Si en el imaginario la idea de trabajar desde casa incluía el relajo de escribir desde el sofa mirando Netflix, a casi tres meses instaurada la medida, para muchos hay certeza de que eso eran solo ideas.
La realidad muestra un escenario menos atractivo. Hay seguridad en términos de salud, sin duda. Pero también fue una respuesta improvisada en un escenario de pandemia por Covid-19, que ha tenido que sobreponerse a aspectos desde problemas de conectividad hasta cómo tener un lugar cómodo para trabajar en casa.
Trabajar agachado sobre pantalla de computadora por 10 horas, durante días consecutivos, y hasta meses, es una propuesta muy diferente a trabajar ocasionalmente desde casa en una noche o un fin de semana. Y las molestias que el cuerpo siente, como dolor de cuello y espalda (ver infografía), dan cuenta que el sofa, la cama o la mesa del comedor no cuentan con las características ergonómica que sí se tiene una oficina.
Mala postura
Hugo Marambio, deportólogo y jefe del centro de salud deportiva de Clínica Santa María, explica que muchas de esas dolencias se deben a estar tiempos prolongados frente al computador en una mala postura. “Tener una adecuada postura de trabajo en nuestro escritorio requiere de un asiento a una altura apropiada de tal manera que pueda poner los pies en el piso o también se puede tener algo en el suelo para poder levantar un poco las rodillas y así disminuir la tensión”, explica.
Pero no puede ser cualquier silla. Debe ser un asiento debe tipo ergométrico, es decir, que tenga las cualidades que permita apoyar toda la columna en el respaldo “y que podamos mantener las extremidades superiores en una posición de 90 grados”, dice Marambio.
Al estar sentados se debe evitar la caída del cuerpo hacia adelante, explica Marambio, “ya que nos va a encorvar y generar al mismo tiempo la caída de los hombros hacia adelante”. Pero hacer eso generalmente es por cansancio, por lo tanto, también tiene que existir pausas de descanso o intervalos que poder hacer actividad, relajarse, pararse a tomar un vaso de agua o sencillamente hacer un tipo de estiramiento.
Daniela Acuña, kinesióloga de Centros de Salud Vidaintegra, añade que es importante que los glúteos estén bien atrás apoyados en el vértice entre el asiento y el respaldo. “La persona debe estar sentada de forma que los pies no cuelguen, ojalá contar con un apoya pies o un piso como de unos 10 cm para que los apoyen en el suelo”, aclara.
A su vez, las piernas deben ir al ancho de las caderas de una manera relajada, “la cadera con respecto a la espalda debe estar en posición de 90 grados y la espalda recta, no echado ni hacia delante ni atrás”.
Los riesgos de adoptar una mala postura, indica Acuña, es que se pueden afectar los músculos del lado que se apoyada la persona. Por ejemplo, si se apoya hacia la parte derecha y esta así durante una o dos horas, van a quedar los músculos de la parte derecha de la espalda tensos y cortos. “Eso hará que la persona tenga dolores a nivel lumbar”, advierte.
De la misma forma, si la persona está cargada hacia delante sobre el escritorio, los abdominales se encontrarán flojos, relajados, ya que la fuerza la estará haciendo la columna. De este modo, dice Acuña, “la parte de atrás de la espalda es la que se verá perjudicada”.
“Hay que pensar que la postura recta la mantienen los músculos y si los músculos están acortados o poniéndoles tensión y no de forma equilibrada, las dos fuerzas no trabajan de una manera eficiente”, señala Acuña. Por lo tanto, se debilita y hace que la persona después al caminar o al estar de pie adopte la misma posición porque no tiene la fuerza suficiente para mantener el equilibrio.
Una postura correcta es cuando las estructuras óseas y musculares están alineadas. Por ende, perder esta alineación hace que los músculos estén flojos, no trabajen y luego se puedan contraer. Y músculo débil es igual a musculo tenso. “Los riesgos principalmente son que genere dolor a nivel de cuello, hombros, espalda dorsal o columna lumbar, principalmente de las cervicales a las lumbares”, advierte Acuña.
Cómo aliviar
Hay diversos objetos que permiten mejorar las posturas. “Podríamos ayudarnos con un cojín o algún apoya pies para levantarlos como había mencionado anteriormente. Otra cosa que se recomienda es que cuando nosotros realicemos alguna actividad física, estemos de pie”, indica Marambio.
Se recomienda hacer cambios de apoyo de pierna uno a otro y mantener un lineamiento de forma apropiada de tal forma de no estar encorvado y en posiciones demasiado exageradas, agrega Marambio, “es por eso que la cama es fatal para realizar cualquier actividad laboral mantenida, eso nos va a generar dolores de cuello y de la región dorsal”.
¿Qué ejercicios se recomiendan en el puesto de trabajo? Principalmente ejercicios de elongación. La persona sentada debe estirar los músculos del cuello, de los hombros, de los brazos y de la espalda, indica Acuña. “principalmente para que estos tengan una buena flexibilidad y se puedan adaptar a la buena postura”.
“Hay que pensar que la mala postura duele, el sedentarismo duele. La recomendación es alternar cada media o una hora, cambiar de postura para que los músculos no se acostumbren a estar tan flojitos en el puesto de trabajo”, dice Acuña.