A las 8.00 horas de este lunes, en el Colegio Providencia de avenida Manuel Montt la ministra (s) de Salud, Paula Daza, junto al ministro de Educación, Raúl Figueroa, y la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, dieron inicio al programa de vacunación escolar contra el Covid-19 en niños y niñas de 6 a 11 años.
Dolor en el brazo, un poco de fiebre, malestar general, no más allá de 48 horas posterior al “pinchazo”, son parte de los síntomas que podrían presentarse, advirtió la ministra (s) Daza, aunque explicó que la tecnología de la vacuna aplicada es similar a la que ya se aplicaba en niños contra la influenza y en general no se manifiestan.
El Plan de Vacunación contra Sars-CoV-2 del Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI), considera vacunar población general de 18 años en adelante, grupo que ha sido el más afectado, con más casos positivos por Covid-19, con mayor riesgo de hospitalización y muerte asociada al SARS-CoV-2.
Luego, el plan se amplió a la población entre los 12 y los 17 años, lo que favorecería a casi 1 millón y medio de niños y niñas. Ahora, este se amplió a los menores entre los 6 y los 11 años, los más pequeños del país, lo que ha generado algunas dudas entre los padres, que tres especialistas intentan despejar.
1. Efectos secundarios
Según la Dra. Carmen Gloria Marambio, subjefa del Departamento de Pediatría de Clínica Alemana, el efecto secundario más habitual que puede presentar un niño (ya sea vacunado con Pfizer o con Sinovac) “es la fiebre y dolor en el sitio de punción”. Aunque dice que estos son los más frecuentes, también podrían experimentar otros, como cansancio, decaimiento o dolor de cabeza.
De hecho, a juicio de la especialista, los menores toleran mejor que los adultos un proceso de vacunación.
Estudios en Estados Unidos indican que la vacuna de Pfizer que se aplicó a los menores allá fue bien tolerada en los participantes de 12 a 15 años. Las reacciones locales fueron en su mayoría leves a moderadas y se resolvieron en su mayoría entre 1 a 2 días. La más común fue dolor en el sitio de punción, y en un 1,5% de los participantes de 12 a 15 años la reacción fue severa, en comparación con el 3,4% de la cohorte de 16 a 25 años.
Respecto a los efectos adversos sistémicos, fatiga y dolor de cabeza fueron los más frecuentes en ambas cohortes. Después de la segunda dosis, un 20% de la cohorte de 12 a 15 años presentó fiebre (≥38°C) y un 17% de los de 16 a 25 años.
Según la Dra. María Luz Endeiza, infectóloga pediátrica y jefa del Vacunatorio de Clínica Universidad de los Andes, los efectos secundarios son parecidos a los de los adultos. “El principal como en cualquier vacuna, no solamente las vacunas Covid, es el dolor en el sitio de inyección ya sea cuando lo pinchan a más que nada después que queda el brazo un poco adolorido porque todas estas vacunas como la gran mayoría de las vacunas que existen hoy en día son intramusculares, eso es lejos lejos lo más frecuente y que pasa en un día o dos días y que se puede también pasar con unos paños fríos si molesta o está enrojecido el sitio de inyección o con un paracetamol”.
2. Miedo a la aguja
Según la doctora Marambio, si un menor tuviera mucho miedo al procedimiento, por un temor incontrolable a la aguja, se deben tomar medidas “no farmacológicas”. Primero, explica, que los padres no los asusten y que les expliquen que los van a vacunar en un procedimiento que no genera gran dolor, pero sin mentirles y poder contenerlos, que los puedan tener en brazos, acompañarlos y en el momento de la punción distraerlo. “Que piensen en cosas lindas, lo que son más grande escuchar música y mirar para otro lado”. Asegura que con esas medidas, los niños podrían sortear con éxito el proceso.
Respecto al miedo que los menores le puedan tener a la inyección, la doctora Endeiza dice que no es algo nuevo y que puede pasar con cualquiera de las otras vacunas. “De hecho en muchos casos se van a colocar la vacuna Sinovac y también las otras vacunas que les corresponden a los niños en primero, cuarto, quinto y octavo básico como todos los años”, dice.
Señala que los niños generalmente tienen menos problemas a las agujas que los adultos. “Los adultos se aprobleman más, porque para los niños es algo más natural”.
