El asteroide “Dios del caos” pasará cerca de la Tierra y podría desencadenar temblores y deslizamientos
El asteroide Apophis, conocido como el ‘Dios del Caos’, pasará a una distancia inusualmente cercana a la Tierra en 2029. Esta oportunidad única podría revelar secretos sobre los asteroides y los efectos de la gravedad terrestre en cuerpos celestes.
El 13 de abril de 2029, la Tierra será testigo de un evento astronómico que ya genera gran expectación, el paso cercano del asteroide Apophis, conocido como el ‘Dios del Caos’. Con un tamaño de 340 metros y una forma que evoca la imagen de un cacahuate gigante, Apophis pasará a solo 32.000 kilómetros de nuestro planeta, una distancia inferior a la de algunos satélites.
Este encuentro, podría alterar la propia estructura de Apophis causando temblores y deslizamientos de tierra internos transformando potencialmente su superficie. Lo que inicialmente generó preocupación, ahora es visto por la comunidad científica como una oportunidad única de poder observar de cerca cómo un asteroide podría transformarse debido a la fuerza gravitacional de la Tierra.
A medida que se acerca la fecha, el ‘Dios del Caos’ promete desvelar algunos de sus secretos y abrir nuevas líneas de investigación en el estudio de cuerpos celestes.
El asteroide “Dios del caos” pasará cerca de la Tierra y podría desencadenar temblores y deslizamientos
Descubierto en 2004, Apophis recibió su nombre inspirado en Apep, el dios egipcio del caos y la destrucción. Durante sus primeras observaciones, Apophis fue motivo de gran preocupación, pues las proyecciones iniciales mostraban una probabilidad considerable de colisión con la Tierra. No obstante, cálculos refinados en 2021 descartaron este riesgo, confirmando que el asteroide se aproximará a nuestro planeta a una distancia segura. Aun así, su cercanía es suficiente para que la gravedad de la Tierra tenga un efecto transformador en su estructura.
Los modelos computacionales desarrollados por científicos del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins y otras instituciones revelan que la atracción gravitatoria de la Tierra provocará temblores en Apophis cuando esté en su punto de máxima aproximación. Según el investigador Ronald-Louis Ballouz, estos temblores comenzarán aproximadamente una hora antes del encuentro más cercano y continuarán poco tiempo después.
Aunque su intensidad exacta es difícil de prever, se espera que incluso temblores de baja magnitud logren afectar significativamente a este asteroide cuya gravedad es 250.000 veces menor que la de la Tierra.
Además de los temblores, los científicos prevén que el paso cercano afectará la rotación de Apophis. A diferencia de una rotación uniforme, Apophis gira de manera errática, similar al movimiento de un balón de fútbol lanzado sin precisión. Este tipo de rotación podría verse alterada durante el encuentro, cambiando su velocidad de caída y generando una desestabilización gradual de las rocas en su superficie. Este proceso de “volteo” podría provocar deslizamientos de tierra, una transformación que, aunque sutil en un inicio, se acumulará a lo largo de los años.
Conscientes del impacto que este evento podría tener en la comprensión de la evolución de los asteroides, los científicos de la NASA han preparado una misión especial para observar y analizar a Apophis.
La sonda OSIRIS-APEX, derivada de la misión OSIRIS-REx, que recolectó muestras del asteroide Bennu, se encargará de estudiar la composición y estructura de Apophis durante su paso cercano. Durante los 18 meses que la nave acompañará al asteroide, se espera confirmar las hipótesis planteadas sobre los efectos de la interacción gravitacional, permitiendo así entender mejor cómo los encuentros cercanos pueden moldear la superficie de los cuerpos celestes.
Uno de los aspectos más interesantes del estudio es la relación entre el paso de asteroides cerca de planetas y la renovación de sus superficies. La llamada “erosión espacial” provocada por pequeños meteoroides tiende a desgastar las superficies de los asteroides con el tiempo.
Sin embargo, asteroides como Apophis, que se aproximan a planetas, a menudo presentan superficies menos erosionadas, lo que sugiere un proceso de renovación impulsado por la gravedad planetaria. Esta teoría plantea que, al acercarse a la Tierra, las rocas en la superficie de Apophis podrían ser desplazadas y revelar capas más profundas, dejando al descubierto un paisaje renovado.
El interés en Apophis no es solo por su proximidad, sino por las implicaciones que su paso podría tener para la ciencia. La misión OSIRIS-APEX permitirá estudiar estos procesos de renovación en tiempo real, aportando valiosa información para futuras investigaciones y misiones espaciales. Se espera que los datos obtenidos ayuden a responder preguntas pendientes sobre los efectos de la gravedad en la estructura de los asteroides y la dinámica de sus superficies.
La comunidad científica ve en este evento una oportunidad irrepetible de observar cómo se desarrollan estos fenómenos en un ambiente de baja gravedad, algo que, aunque se ha teorizado durante años, aún no se ha visto en detalle.
El paso del ‘Dios del Caos’ representa más que un evento astronómico: es una ventana hacia el pasado y el futuro de los asteroides y sus encuentros con otros cuerpos celestes. A medida que se acerca 2029, la expectación crece tanto entre el público general como en la comunidad científica.
El acercamiento de Apophis a la Tierra no solo ofrece un espectáculo cósmico, sino una oportunidad para expandir el conocimiento sobre los asteroides, los efectos de la gravedad y los procesos de erosión en el espacio. Sin duda, el ‘Dios del Caos’ seguirá siendo objeto de fascinación e investigación mucho después de su paso, dejando tras de sí una estela de conocimiento que redefinirá nuestra comprensión del universo.
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