Sebastián Espinosa partió sus estudios de música en la Universidad Católica y luego se ganó una beca para estudiar en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, en España, donde fue alumno de grandes maestros como Rainer Zepperitz y Duncan McTier. Hoy, cuenta que esa experiencia fue fundamental para elevar su nivel en el contrabajo y hoy le permitió ser nombrado profesor invitado en la Royal College of Music de Londres.

Desde niño tuvo la intención de estudiar música y partió tocando el bajo. "Mi hermano fue muy importante en mi desarrollo musical, a él le gustaba mucho la música e inculcó en mi ese amor. Tenía 18 cuando decidí estudiar esto y el contrabajo me venía bien", dice.

Luego de volver a Chile y terminar de estudiar su carrera, Espinosa tuvo la idea de desarrollar un proyecto de alto rendimiento musical. "En España estudié con los mejores maestros del contrabajo y por eso pensé en hacer algo relacionado con ellos. Nos pusimos a educar a los jóvenes con altura de miras, que no solo fueran músicos de conocimientos, sino que tuvieran la posibilidad de ser competitivos en el todo el mundo".

Gracias a esto, los alumnos del Conservatorio de la Universidad Mayor han ganado concursos, becas y han tocado en las orquestas más importantes a nivel mundial, como el Schleswig-Holstein Musik Festival, en Alemania o la Youth Orchestra of the Americas.

El proyecto de alto rendimiento musical es una iniciativa personal de Espinoza y la Universidad Mayor le permite implementarlo en el aula. Una de las características más llamativas es que invita a grandes maestros de la música a dar cursos a sus alumnos en Chile.

"Primero contacté a Ander Perrino, que es el primer contrabajo de la Deutsches Sinfonieorchester y le comenté mi proyecto. Inmediatamente me empezó a ayudar. Después seguí con Nhassim Gazale, chileno que está trabajando en la radio de Berlín. Luego de siete años logramos vincularnos con toda la plana mayor de los contrabajistas top y los hemos traído, realizando tres cursos anuales con ellos".

Parte del proyecto de Espinosa se sitúa en Frutillar, impartiendo clases todos los veranos en el Teatro del Lago. Ahí, y dictando clases en otros lugares, es como recauda fondos para traer a los profesores invitados.

Fue ahí, en Frutillar, donde conoció a Mark Messenger, jefe de la Cuerda de la Royal College of Music en Londres. "Trabajé con él durante el verano pasado. Él trabajaba con los violines y yo con los contrabajos. Cuando terminaron las clases, me hizo una invitación oficial para ir a dar un curso a la Royal College a los jóvenes contrabajistas de allá. Para mí fue una gran sorpresa, es como que te inviten a dar clases a Harvard", cuenta.

Espinosa menciona que una de sus grandes motivaciones es poder contribuir a que el país sea desarrollado y para eso se necesita música de alto rendimiento. "En Chile hay muchas posibilidades de tener una experiencia musical, pero no hay las mismas posibilidades de tener una orquesta de alto nivel. Yo creo que Chile puede lograr estar a la par con las grandes potencias musicales y eso puede lograrse teniendo contacto con todos estos maestros".

"Ser músico en Chile es un gran sacrificio, tanto para los alumnos como para sus familias. Tengo una cátedra de 10 alumnos y ninguno es de Santiago, por lo que las familias hacen un tremendo esfuerzo para que los chiquillos puedan estar acá, comprarles los instrumentos,  y todo para que puedan hacer esta carrera que dura 10 años. Es una carrera en la que siempre tienes que estar estudiando, es como el deporte, en ese sentido. Tienen que ser disciplinados, practicar mucho y ser muy enfocados", reflexiona.