Durante la última década, las principales causas de muerte en Chile han mostrado gran regularidad, con las enfermedades crónicas dominando el registro de fallecimientos. En 2013, las enfermedades del sistema circulatorio (entre las que figuran los accidentes cerebrovasculares, y los ataques y paros cardiacos) lideraron las muertes, causando 27.660 fallecimientos, seguidas por los tumores malignos (cáncer) y enfermedades del sistema respiratorio.

Diez años después, estas mismas enfermedades siguen siendo las principales causas de mortalidad, pero con una salvedad: el incremento en enfermedades del sistema nervioso central como una de causas más comunes de muerte entre los chilenos.

El alzhéimer y el párkinson entran en el “top 5″ de las principales causas de muerte en Chile

Hasta 2014, este grupo de dolencias ni siquiera figuraban entre las 10 principales causas de muerte en el país, pero ya en 2015, por primera vez aparecieron en este “top ten” (ver tabla). Desde entonces, han ido al alza, al punto que de no figurar hace una década, en 2022 -último registro del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS)del Ministerio de Salud-, ya están entre las cinco principales.

Estas enfermedades del sistema nervioso central abarcan varias dolencias, pero sus manifestaciones más comunes son las enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson y las demencias entre las que figura el alzhéimer.

El alzhéimer es de hecho la más común de todos los tipos de demencias. Se estima que entre un 60% a 80% de los casos de personas con ese diagnóstico tienen esta enfermedad. Le siguen la demencia vascular (20% a 30%), por Cuerpos de Lewy (5%) y la demencia frontotemporal, la cual afecta al 3% en personas mayores de 65 años.

CAUSAS DE MUERTE
2015
201612°
201711°
201810°
201910°
2020
2021
2022
Ubicación de las causas de muertes por enfermedades del sistema nervioso, <br/> entre todas las causas de fallecimientos en Chile en la última década.
FUENTE: MINSAL

De acuerdo con el último Informe de Estadísticas Vitales del INE, más de 200 mil personas tienen algún tipo de demencia en nuestro país, siendo el alzhéimer la más común. En 2020, el registro más reciente, 2.180 personas murieron a causa de esta enfermedad: 698 hombres y 1.482 mujeres.

Según Marcela Cárcamo, epidemióloga de la Universidad de los Andes, la gran razón del aumento de la prevalencia de estas enfermedades es el envejecimiento de la población y la mayor esperanza de vida, lo que prolonga la duración de estas enfermedades.

Según la doctora Rommy Von Bernhardi, investigadora de la Universidad San Sebastián, hoy la expectativa de vida de los chilenos es similar a la de los países europeos de la OCDE. “Nuestra expectativa de vida ha aumentado de manera importante en las últimas décadas”, dice, lo que, junto al envejecimiento de la población, ha incrementado la prevalencia de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el párkinson.

Este envejecimiento poblacional, junto con una baja tasa de natalidad, resulta en una población más envejecida, lo que eleva el número de casos y, en consecuencia, la mortalidad asociada.

El impacto del párkinson

Además del alzhéimer, el párkinson también ayuda a entender el avance de las muertes de las enfermedades neurodegenerativas en el país.

Cárcamo destaca que “entre 1990 y 2016, las muertes atribuidas a esta enfermedad aumentaron 16,5% y la prevalencia en 19,9%”. Pero este crecimiento no solo responde al envejecimiento de la población, sino también a factores ambientales derivados de la industrialización y los estilos de vida modernos, que han contribuido a la mayor incidencia de enfermedades como el párkinson.

En 2022, un grupo de científicos y médicos decidieron realizan una investigación para medir la incidencia y prevalencia de la EP en Chile. La investigación fue realizada por Felipe Viala, Iris Delgado, Juan Francisco Idiaqueza, Francisca Canalsa, y Pedro Chana-Cuevas y publicada en la revista Neuroepidemiology.

La investigación calculó que cerca de 40 mil personas viven con esta patología en el país y que por lo menos un 30% no lo sabe.

