La sepsis, un ejemplo común de inflamación sistémica, es una disfunción orgánica potencialmente mortal causada por una respuesta desregulada del hospedero a la infección presente en la sangre. Cuando es grave, puede dañar órganos esenciales para la vida humana: el hígado, los riñones, los pulmones y el corazón. El síndrome séptico, desde casos leves a severos, genera en Chile una mortalidad que fluctúa entre el 20-30%, un porcentaje que no tan distinto al que se observa en Europa y Estados Unidos.
Lamentablemente -apunta el doctor en Ciencias Biomédicas Felipe Simon, investigador del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII)- “no hay todavía un tratamiento realmente efectivo contra la sepsis, esto es, un fármaco o un procedimiento que permita aumentar la sobrevivencia”.
Dos científicos descubren otro increíble poder de las frutas y verduras
Sin embargo, el estado nutricional -con frutas, verduras, pescados grasos y otros alimentos cumpliendo un rol clave- puede ser fundamental para enfrentar de mejor manera un síndrome séptico. Así lo destacan Felipe Simon y Yolanda Prado, quienes encabezan un artículo de reciente publicación en el que se pone de relieve “la importancia del estado nutricional en una variedad de condiciones de inflamación sistémica, así como el potencial de los compuestos derivados de la dieta para mejorar los malos resultados asociados con una respuesta inflamatoria exacerbada” dice el estudio.
La revisión, escrita por nueve investigadores del IMII, fue publicada por la revista Biochimica et Biophysica Acta (BBA) - Bases Moleculares de las Enfermedades, y muestra que, “para abordar el estado inflamatorio subyacente en los pacientes críticos (con síndrome séptico), se ha avanzado en la evaluación de los efectos beneficiosos de los suplementos dietéticos, que incluyen polifenoles, aminoácidos, ácidos grasos, vitaminas y minerales reconocidos por sus propiedades inmunomoduladoras, anticoagulantes y analgésicas”.
Tales suplementos asoman, entonces, como una opción para tratar los casos de sepsis, toda vez que son sustancias naturales y carentes de efectos secundarios.
Según la investigación, hay evidencia científica que respalda la idea de que ciertos alimentos contienen sustancias bioactivas que, además de proporcionar nutrientes vitales, pueden ofrecer beneficios adicionales, como mejorar el metabolismo y fortalecer la respuesta inmunitaria. Estas sustancias también podrían preparar al organismo para enfrentar condiciones graves como la sepsis, que genera un aumento del estrés oxidativo.
Para una eventual condición de sepsis, los alimentos más beneficiosos son:
- Frutas y verduras: Son una importante fuente de vitaminas, minerales y polifenoles, lo que proporciona efectos antioxidantes y antiinflamatorios.
- Pescados grasos, como el salmón: Son ricos en ácidos grasos omega-3, que tienen efectos beneficiosos para fortalecer el sistema inmune y proteger contra la septicemia.
- Frutos secos: Contienen ácidos grasos saludables que fortalecen el sistema inmune.
- Legumbres: Son una fuente de proteínas y nutrientes importantes para mantener la salud y fortalecer el sistema inmune.
En general, una dieta balanceada que incluya estos alimentos puede ayudar a fortalecer el sistema inmune y proporcionar protección contra la sepsis. Sin embargo, recalcan los investigadores IMII, es necesario realizar estudios clínicos para comprender mejor la eficacia de la suplementación alimentaria y determinar las dosis y momentos óptimos de consumo, especialmente en poblaciones de riesgo como pacientes críticos, neonatos, ancianos o personas con comorbilidades.
Aunque los suplementos dietéticos pueden ayudar, es importante tener en cuenta que es difícil que el paciente vuelva completamente a su estado de salud anterior a la sepsis. A pesar de sobrevivir “es altamente probable que tenga secuelas, como sucede con el Covid-19, secuelas que afectan la salud y la calidad de vida de las personas, quienes se vuelven más susceptibles a sufrir nuevas infecciones” enfatiza Prado.
Efectos antioxidantes y antiflamatorios
Los beneficios de los suplementos alimenticios en la regulación de la inflamación ante casos de septicemia se dividen en dos categorías principales: antioxidante y antiinflamatorio.
- Antioxidante: Los compuestos bioactivos, como los polifenoles, tienen propiedades antioxidantes que ayudan a recuperar radicales libres, moléculas inestables producidas durante el metabolismo celular. Estos radicales libres pueden dañar otras moléculas del cuerpo, como proteínas, lípidos y ADN, y contribuir a la inflamación. Los antioxidantes pueden actuar directamente sobre los radicales libres o activar enzimas que los neutralizan.
- Antiinflamatorio: Algunos alimentos, como los ácidos grasos, aminoácidos, vitaminas y minerales, tienen efectos antiinflamatorios al disminuir la vía de señalización NF-kB, clave en la inflamación. Reducir esta vía de señalización puede resultar en una disminución de la liberación de moléculas inflamatorias en el cuerpo.
Ejemplos de los efectos de los suplementos alimenticios incluyen:
- La deficiencia de vitamina C en pacientes sépticos, que puede estar relacionada con la neuroinflamación y el deterioro cognitivo.
- El zinc, un mineral que participa en respuestas inflamatorias contra patógenos y cuya redistribución en el cuerpo está estrechamente relacionada con el pronóstico de los pacientes neonatales.
Fallan los órganos
El equipo de investigación advierte sobre la complejidad y gravedad de la sepsis, una respuesta inflamatoria sistémica del cuerpo ante una infección, la cual puede desencadenar un daño irreversible en los órganos y, en última instancia, la muerte si no se trata adecuadamente.
Según el grupo de científicos, la sepsis involucra una secuencia de eventos graves, incluyendo hipotensión sistémica, edema intersticial y trombosis de pequeños vasos, lo que afecta el suministro de oxígeno y nutrientes a los tejidos. El manejo y tratamiento de esta afección requieren esfuerzos multidisciplinares, con especial énfasis en la identificación de biomarcadores y terapias eficaces.
La Dra. Prado, del Laboratorio de Fisiopatología Integrativa de la Universidad Andrés Bello (UNAB), destaca que la sepsis puede surgir de diversas formas: como una infección severa que progresa a sepsis, como una infección localizada que se propaga a la sangre, o como una complicación de otras enfermedades, como las quemaduras. En casos críticos, la sepsis puede afectar múltiples órganos, aumentando significativamente el riesgo de mortalidad. Por ejemplo, si la sepsis afecta los pulmones y compromete la función respiratoria, el riesgo de muerte se incrementa considerablemente.
¿Qué se hace ante los casos de sepsis? Ante los casos de sepsis, se implementa un protocolo que incluye el uso de antibióticos de amplio espectro y antiinflamatorios, y el tratamiento se centra en el manejo de la infección a nivel clínico, la terapia para mantener la función de cada órgano y el restablecimiento de los fluidos corporales. según explica el Dr. Simon, decano de la Facultad de Ciencias de la Vida de la UNAB.
Si un sistema específico falla, se aplican medidas para tratar sus complicaciones: se suministra oxígeno en caso de disfunción respiratoria, se administran sustancias vasoactivas para equilibrar la presión arterial en problemas cardiovasculares, y así sucesivamente, adaptándose a las necesidades de cada paciente.
Sin embargo, el investigador señala que los tratamientos actuales son insatisfactorios y no existen terapias específicas para la disfunción de los sistemas provocada por la sepsis. Esto resalta la necesidad urgente de desarrollar enfoques más efectivos para mejorar los resultados clínicos en casos de sepsis.