El equipo ICOVID Chile, iniciativa liderada por la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Concepción, presentó su octavo informe con análisis y datos de las dimensiones propuestas para monitorear la pandemia en el país, con información obtenida hasta el sábado 3 de octubre, proporcionada a través de un convenio con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
En este nuevo reporte se observa que la tasa nacional de contagios, es decir, el número de infectados por cada 100 mil habitantes, se mantiene en 8,1, cifra 8 veces más alta que el número propuesto para tener seguridad en el desconfinamiento.
Las regiones con mayor carga de casos nuevos son Magallanes (tasa diaria de 38,0 por 100 mil habitantes); Los Lagos (tasa diaria 33,5 por 100 mil habitantes); Arica y Parinacota (tasa diaria 22,6 por 100 mil habitantes) y Aysén (tasa diaria 13,7 por 100 mil habitantes). Las menores cargas de casos nuevos están en la Región Metropolitana (tasa diaria 3,4 por 100.000) y Región de Coquimbo (tasa diaria 5,5 por 100.000 hab), manteniéndose ambas regiones con este indicador en color naranjo.
El investigador en dinámica de poblaciones y académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Mauricio Lima, sostiene que la palabra clave para definir el panorama general de la epidemia en Chile es de contención. “Desde hace prácticamente dos meses que la carga de infectados a nivel nacional se mantiene oscilando en el umbral de los 10 casos nuevos diarios por 100 mil habitantes y con valores de transmisión (R efectivo) cercanos a 1. Luego del crecimiento y expansión experimentada entre mayo y julio, estos dos meses reflejan lo complicado que ha sido contener la epidemia”, enfatiza.
Por otro lado, al comparar los casos nuevos diarios (1691) que iniciaron los primeros síntomas de Covid-19 entre el 20 y el 26 de septiembre (posible fecha de infección entre los días 6 y 24 de septiembre), con los que iniciaron sus síntomas la semana siguiente (1762) entre el 27 de septiembre al 3 de octubre (posible fecha de infección entre el 13 septiembre y el 1 de octubre) se observa un aumento no significativo de la tasa media nacional en 70 casos diarios (+5%). Sin embargo, “hay regiones con un alza importante de los casos diarios y estadísticamente significativa, como Arica (+41%), Valparaíso (+47%), O’Higgins (+31,4%) y La Araucanía (58%), por lo que si parte de esta alza se atribuye a Fiestas Patrias, su efecto fue muy heterogéneo en el país”, explica el reporte.
El ingeniero y académico de la U. de Chile, Marcelo Olivares, explica que si bien se observa una contención temporal de la pandemia debido a que se encuentran estables los indicadores de transmisión, testeo y capacidad hospitalaria a nivel nacional, “la carga infecciosa es aún alta y se debe mantener precaución. Los índices promedio nacionales no reflejan la situación dispar que existe en algunas regiones donde la transmisión va en aumento (Los Lagos y Valparaíso) y en otras donde la capacidad hospitalaria está llegando a umbrales críticos (Biobío y O’Higgins). Se debe seguir empujando para mejorar el sistema de trazabilidad y mantener medidas de precaución para evitar un rebrote en la medida que se vayan levantando cuarentenas”, plantea Olivares.
En tanto, la tasa de transmisión a nivel nacional se mantiene sobre 1 (1,09). Las mayores tasas de transmisión están en las regiones de La Araucanía (1,55) y Los Lagos (1,52), seguidos por Arica y Parinacota (1,47) y Tarapacá (1,44).
Magallanes, después de haber presentado las más altas tasas de transmisión, tiene la menor tasa de reproducción efectiva de la epidemia (1,034) junto con la Región Metropolitana. Sin embargo, ambas están con R efectivo sobre 1, es decir, la epidemia sigue en crecimiento. La baja de Magallanes es más incierta por la mayor variabilidad de los números en una población pequeña, los próximos días permitirán clarificar esta tendencia.
Se ha visto que el aumento de la tasa de transmisión (R efectivo) se adelanta al aumento de carga de enfermedad, como lo muestra la situación en la Región de Los Lagos y es lo que podría ocurrir en Valparaíso en las próximas semanas, como resultado del aumento de la transmisión en esa región.
