A comienzos de marzo, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Pekín y el Instituto Pasteur de Shanghai, señalaba que son dos las cepas del virus SARS-CoV-19 las que circulan entre la población China: una más agresiva que afectó en una primera etapa y una menos letal que sería la que se expandió fuera de las fronteras.
Esta semana, una nueva investigación realizada por científicos de la Universidad de Valencia y la Fundación para la Promoción de la Salud y la Investigación Biomédica, planteó que el virus ha mutado pero que estos cambios no tendrían relación con mayor agresividad del virus.
Científicos italianos también lograron aislar el genoma de este tipo de virus SARS que circula en su territorio y vieron que hasta ahora, ha mutado un par de veces pero sin cambiar su mortalidad.
Hasta ahora, en España han fallecido 1.753 personas y 4.825 en Italia, superando incluso la cifra de los decesos en China a causa de Covid-19.
Menos mutación que el virus influenza
Pablo González, investigador de la PUC y del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII), explica que los coronavirus poseen ARN (no ADN) y al igual que otros virus con esta característica, van acumulando mutaciones puntuales en el tiempo y sobre todo al inicio del proceso en el que pasan de una especie a otra.
Hasta donde se sabe, dice, tiene 10 veces menos variabilidad que los virus influenza.
“Todas estas variaciones, se van grabando en su genoma y son las que le dan características positivas al virus y le permiten sobrevivir, como una mayor tasa de transmisión. Es un proceso de selección natural para los virus”, dice el investigador del IMII.
Que haya mutado al menos dos veces entre diciembre y enero no es raro, señala González.
Aldo Gaggero, director del Programa de Virología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la U. de Chile (Icbm), cree que en la medida en que se vaya conociendo más información sobre el virus, es probable la situación también evolucione, pero al igual que González, insiste en que la mutación es parte de las característica de este tipo de virus.
Vacuna
El investigador del Imii cree que al mutar menos que el virus influenza, de conseguir una vacuna para este nuevo coronavirus, esta sería más universal y de largo plazo. De este modo, es probable que las personas no debieran vacunarse año año como ocurre con la vacuna antiinfluenza.
Distinta es la visión del virólogo de la U. de Chile. “Hoy hay más de 20 prototipos de vacunas que se están estudiando, pero si estamos encontrando ya no el mismo virus, sino que varias cepas del virus circulando, entonces es probable que la vacuna final debiera contener más de una cepa, quizás hacerla como la de la influenza. Hay que espera a ver qué resulta de la secuenciación de todos estos grupos de trabajo”, señala.
La investigación China
La investigación se basó en el análisis genético de 103 muestras de personas que fallecieron por Covid-19.
La cepa "S", calificada como la original o “ancestral”, más parecida a la del pangolín y menos letal y la cepa "L", que es más severa y que estaría disminuyendo su transmisión, al menos, en Wuhan gracias a las medidas que se tomaron.
La cepa “L” sería una mutación de la “S”, una situación que según los investigadores chinos demostraría que el virus es más peligros de lo que se suponía y por lo mismo, más difícil de controlar.
En el mismo estudio, señalan que este es solo un reporte preliminar y que falta más investigación.
El trabajo español
El análisis genómico fue liderado por Fernando González Candelas, catedrático de Genética e investigador del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio).
Junto a su equipo, secuenció el genoma completo de tres muestras de pacientes infectados por el Covid-19 de pacientes españoles y lo primero que descubrieron fue que las rutas de transmisión de las tres muestras fueron diferentes.
Según explicó al periódico “El Confidencial”, el genoma del virus está en continua mutación, y eso es justamente lo que nos permite seguir su trayectoria en los diferentes países y rutas de transmisión”. En los genomas que aislaron encontraron que tienen varias mutaciones en comparación con los genomas de virus encontrados en los pacientes de Wuhan (uno tenía seis, otro una y el otro nueve diferencias). Para González, esto es normal, y agrega que casi todos los virus que se han secuenciado hasta el momento presentan algunas diferencias con el primero. En Brasil, señala, hay muestra que tiene 16 mutaciones.
En la misma publicación, el investigador dice que los cambios no estarían asociados a mayor o menor letalidad. Según un comunicado de la propia Universidad de Valencia, “la conclusión a la que se ha llegado después del análisis realizado es que, hasta ahora, no se ha encontrado ninguna mutación asociada a una mayor virulencia, letalidad o a alguna propiedad interesante desde el punto de vista clínico”, sostuvo la Universidad de Valencia en un comunicado.