Cuando se habla de cambio climático, es sobre cómo el aumento de las temperaturas en el planeta afectarán el ecosistema donde vivimos. Cómo el deshielo de los glaciares y polos irá cambiando el planeta que habitamos, pero casi nunca se menciona cómo nos afectará personalmente.
Y no es cómo afectará la zona donde vivimos, sino que cómo el cambio climático impactará nuestra salud. En el libro Cambio Climático en Chile: Ciencia, Mitigación y Adaptación del Centro de Cambio Global UC, hay un capítulo dedicado a entender cómo el calentamiento global impactará la salud de las personas nivel regional y nacional.
Luis Cifuentes, académico de la Facultad de Ingeniería e investigador del Centro de Cambio Global UC y autor del capítulo junto a Camila Cabrera y José Miguel Valdés, explica que estadísticamente cuando hace más calor aumenta la mortalidad de las personas. Y una de las principales cosas que ocurrirá con el cambio climático, es que la temperatura del planeta seguirá aumentando.
"En 2003, en Francia, hubo una ola de calor y murieron 30 mil personas. 30 mil personas es como 10 veces la cantidad que murió en Chernobyl en todo el episodio. Es mucha gente. Y ese es un tema que pareciera no es importante, pero lo es", explica Cifuentes.
Y no solo el calor causará efectos negativos en la salud de las personas, sino que también habrá que lidiar con un aumento en las enfermedades infecciosas, las alérgicas, diarreicas e incluso la presencia de enfermedades que no existían antes del calentamiento global en esta zona del planeta.
Por ejemplo, el dengue y la malaria. Cifuentes explica que "las enfermedades infecciosas necesitan de un vector las transmita, y muchos de estos vectores se desarrollan mejor con mayores temperaturas y humedad. Los mosquitos que transmiten estas enfermedades viven en una zona acotada, pero cuando aumenta la temperatura esa zona se expande".
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El mosquito Aedes Aegypti transmite peligrosas enfermedades. Foto: archivo[/caption]
Por ahora en el norte del país no se han registrado casos de estas enfermedades, pero si hace unos veranos estuvieron presente en Uruguay. Una zona del mundo donde antes de este cambio en las temperaturas, nunca se habría imaginado que esos mosquitos llegarían.
Y aunque en Chile se mantienen monitoreado a estos mosquitos, Cifuentes explica que no sería raro que un par de años llegaran al país. Primero en el norte para luego ir bajando poco a poco, a medida que vayan aumentando las temperaturas en otras zonas.
Cifuentes es claro en una cosa: todo esto no es algo a lo que podríamos enfrentarnos en un par de años, sino que algo que está comenzando a suceder. De hecho, ya en 2007 se realizó un estudio donde se revelaba una proyección del aumento de las tasas de admisiones hospitalarias, debido al cambio de temperatura.
Y eso fue hace más de 10 años, donde ocho ciudades (Arica, Antofagasta, La Serena, Santiago, Concepción, Temuco, Puerto Montt y Punta Arenas) ya comenzaban a sufrir los efectos del calentamiento global.
"El cambio climático hasta ahora, por suerte, no ha sido un fenómeno violento, pero cuando ocurra no sé si estaremos preparados". Actualmente, el gobierno tiene un "Plan nacional de adaptación para el sector de salud", plan que el mismo Cifuentes ayudó a elaborar, pero aún así dice que falta para estar preparados para enfrentar los cambios que se avecinan. "Hay que investigar más, estudiar más. Ese plan hay que revisarlo periódicamente porque van cambiando las condiciones".
Y sobre todo, Cifuentes dice que falta hacer conciencia sobre los que realmente serán afectados de este problema: las personas. "El cambio climático no es un problema ambiental, me importa el medio ambiente, pero más me importan las personas. La naturaleza va a sufrir cambios, pero los seres humanos somos los que vamos a sufrir más. Cuando los servicios de urgencias estén colapsados por las altas temperatura, no será problema ambiental, será un problema de salud pública. Este no es un tema de los ambientalistas, este es un tema de todos: Nos va a afectar a cada uno, y va a afectar mucho más a los pobres que a los ricos".
Cifuentes explica que lo que causó la alta mortalidad de la onda de calor en Francia en 2003, fue que los franceses no tenían la costumbre de tener aire acondicionado -algo que sí tenían los estadounidenses y lo que evitó una alta mortalidad cuando ellos sufrieron temperaturas extremas similares-.
Algo que también ocurrirá en Chile si no se hacen planes para mitigar y adaptarse al cambio climático, porque cierto grupo de personas podrá comprar aires acondicionados y ventiladores. Algo que por más dramático que suene, marcaría la diferencia entre la vida y la muerte.