En los últimos 70 años de historia, los humanos han estado plastificando la sociedad y el planeta. Sin tomar mucha conciencia acerca de los efectos del plástico en la salud y en el medioambiente, sino más bien aceptando su funcionalidad, poco a poco la sociedad ha quedado inmersa en esta relación con el plástico.
Si bien Chile es uno de los países con mayor producción de basura per cápita, también es uno de los que ha liderado avances en políticas y normativas con miras a una transición hacia la economía circular y uno de los primeros en contar con un Pacto Chileno de los Plásticos, iniciativa voluntaria del sector privado con un enfoque en la reducción del uso de plástico en sus productos y operaciones.
Precisamente esta posición de liderazgo regional justifica que el 13 de enero de 2022, Chile sea sede del primer diálogo intersectorial nacional que reunirá al sector privado, la sociedad civil, gobernanza local, la academia y la ciencia, para levantar información sobre posiciones, desafíos y oportunidades que contribuirán a un futuro tratado internacional de residuos plásticos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, UNEA, que se reunirá a fines de febrero de 2022.
Este diálogo no busca consensos ni crear acuerdos, sino generar un espacio de exposición de los diversos actores que participan de toda la cadena de producción, uso y desecho del plástico, así como aquellos que lideran áreas de investigación, innovación tecnológica y acción civil. Será un espacio colaborativo en que las partes podrán presentar sus argumentos y preocupaciones sobre las diversas materias relativas al plástico.
Este levantamiento de miradas de los distintos stakeholders permitirá socializar un reporte que se entregará a la ONU para las negociaciones de un tratado global sobre el plástico y no solo sobre la contaminación derivada de éste. No estamos, por ende, enfocados solo en limpiar los océanos, sino cambiar nuestra relación con el plástico, desde la extracción del petróleo, que constituye la materia prima del 98% de los plásticos, hasta la gestión responsable al fin de la vida útil de los productos y disminución de la contaminación ambiental.
Solo un diálogo y levantamiento de este tipo logrará emparejar la cancha para los países del hemisferio sur versus los del norte, ya que por desgracia son precisamente esos lugares en el sur donde terminan los residuos de los países desarrollados. Como un ejemplo de lo anterior, que demuestra que Chile no es una excepción, recientemente salió a la luz que el desierto de Atacama se convirtió en un vertedero de ropa usada.
El gobierno de Chile ya ha manifestado públicamente su apoyo a una futura iniciativa conducente a un tratado global sobre la contaminación por plástico. Por lo tanto, esperamos como Plastic Oceans, que los resultados de este diálogo nacional sean un buen insumo para que el representante de Chile en la mencionada Asamblea de Naciones Unidos para el Medio Ambiente pueda incluir estas visiones de la sociedad civil en las negociaciones.
Así, con el propósito de representar a todos los actores relacionados con el plástico, los diálogos cuentan con el apoyo de instituciones como el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), la organización mundial de conservación WWF, Acción Empresas, Asociación de Consumidores Sustentables de Chile, Circular, el Magíster en Derecho Ambiental UDD, entre otros.
*Director ejecutivo de Plastic Oceans Chile