El reporte explica que si se observa la tendencia de transmisión en el país, la mayor tasa nacional de transmisión fue el 1 de mayo (R=1,7), llegando el 29 de junio al valor mínimo reportado (R=0,85). Desde principios de agosto, y luego de los desconfinamientos, se ha visto fluctuaciones en torno a 1. El 18 de septiembre el R efectivo fue 0,90, aumentado desde esa fecha hasta el 25 de septiembre (R=1,07) para luego mantenerse sobre 1 hasta la fecha.
La epidemióloga y académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Catterina Ferreccio, explica que la carga de la enfermedad por COVID-19 sigue siendo preocupante a nivel nacional. “Aunque la Región Metropolitana ha logrado una cierta estabilidad de los casos nuevos diarios, en los últimos días la tasa de reproducción de la epidemia está sobre 1, lo que podría impactar el número de casos en las próximas semanas. Lo más preocupante son los aumentos en las regiones de los extremos norte y sur del país, así como los aumentos de tasa y carga de infección en Los Lagos. También requiere atención el gran aumento del R efectivo en Valparaíso, donde se podría registrar un aumento de casos en los próximos días”, explica Ferreccio.
Por otro lado, la positividad de los test a nivel país se mantiene en un valor similar a la semana anterior, con 5% de los test efectuados con resultado positivo. “Sin embargo. hay regiones donde el indicador se mantiene en valores preocupantes, en particular en las regiones de Magallanes y Aysén con valores de 27.66% y 10.3%, respectivamente. Destacan positivamente las regiones de Antofagasta, Atacama, Coquimbo y Metropolitana que mantienen valores bajos de positividad”, detallan las y los expertos.
La capacidad de testeo se incrementó levemente a nivel nacional, con 11,64 test por mil habitantes promedio semanal, sin embargo, en la última semana se observan leves bajas en la toma de exámenes PCR en las regiones de Tarapacá, Metropolitana, Maule y Aysén.
Considerando tres días como el tiempo máximo entre el inicio de síntomas y la confirmación del caso para tener una trazabilidad eficaz y poder contener la pandemia, a nivel nacional, durante las últimas semanas de agosto se logró que más de 40% de los casos fuesen confirmados dentro de este período. Sin embargo, se observa una caída sostenida del indicador durante septiembre, llegando a 35% durante la semana de Fiestas Patrias.
Para entender el mecanismo de esta caída, se descompone el tiempo desde inicio de síntomas hasta la confirmación en dos partes: tiempo que tardó el paciente desde que tuvo síntomas hasta que consultó para realizar el diagnóstico (consulta temprana); y tiempo desde la consulta hasta que se realizó el test PCR y se obtuvo el resultado (Tiempo examen y laboratorio).
“Se observa que la caída del indicador se debe principalmente a una disminución en el indicador de consulta temprana, posiblemente debido a la actividad asociada al feriado de Fiestas Patrias. Es de esperar que este indicador repunte ya que la trazabilidad es de suma importancia en la preparación del plebiscito que se realizará el próximo 25 de octubre”, se agrega en el documento.
La capacidad hospitalaria del sistema de atención integrado a nivel nacional indica un nivel de ocupación de 77% de camas críticas. Este indicador se ha mantenido estable en el rango 75-80% durante las últimas semanas. La fracción de camas UCI ocupadas por pacientes Covid-19 bordea entre 60-65%, cifra que si bien es alta, ha disminuido considerablemente desde julio a la fecha. La variación semanal de hospitalizaciones se mantiene estable, sin crecimiento a nivel nacional.
Sin embargo, esta cifra, “agregada a nivel nacional, no da cuenta de la situación crítica en algunas regiones. En particular, se observa que en la Región del Biobío la capacidad está al 87%, con 65% de las camas ocupadas por pacientes Covid-19. La Región de O’Higgins también presenta altos niveles de utilización, con un aumento sostenido durante las últimas semanas. Esto, combinado con el alto índice de transmisión (R>1) y la carga de infecciones de estas regiones, da una alerta que el sistema está sometido a estrés y continuará así en la medida que no se controle la transmisión del virus”, finaliza el documento.