El deshielo facilita la dispersión de nuevos y amenazantes patógenos
Un estudio revela cómo el el virus atrapado en los hielos del Océano Ártico y que mató a miles de focas en el Atlántico entre 1988 y 2002, fue detectado en el Pacífico Norte.
El deshielo del océano Ártico está ligado a nuevos patrones de dispersión de patógenos que amenazan la vida de mamíferos marítimos en el Pacífico Norte, según un estudio que publica este jueves la
revista Scientific Reports.
Investigadores de la Universidad de California han analizado los efectos del virus PDV (Phocine Distemper Virus), que mató a miles de focas en el Atlántico entre 1988 y 2002, y fue detectado en el Pacífico Norte poco después.
La patóloga Tracey Goldstein ha estudiado los patrones de propagación del virus a partir de las infecciones registradas en focas, leones marinos y nutrias marinas, así como a través de los datos sobre desplazamientos de esos animales entre 2001 y 2016.
Su análisis sugiere que los cambios radicales en el hielo del Ártico han abierto caminos que permiten el contacto entre aguas subárticas aisladas unas de las otras hasta hace poco tiempo.
"La pérdida de hielo marino lleva a que los animales busquen nuevos hábitats, al haberse levantado esa barrera física", señaló Goldstein en un comunicado de su universidad.
"A medida que los animales se mueven y entran en contacto con otras especies, pueden introducir y transmitir nuevas enfermedades infecciosas con efectos potencialmente devastadores", afirmó.
El estudio publicado en Scientific Reports aporta pruebas de que el virus PDV llegó al Pacífico Norte después de 2002, precisamente tras una reducción en el hielo ártico.
Los científicos advierten en su trabajo de que las posibilidades de que ciertos patógenos crucen entre el Atlántico y el Pacífico puede ser un fenómeno cada vez más común a medida que continúe la
disminución del hielo.
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