Dice que no se recomienda que se vacunen no en grupo, sobre todo los más grandes que son lo que se autosugestionan. “Los niños de primero, segundo básico no le ponen tanto problema, son los más grandes que se asustan, que si me voy a desmayar, que si me voy a marear, entonces lo ideal es que los vayan llamando de a poco, que entren por un lado, por ejemplo, a la salita de la vacuna y salgan por otro, para que nadie ande contando si me pinchó, si me dolió que no me dolió, etc. Para que no se cree toda esta ‘fantasía’ alrededor del evento”.
También dice que es importante conversar bien con los niños, explicarles, se les puede mostrar cómo son las jeringas, que las agujas son bien finitas, “pero muchas veces cuando son muy pequeños, lo ideal es no hacer tanto show sino que directamente decirle: ‘mira, esto es muy cortito, el ‘pinchacito’ es muy rápido, no te va a doler, quédate tranquilo’. Generalmente uno pide a otra persona, un asistente, que lo ayude a afirmar al niño por si acaso se mueve, para que no mueva el brazo en forma brusca y eso no provoque que se mueva la aguja, que se salga o que le duela más, y el procedimiento es tan rápido que para cuando el niño está recién enterándose que lo van a pinchar, ya lo pincharon, le pusieron su parchecito y se fue”.
“Se le puede regalar algún dulce, en el fondo hacer actividades, que los profesores puedan compartir del tema, se puede llamar a niños que lo han pasado bien, que no se asustan, para que se lo expliquen a los compañeros, pero generalmente eso nunca ha sido un problema mayor en los colegios”.
3. La vacuna no ha sido probada
Otro de los temores que ha generado el proceso de inoculación que comenzó este lunes, es la seguridad de la vacuna CoronaVac, del laboratorio Sinovac, el principal que se usará en los menores en el país.
El doctor Alexis Kalergis, académico de la Universidad Católica, director del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII) y director general del estudio en niños que actualmente se realiza en el país con esta vacuna, señala que los datos actualmente disponibles, y sobre los cuales el Instituto de Salud Pública basó la aprobación de emergencia, corresponden a un estudio clínico fase I/II realizado en China con un número acotado de sujetos, pero que apoyan la seguridad e inmunogenicidad, pero no la eficacia y que fueron publicados en The Lancet Infectious Diseases.
“Este estudio científico-clínico de fase 3 entrega información específica para la población pediátrica chilena sobre la seguridad e inmunogenicidad de la vacuna. Además, esperamos obtener datos de eficacia de la vacuna para prevenir o disminuir la enfermedad causada por el coronavirus en niños. La participación en el estudio es altamente recomendada, ya que otorgará a los participantes la posibilidad de recibir un completo seguimiento por parte de un equipo científico y clínico, encargado de caracterizar la seguridad y la capacidad inmunológica protectora de esta vacuna”, indica el especialista.
El estudio liderado por investigadores de la UC, al realizarse en nuestro país, permitirá contar con información de primera fuente en nuestra población infantil en Chile. “Estos permitirán corroborar los datos de seguridad e inmunogenicidad de la vacuna en nuestros niños, y aportar con datos de eficacia, es decir, la capacidad de la vacuna de proteger contra la infección. Estos resultados permitirán informar una estrategia de vacunación ajustada específicamente a la realidad nacional”, recalca Kalergis.
Pablo González, investigador de la UC, del IMII y director ejecutivo de este estudio, señala que la vacuna inactivada CoronaVac contra Covid-19 ha sido evaluada en estudios científico-clínicos Fase 1/2 en población pediátrica con resultados muy positivos de seguridad e inmunogenicidad, lo cuales avalan su seguridad. “Además, luego de ello ha sido administrada a más de 40 millones de personas entre 3-17 años en China, con un muy buen perfil de seguridad en esta población, lo cual es esperable por tratarse de una vacuna a base de virus inactivado”.
Es precisamente esta información de seguridad la que ha estado a disposición de las agencias regulatorias sanitarias, como el ISP. “Actualmente, se realiza un estudio Fase 3 multicéntrico a nivel mundial en la cual Chile participa, para evaluar la efectividad de la vacuna y además complementar datos de seguridad e inmunogenicidad. En base a los resultados de inmunogenicidad que se han obtenido con esta vacuna a la fecha se espera que sea igual o más efectiva en población pediátrica comparado con población adulta”.