Un 80% de los chilenos cree que los efectos que tuvo la pandemia sobre niños, niñas y adolescentes (NNA) afectarán negativamente su salud mental en el mediano y largo plazo. Esta cifra es parte del Estudio de Opinión sobre “Bienestar Emocional de los Chilenos Post Pandemia”, elaborado por la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes.

El estudio analizó una muestra de 1.210 personas, hombres y mujeres mayores de 18 años, desde Arica a Punta Arenas y de los cinco grupos socio económicos (GSE).

Ante la interrogante, ¿En qué sentido cree que los efectos que tuvo la pandemia en NNA afectarán la salud mental en el mediano y largo plazo?, un 16% de los encuestados opina que la pandemia no tendrá consecuencias y solamente un 4% piensa que tendrá un efecto positivo.

De forma similar, la mayoría de los encuestados señaló que los efectos que tuvo la pandemia sobre NNA acarrearán un efecto negativo en el mediano y largo plazo sobre la vida política y social (56%) y la economía del país (63%).

Estos porcentajes representan una opinión generalizada a nivel nacional, ya que se observan respuestas prácticamente iguales en las distintas zonas geográficas de Chile, entre los diferentes Grupos Socio Económicos (GSE) y entre los distintos tramos de edad de los encuestados.

Fabián Barrera, académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes, explica que “al parecer, hay consenso respecto a que será difícil detener el efecto negativo de la pandemia. Independientemente de la región en que viven, el nivel socioeconómico y la edad de los encuestados, se comparte la idea de que la actual generación escolar se vio particularmente afectada. Esto se entiende por la naturaleza de las medidas sanitarias durante la pandemia. Como en otros países, estas afectaron por igual y aceleradamente a toda la población”.

“Sin embargo, particularmente en Chile, llevaron a alterar las clases presenciales más del doble del tiempo que en el resto del mundo. Por otro lado, el hecho de que estos datos reflejen la opinión de quienes tienen niños, niñas o adolescentes en sus familias, o en círculos cercanos, a casi dos años del retorno a la presencialidad, podría indicarnos un efecto negativo en términos socioemocionales que se está acumulando en vez de haberse disipado” añade Barrera.

Bienestar emocional

Otro de los temas que se investigó en el Estudio de Opinión sobre Bienestar Emocional de los Chilenos Post Pandemia, fue el efecto de ésta en la vida escolar de niños, niñas y adolescentes.

Al respecto, prácticamente la mitad de los chilenos opina que la pandemia afectó negativamente tanto el uso que hacen de internet y redes sociales (48%), su capacidad para hacer amigos (51%), y sus notas y rendimiento escolar (52%). Cifras que tampoco parecen variar sustancialmente entre las diferentes categorías de encuestados (región, GSE, sexo y edad), lo que también destaca que esta opinión es básicamente transversal entre los chilenos.

Foto: AP Photo.

El estudio reveló diferencias interesantes entre quienes opinan de forma minoritaria que la pandemia tuvo un efecto positivo sobre la vida escolar. Por una parte, las diferencias se observan entre los encuestados más jóvenes y los de mayor edad. Por ejemplo, respecto al efecto sobre las notas y el rendimiento escolar, un 15% del tramo entre 18 y 34 años consideró positivo el efecto, versus solo el 7% del tramo de mayor edad de 55 años o más.

Algo similar se observa en relación con el uso de internet y redes sociales, donde un 18% del grupo más joven lo evaluó de forma positiva, porcentaje que aumenta a 24% en el tramo de mayor edad.

Por otro lado, entre quienes opinaron que la pandemia tuvo un efecto positivo sobre las notas y el rendimiento escolar, llaman la atención diferencias entre zonas geográficas y GSE. Por ejemplo, solo un 8% declaró esta positiva evaluación en las regiones del sur del país, porcentaje que alcanzó el doble en las regiones de la zona norte. De manera similar, el 14% de los encuestados del GSE D señaló tal positiva opinión respecto a las notas y el rendimiento escolar, lo que contrasta llamativamente con el respectivo 6% del GSE C1 (que representa el de mayor poder adquisitivo entre los encuestados).

“Si bien estas diferencias entre quienes evalúan positivamente los efectos de la pandemia sobre la vida escolar son importantes para el análisis, no deberían distraernos de que en lo fundamental la evaluación de los chilenos es principalmente negativa en todos los aspectos evaluados de la vida escolar” comenta el académico.

“En especial deberíamos destacar que el efecto negativo sobre la capacidad de hacer amigos, que es un indicador crucial del desarrollo del comportamiento social de NNA, refleja una opinión que cruza transversalmente a todas las categorías de encuestados. Esto plantea desafíos cruciales para continuar fortaleciendo el rol de las familias, así como las iniciativas de reactivación educativa en el área del bienestar socioemocional para el aprendizaje en las escuelas”, concluye Barrera.