Edad y peso de Trump hacen que el Covid sea muy riesgoso para él

El presidente Donald Trump tiene 74 años, sobrepeso y es hombre, factores que lo colocan en una categoría de mayor riesgo entre los pacientes con Covid-19 y que llevaron su salud al centro de atención apenas un mes antes de las elecciones estadounidenses.

El diagnóstico positivo del hombre más poderoso del mundo y de la primera dama, Melania Trump, trae un nuevo problema a una caótica campaña que muchos ven como un referéndum sobre su manejo del virus.

La edad, el peso y el género de Trump lo hacen más susceptible a complicaciones que su esposa, que es 24 años más joven. Incluso a su edad, la mayoría de los pacientes experimentan sólo síntomas leves o moderados, pero los investigadores todavía no logran dilucidar por qué algunos se enferman más gravemente.

“El Covid es como jugar a la ruleta rusa”, dijo Brian Oliver, experto en enfermedades respiratorias de la Universidad de Tecnología de Sidney. “Puede afectar mucho a cualquier persona, pero sabemos que cuando las personas son mayores y cuando tienen más comorbilidades preexistentes, las posibilidades de verse complicados y tener una reacción más grave son mucho peores”.

Aunque Trump ha restado importancia a medidas preventivas como el uso de mascarillas —lo que aumenta la posibilidad de que haya más contagios en Washington— él y la primera dama planean permanecer en la Casa Blanca “durante su convalecencia”, dijo el médico del presidente.

Las personas de entre 65 y 74 años tienen cinco veces más probabilidades de ser hospitalizados y 90 veces más probabilidades de morir que quienes tienen entre 18 y 29, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). En Estados Unidos, los hombres han dado cuenta de 54% del total de muertes por Covid-19, indicaron los CDC.

El índice de masa corporal (IMC) de Trump —un indicador basado en la altura y el peso de las personas, que los médicos utilizan para medir la grasa corporal— también representa posibles peligros. En junio, en su examen físico anual, la estatura del presidente era de 1,9 metros y su peso, de 111 kilogramos, lo que da un IMC de 30,5. Una persona con un IMC de 30 o más se considera obesa.

Aunque los expertos advierten que la relación entre la obesidad y la mortalidad por Covid todavía no se conoce bien, un metaanálisis de datos globales publicados en agosto sugirió que las personas obesas tenían 48% más de probabilidades de morir por Covid-19 que personas con un IMC dentro del rango de normalidad. Entre los casi 17.000 pacientes hospitalizados por coronavirus en EE.UU., más de las tres cuartas partes eran obesos, según un estudio independiente.

Suponiendo que la infección se haya detectado temprano, las mejores medidas que podría tomar Trump serían aislarse, mantenerse hidratado, descansar y controlar los síntomas, dijo Thomas Wingfield, profesor clínico senior de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool, en el Reino Unido. Cuando las condiciones de las personas empeoran, eso generalmente ocurre entre cinco y siete días después del contagio: los pacientes comienzan a quedarse sin aliento y es posible que necesiten hospitalización, dijo.

“No es mucho lo que podemos hacer en esa primera semana para prevenir el deterioro”, dijo Wingfield. “Lo que va a ocurrir, ocurrirá. Es más cuando las cosas se deterioran”.

Trump, por supuesto, tendrá acceso a un control y atención médica de primer nivel y, con un salario anual que lo coloca en uno de los niveles más altos entre los estadounidenses, pertenece a un grupo demográfico que lo ha pasado relativamente bien durante la pandemia.

Además, el presidente no bebe ni fuma, lo que debería mejorar su salud general. El riesgo de agravamiento de la enfermedad o muerte aumenta drásticamente en pacientes mayores con afecciones preexistentes, como enfermedades cardíacas o cáncer.

Dada la edad de Trump y su condición física reportada, sus posibilidades de supervivencia “son muy altas”, dijo Raj Bhopal, profesor emérito de salud pública en la Universidad de Edimburgo. “Es mucho mejor contraer Covid-19 que sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral o ser diagnosticado con cáncer”.