Todos coinciden en que el anuncio sobre el acceso y cobertura de Fonasa a tratamientos de fertilidad es una gran noticia, esperada desde hace años. Sin embargo, no se trata de una medida de fácil implementación y por lo mismo hay varias situaciones que se están resolviendo ahora en una mesa de discusión, entre Fonasa, el Ministerio de Salud, de Hacienda y las sociedades médicas especializadas en esta temática.
En el último tiempo, Chile se ha sumado a la tendencia de los países desarrollados de retrasar la edad en que las mujeres se embarazan y tienen su primer parto. La última encuesta Casen evidenció que las mujeres entre los 30 y 39 años aportaron con el 40% de los nacimientos ocurridos en el año 2016.
El problema es que el retraso de la maternidad está asociado a problemas de fertilidad, porque a mayor edad, es más difícil embarazarse de forma natural.
Carlos Troncoso director de Clínica IVI, explica que en promedio, las pacientes que llegan a consultar por tratamientos de fertilidad lo hacen por sobre los 39 años, pero que también llegan hasta de 48. "A mayor edad, cambia la probabilidad de éxito y también el tipo de tratamiento al que una mujer se puede someter. Si es más joven, hay más alternativas a las que recurrir, pero sobre los 40 años es más probable que requiera un fecundación in vitro. Sobre los 40 años, hay un 40% de mujeres que requiere donación de óvulos y sobre los 45 años, casi la única alternativa de embarazo es la ovodonación", dice. Este procedimiento no está considerado dentro de las ocho prestaciones para las que Fonasa anunció codificación.
De acuerdo a lo anunciado, tendrán acceso y cobertura la inducción de la ovulación (tratamiento hormonal para liberación de más óvulos), la aspiración folicular (recolección de los óvulos liberados), Laboratorio FIV/ICSI (unión de óvulo y espermio bajo el microscopio), transferencia embrionaria, soporte Post Transferencia Embrionaria, criopreservación de embriones, preparación endometrial y descongelación embriones.
Ricardo Pommer, presidente de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología y director Medicina Reproductiva de Clínica Monteblanco, dice que el reconocimiento por parte del Estado de que la infertilidad es un enfermedad es sin duda una gran noticia que permitirá que muchas personas puedan acceder a la fertilización in vitro y también criopreservación de embriones. Además, reconoce que todavía queda mucho por definir como quiénes podrán acceder al tratamiento, exigencias y certificaciones para los centros médicos y los especialistas que ejecuten estos procedimientos.
Este especialista, también advierte que no todas las mujeres con problemas de fertilidad podrán acceder a los tratamientos con cobertura. Por ejemplo, los hombres que tienen pocos espermios y que requieren tratamientos más específicos y mujeres que sin importar su edad, no tengan una reserva ovárica (cantidad de óvulos en sus ovarios).
Desde Fonasa señalan que para acceder a la cobertura "la condición es que la mujer cuente con reserva ovárica, mediante los procedimientos de imagenología y laboratorio", este el "criterio que prevalecerá, por sobre la edad para la mujer, de acuerdo al criterio médico". Para medir la cantidad de óvulos se realiza un conteo de folículos antrales (esfera que contiene al óvulo inmaduro) que debe ser mayor a 5 y niveles de hormona antimulleriana por sobre 0,8.
Pommer es uno de los especialista que participa en las reuniones para fijar la normativa que ordene el acceso a los tratamientos. "No se discrimina por edad. El criterio es la reserva ovárica, que es un criterio clínico. Uno de los problemas de la edad, en sí misma, es la falla ovárica, porque a mayor edad menos cantidad de óvulos pero también es posible que mujeres de 30 o 35 años no tengan la cantidad de óvulos suficientes.
Pablo Céspedes, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Reproductiva y especialista del Instituto de Investigaciones Materno Infantil (Idimi) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, también es invitado a la mesa en la que se están fijando las normas. "La edad de los óvulos de la mujer, no siempre se condice con la edad cronológica. Además, no solo hay que evaluar la cantidad de óvulos sino también la calidad de éstos", admite y añade que en este momento están discutiendo con la autoridad precisamente algunas dificultades que pueden existir en la implementación de este anuncio. "Son amplias y van desde las variables que fueron consideradas para la canasta, cómo se evaluará la ejecución. Como sociedad científica nos interesa cómo se va a evaluar la calidad de los prestadores, su acreditación, la implementación de manera gradual porque no será para todos al mismo tiempo, analizar qué pasa con las biopsias testiculares en el caso de los hombre con pocos espermios que no está incluida en esta propuesta, igual que la donación de óvulos ni de espermios", dice Céspedes.
Según explica Pommer son varias las razones por las que una mujer puede tener problemas con su reserva ovárica: la postergación de la maternidad (edad), casos de endometriosis severa, antecedente familia de mamá o hermana con menopausia precoz, mujeres que han tenido quimio o radio terapia como tratamiento para algún cáncer y la cirugía para extraer dermoides (tumor benigno de ovario).
Respecto de la calidad de los prestadores, Troncoso explica que las mujeres hoy día no quieren hacerse un tratamiento de fertilidad, "quieren tener un hijo sano en casa", por lo que la calidad del tratamiento y la idoneidad de los especialistas que realicen el tratamiento de manera adecuado".