El cambio demográfico

El aumento de muertes asociadas al alzhéimer y párkinson en Chile no solo reflejan un cambio demográfico en el país, sino también conlleva un fuerte impacto social. Según Von Bernhardi, “las enfermedades neurodegenerativas afectan los elementos más íntimos de nuestra identidad, además de tener un impacto enorme sobre la familia y cercanos de los pacientes”.

Este impacto se agrava debido a la larga duración de estas enfermedades, que pueden extenderse por décadas, lo que hace que el deterioro cognitivo y funcional de los pacientes sea un proceso gradual pero implacable.

Además, ambas enfermedades hoy no tienen terapias efectivas, lo que aumenta la percepción de vulnerabilidad en la sociedad. “Estos pacientes requieren mucho apoyo y cada vez van a requerir más y más apoyo de sus familias, cuidadores y de la sociedad como un todo”, advierte la investigadora de la USS, subrayando la creciente demanda de recursos y atención para esta población en expansión.

Claudia Rodríguez, coordinadora del Centro de Envejecimiento de la Universidad de los Andes, dice que esta alza en la prevalencia de estas enfermedades es un desafío prioritario para la salud pública, donde la clave es la detección temprana, para lo cual hay que mejorar los protocolos de atención para estas enfermedades: “Hoy se puede pesquisar tempranamente este tipo de patologías, debido a mejoras en los protocolos, políticas de salud, acceso a tecnología y especialistas”.

Dice que esto ha permitido identificar y tratar estas afecciones más temprano, aunque también ha puesto de relieve la necesidad de estudios continuos que permitan comprender mejor el impacto y la evolución de estos males en un contexto de envejecimiento acelerado.

Tratamientos

Von Bernhardi subraya que, aunque no existen tratamientos curativos para la mayoría de estas enfermedades, “se puede hacer un trabajo importante en cuanto a su prevención” mediante la adopción de hábitos saludables que incluyan una buena alimentación, actividad física regular y la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión.

Según Von Bernhardi, en Chile “nos hace falta una mejor política de prevención y una mejor educación en salud de la población” con un enfoque especial en niños y adolescentes para fomentar hábitos de vida saludables desde temprana edad.

Marcela Cárcamo destaca la importancia de promover hábitos de vida saludables en la población chilena, señalando que el 87% de los jóvenes chilenos son inactivos: “Para reducir la incidencia de enfermedades neurodegenerativas y mejorar la longevidad, es crucial incentivar el ejercicio físico, la interacción social, y actividades cognitivas como la lectura y el aprendizaje de nuevos idiomas, que ayudan a mantener el cerebro activo y saludable”.

Enfermedades neurodegenerativas.

Rodríguez advierte que “en Chile, el vivir más no se traduce en que se viva más saludable”, por lo que es esencial fortalecer las estrategias sanitarias enfocadas en el autocuidado desde edades tempranas. La idea es evitar que el envejecimiento se traduzca en una mayor dependencia en la vejez, por lo que es necesario modificar los hábitos de salud a lo largo de todo el curso de la vida, asegurando un envejecimiento saludable y autónomo.

Otras causas

Además del alza del párkinson y el alzhéimer como una de las principales causas de muerte en el país, los médicos advierten también otro preocupante aumento en fallecimientos que antes no figuraban entre las más importantes del país. Por ejemplo, las relacionadas con el suicidio y el consumo de drogas, un fenómeno que antes no representaba una amenaza significativa para la salud pública.

Von Bernhardi advierte que ambas causas “se están convirtiendo en un problema de salud pública gigantesco”, similar a lo que ha ocurrido en Estados Unidos, donde la drogadicción ha contribuido a una disminución en la expectativa de vida. Dice que este creciente desafío subraya la necesidad de una atención urgente a estas problemáticas emergentes en el país.

Además, la obesidad y los trastornos metabólicos asociados al consumo excesivo de grasas y azúcares, junto con el sedentarismo, también han comenzado a influir de manera significativa en la mortalidad en Chile.

Estas condiciones, aunque prevenibles, están contribuyendo al aumento de enfermedades crónicas mortales. Por ello, la investigadora de la USS, enfatiza la importancia de modificar los hábitos de vida, especialmente en la población joven, para revertir estas tendencias y mejorar la salud pública a largo plazo.