La donovanosis o granuloma inguinal, es una enfermedad de transmisión sexual, infecciosa, e inflamatoria crónica, usualmente ulcerativa, preferentemente de localización ano-genital, trasmitida sexualmente y causada por la bacteria Klebsiella granulomatis. Se caracteriza por la presencia de los llamados cuerpos de Donovan, que le dan su nombre.
Se trata de una infección endémica en regiones tropicales y subtropicales (India, Papúa Nueva Guinea), Sudáfrica, Brasil y el Caribe, y con una mayor prevalencia en adultos entre 20-40 años que tienen múltiples parejas sexuales. Con frecuencia está en coinfección con otras enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Lo peligroso de la enfermedad, es que esta bacteria literalmente se alimenta de carne, que causa úlceras “rojas carnosas”, muy molestas y dolorosas.
Aunque la donovanosis está principalmente circunscrita a regiones tropicales, varios países, como el Reino Unido (que publicó un informe el pasado viernes), están advirtiendo de una creciente cantidad de casos, un fenómeno que se viene presentando desde 2016.
Incluso, las autoridades británicas estiman que los casos sigan en aumento. “Las cifras sugieren que la donovanosis, que anteriormente se pensaba que estaba restringida a lugares como India, Brasil y Nueva Guinea, se está volviendo más común en estas costas”, dijo al portal británico Birmingham Live el Dr. Datta, de MyHealthCare Clinic en Londres.
Los funcionarios de salud informaron 30 casos de ETS en el Reino Unido en 2019, pero más infecciones en los últimos dos años podrían representar un riesgo para la salud pública, advirtió.
Forma de contagio
La ETS generalmente se transmite a través de relaciones sexuales sin protección, pero en casos raros, se puede transmitir a través del contacto piel con piel no sexual y a los bebés recién nacidos a través de sus madres.
Los síntomas incluyen “protuberancias rojas abultadas”, “piel dañada” y “pérdida del color del tejido genital”. Para erradicar la bacteria, se necesita un tratamiento a largo plazo, que incluye antibióticos.
Según Maribel Ortiz, matrona y académica de Obstetricia y Puericultura de la U. Mayor, “hasta el momento no se conocen casos de Donovanosis o Úlcera genital por Klebsiella granulomatis en Chile”.
El doctor Rodrigo de la Parra, dermatólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile señala que esta enfermedad se notifica como una infección de transmisión sexual (ITS) pero es muy poco frecuente en nuestro país. Desde su experiencia, los pocos casos que han habido son foráneos.
Ortiz explica que la Donovanosis es una enfermedad causada por la bacteria klebsiella granulomatis, tiene un periodo de incubación entre 1 a 12 semanas. “Es más frecuente encontrarla en Nueva Guinea, india, Brasil y Sudáfrica, incluía en el norte de Australia y menos presente en EEUU. También han existido reportes en el Caribe y Centroamérica. Y en Perú se reporta como una de las primeras causas de úlceras genitales en pacientes con alguna inmunodeficiencia. Sin embargo, es una enfermedad subdiagnosticada lo que puede provocar un reporte bajo en comparación con la realidad”.
Respecto del tratamiento, Ortiz señala que hasta ahora se ha utilizado en algunos casos clínicos “esquemas antibióticos que han reportado buenos resultados sin secuelas prácticamente”. Como se trata de una infección que se transmite por vía sexual, “las precauciones a considerar estarían el uso del preservativo tal como el resto de las ITS (infecciones de transmisión sexual) en todas las prácticas sexuales (vaginal, oral y/o anal)”.
El doctor Sebastián Solar, infectólogo de Clínica Alemana, indica que esta infección es infrecuente incluso a nivel mundial y está más asociada a países en condiciones de desarrollo baja debido a varias razones, entre ellas el hacinamiento, higiene y sexualidad sin precaución.
“Por algún motivo, no es una enfermedad que se vea con frecuencia en Chile”, dice el especialista y reconoce que a él, personalmente no le ha tocado ver ninguno de estos casos.
En Perú o Brasil está descrito como endémico, pero incluso en estos países son muy pocos casos. “El tipo de lesiones que produce se podrían confundir con las lesiones de la sífilis. Por eso es importante que las personas consulten. Muchos se exponen a infecciones de transmisión sexual y no dimensionan el riesgo. Hay que crear un sentido de riesgo y de autocuidado y ante cualquier tipo de lesión, las personas deben consultar para un diagnóstico precoz”, señala Solar.