El complejo presente de Facebook, Instagram y WhatsApp en Europa: ¿Cómo afecta la situación judicial a Meta, el conglomerado de Mark Zuckerberg?
El conjunto de redes sociales ha sido duramente cuestionado en el viejo continente, principalmente por la vulnerabilidad de los datos personales de los usuarios. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) señaló que los mecanismos empleados por la firma no son válidos.
Mark Zuckerberg parece estar acostumbrado a las polémicas. El propietario de Meta, el conglomerado que reúne distintas redes sociales como Facebook, Instagram y WhatsApp, durante los últimos años se ha visto envuelto en diferentes problemáticas, la gran mayoría asociada a la vulnerabilidad de los datos de los usuarios.
La última mala noticia para el programador y empresario estadounidense dice relación con Europa, tras amenazar al viejo continente de cerrar sus redes sociales luego de revelarse algunos antecedentes sobre el conflicto por traspaso de datos. La decisión de Zuckerberg se llevará a cabo a menos que se tome un nuevo marco de transferencia de información, que permita la transferencia de datos entre Estados Unidos y Europa.
En este momento, esto último se encuentra condicionado por una sentencia judicial, emitida por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), la que establece los mecanismos para transferir datos personales, y aclara que el mecanismo actualmente vigente no es válido. “Si no nos permiten transferir datos entre países y regiones en las que operamos, o si nos restringen la capacidad de compartir datos entre nuestros productos y servicios, la capacidad para proveer nuestros servicios podría verse afectada”, señaló Meta.
A pesar de que Meta tiene en Europa 309 millones de usuarios activos diarios y generó más de 15.000 millones de dólares en publicidad en el último período, este enredo judicial podría favorecer considerablemente a TikTok, la red social más popular del momento, con una clara orientación en la Generación Z (jóvenes entre 13 y 23 años). Debido a que se basa en la publicación de vídeos cortos, perfectamente podría sustituir a los stories y reels de Instagram.
También podrían verse favorecidas plataformas y/o redes sociales, tales como Reddit, Diaspora, Mastodon, Clubhouse, Twitter, Snapchat, Flickr y Telegram.
Manu Chatlani, director ejecutivo agencia digital Jelly, señala que lo ocurrido por parte de Meta y Mark Zuckerberg, “fue equivocar el camino a propósito, incendiar la pradera con una amenaza para luego retractarse”. Es la forma añade que tiene Meta (antes Facebook) para intentar controlar la comunicación, “desde un situación de poder, aunque su reputación se ve afectada cada vez más”.
El tema es sensible porque, en teoría, “es una amenaza no menor al negocio actual”, agrega Chatlani. A nivel de percepción,dice “vuelve a contribuir a mostrar qué generan las arremetidas de Zuckerberg, quien, hace rato, está en medio de una tormenta perfecta”.
Escudo de protección
La razón fundamental de esta posible “afectación” a sus servicios, es la dificultad que las mayores restricciones de privacidad suponen para poder personalizar los anuncios online, que es la principal fuente de ingresos de Meta.
“No tenemos ningún deseo ni planes de retirarnos de Europa, pero la simple realidad es que Meta, y muchas otras empresas, organizaciones y servicios, dependen de las transferencias de datos entre la UE y Estados Unidos para poder operar servicios globales”, dijo la empresa en un comunicado.
En Europa no se quedaron callados. En Alemania y Francia, distintos ministros de Estados respondieron a la “amenaza” señalando que viven de buena manera sin la red social. “Después de haber sido hackeado, he vivido sin Facebook y Twitter durante cuatro años y mi vida ha sido fantástica”, reveló el ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck.
Chatlani añade que a nivel de implicancias, con la retracción pública, “posiblemente el tema tienda a debilitarse, pero el daño a la imagen es el que va quedando”.
La firma tecnológica citó la invalidación por parte de la Justicia europea del conocido “escudo de protección”, un acuerdo entre la UE y EE.UU. para que las empresas puedan transferir los datos de los usuarios entre continentes.
Éste había sido invalidado por el TJUE en julio de 2020 al considerar que posibilitaba injerencias en los derechos fundamentales de los ciudadanos europeos cuyos datos se transfieren al país norteamericano y no otorgaba el nivel adecuado de garantías que pretende asegurar el Reglamento General de Protección de Datos (RGDP) de la Unión Europea.
Mientras no se defina la situación por parte de tribunales, y no se produzca el pronunciamiento del Supervisor de Protección de Datos europeo, sobre la mesa habría diferentes soluciones a medio o largo plazo. Entre ellas, que las empresas de EE.UU. deban revisar el uso de los datos de sus usuarios europeos o lograr un nuevo tratado entre Europa y Estados Unidos para la transferencia de información.
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