Una variante de reinfección que no conlleva el riesgo de síntomas crónicos o ventiladores podría no ser tan mala, dijo Elizabeth Halloran, bioestadística del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson. “Si puede evitar las vacunas, pero al final realmente causa una enfermedad menos grave, probablemente sea un paso en la dirección correcta”.

Es muy común que los virus se vuelvan menos virulentos (es decir, causen una enfermedad menos grave) una vez que se establecen en una población.

Sin embargo, podría no ser tan catastrófico. Según Hamish McCallum, director del Centro de Salud Planetaria y Seguridad Alimentaria, Universidad Griffith, citado por The Conversation, dice que algunos expertos han predicho que el Covid también se volverá menos severo a medida que pase a un nivel endémico de enfermedad, estableciéndose en un patrón predecible de infecciones en un lugar determinado. Es posible que la variante Ómicron sea el primer paso en este proceso.

Los médicos sudafricanos están viendo un aumento en las reinfecciones en personas que ya tuvieron un ataque de Covid-19, lo que sugiere que la variante puede superar la inmunidad natural. Foto: Reuters.

Otros, como la Dra. Syra Madad, miembro del Centro Belfer de Ciencia y Asuntos Internacionales, también están un poco más optimistas respecto a la eficacia de las actuales vacunas. Nuestros cuerpos generan una “gran cantidad de anticuerpos diferentes” en respuesta a las vacunas, dijo a CBNC.

“Creo que nuestras vacunas actuales resistirán hasta cierto punto, con esta nueva variante”, dijo el sito de la CNBC, Capital Connection, donde señaló que las vacunas pueden brindar protección contra Delta.

Lo que sí es posible establecer, añade Lagos, es que la aparición de variantes va a ser mucho más alta en frecuencia en poblaciones que no estén vacunadas. “El mundo entero, todos los países, deberían preocuparse de que estén vacunados. Se detectó en África, pero eso va acompañado de países en que es bajo el número vacunados, y mientras siga siendo bajo la posibilidad que aparezcan nuevas variables es más alta”.

Ómicron posee 20 mutaciones acumuladas, dice Lagos, mucho más que las de Delta. Es decir, sobre mutaciones que existían se agregan más. Cambios que ocurren gracias al mecanismo de replicación del virus, proceso en el que se comenten errores y no queda fidedigno. “Y la aparición de variantes que sean capaces de replicarse dependerá de los numero de eventos de replicación, que depende de las personas infectadas”, aclara.

Pero de acuerdo a los científicos, los futuros escenarios podrían ser variados y sutiles. Si Ómicron termina siendo súper contagioso, por ejemplo, pero leves en sus síntomas, eso incluso podría ser algo bueno, una variante perfecta, justo a tiempo para Navidad.

En las próximas semanas, en una población susceptible, se podrá ver la prevalencia de cada una de las variantes. Ya se está trabajando en eso, indica Lagos. “En Chile llego al 90% con la variante Delta, es decir, casi todos los que se infectaban estaban con esa variante. Y nos favoreció que estuviéramos con mucha población vacunada, en otro escenario de no vacunados, habría sido una catástrofe”.

Los médicos de Sudáfrica e Israel han dicho que los casos de Ómicron parecen ser menos graves que los de Delta, hasta ahora. Se ha informado de cero casos graves o muertes entre los casi 60 casos confirmados en la Unión Europea. Pero los datos son por ahora muy limitados y podrían ser propensos a sesgos. Se han reportado menos de 250 casos en todo el mundo, y la mayoría de ellos provienen de Sudáfrica, donde una población más joven que el promedio podría ser menos susceptible a las complicaciones de Covid en general.

Si Ómicron continúa mostrando signos de ser más suave que Delta, podría ser una buena noticia, según algunos especialistas. Y si se propaga más rápidamente que Delta, podría ser una gran noticia. Cuando circulan dos variantes, la que infecta a más personas más rápidamente tenderá a dominar, dijo a The Atlantic Samuel Scarpino, del Instituto de Prevención de Pandemias de la Fundación Rockefeller. Esa variante podría ganar porque se replica más rápidamente en sus huéspedes humanos y se propaga de manera más eficiente entre ellos, es decir, es más transmisible, o porque evade con más destreza la inmunidad que ya tenemos.

Pero Ali Ellebedy, inmunólogo de la Universidad de Washington en St. Louis, dijo que una infección leve no excluye necesariamente una respuesta inmune sólida. “Una vez que tienes una infección productiva, tu sistema inmunológico se activa”. Incluso si la persona no se siente enferma, su cuerpo podría estar bombeando anticuerpos y entrenando a las células T para combatir al invasor la próxima vez que llegue, dijo Ellebedy. Y al estimular incluso una respuesta inmune relativamente suave en suficientes personas, una nueva versión generalizada del virus haría que la población mundial estuviera mucho mejor preparada para el futuro. “Cualquier variante que venga hará que sea más difícil para la variante que viene a continuación”, dijo Ellebedy.

“En Chile no sabemos si Ómicron ha entrado, pero no es que no haya entrado, solo no lo sabemos”, dice la investigadora de la U. de Chile.

La vacunación será siempre una buena estrategia para un escenario más optimista. Pero que hay que considerar que la inmunidad va desapareciendo. La solución, dice es la dosis de refuerzo. “No quiere decir que por estar vacunado no haya riesgo con una nueva variante. Puede que poblacionalmente los efectos sean menos, pero no podemos bajar la guardia. Porque algunos países o Chile cuente con el 80% de su población vacunada, no quiere decir que podemos estar tranquilos. Eso no pasará hasta que toda la población mundial esté vacunada. Es por el bien del mundo, para el beneficio de todos”.

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