El pasado 27 de mayo, y tras 24 días de confinamiento, las ciudades de Mejillones y Antofagasta terminaron las cuarentenas que el Ministerio de Salud habría decretado para ambas comunas el 3 de mayo.

El fin de la resolución sanitaria generó que sus habitantes coparan calles y playas apenas se levantó la restricción.

“El fin de la medida llegó en el peor momento”, criticó en su oportunidad la alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo. Efectivamente, hasta ese 27 de mayo, la ciudad era la tercera con más contagios acumulados en el país, contabilizando 2.137 casos en total.

Pero apenas tres semanas después de liberalizar la medida, ambos municipios, además de Tocopilla, nuevamente deberán estar en cuarentena a partir de este martes, con lo que cerca de 10 millones de chilenos quedarán confinados. Antofagasta suma ya 2.718 casos confirmados, según el último informe epidemiológico, con una tasa de incidencia de 638 casos por cien mil habitantes y 31 fallecidos.

Se trata de casi 400 casos más respecto al informe anterior (2.339), pero peor aún, con un alza de la tasa de incidencia, que según el informe de la semana pasada era de 549 casos por cien mil habitantes. La situación desde su primera cuarentena solo ha ido empeorando. El informe epidemiológico del 1 de mayo mostraba que la incidencia por cien mil habitantes era de 88,8.

Aglomeraciones en Antofagasta. Foto: Agencia Uno

En Mejillones la situación no es mejor. Si el informe de la semana pasada registraba 1.935 casos por cien mil habitantes, su situación empeoró según el documento publicado el sábado, con 1.969 casos por cien mil habitantes.

Tocopilla pasó de 42,7 casos por cien mil habitantes (informe del 1 de mayo) a 210,1 según el informe del sábado.

“Lo vi con mis propios ojos”, se quejó durante el recuento epidemiológico de ayer, el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zuñiga, en alusión a que en su visita a Antofagasta el viernes, pudo constatar una gran cantidad de gente circulando por las calles, explicando en parte que la ciudad haya sido sometida una vez más a un confinamiento total.

“La información que tenemos es que hubo poco cumplimiento de la cuarentena y al levantarse esta, las personas volvieron a tener la misma movilidad de siempre. Es dificil establecer si el cunplimiento de la distancia social, el uso de mascarilla o el lavado de manos se cumplió, pero en esto no hay fórmulas mágicas, y lo más probable es que no se hayan cumplido, lo que explica el aumento de los casos”, dice Carlos Pérez, decano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la U. San Sebastián e infectólogo de la Clínica U. Andes.

Christian García, médico, doctorado en Salud Pública y académico de la U. de Santiago, dice que el caso de Antofagasta es un caso interesante de análisis. “La serie de contagios en la ciudad en los primeros dos meses fue muy baja, pero aumentó de manera importante af ines de abril y principios de mayo,cuando se decretó la cuarentena. Los casos aumentaron y nunca se apreció una baja, incluso a fines de mayo, sin tener una baja en los casos diagnosticados diariamente y esa es la clave de lo que está pasando ahora”, explica el académico.

La falla al parecer es haber liberado la cuarentena en la ciudad sin haber estado las condiciones para hacerlo, añade García.