“Nuestra escala de valores y principios en torno a la política no solo dista del gobierno anterior, sino que creo que frente a una generación que nos antecedió”. Los dichos del ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Giorgio Jackson, generaron un remezón transversal en la clase política. Esto fue en el contexto de un programa emitido a través de un canal de Twitch, plataforma predilecta de millennials y centennials. ¿Qué es y cuál es el impacto que tiene esta plataforma de difusión, muchas veces desconocida por las generaciones mayores de 35?
Twitch es la plataforma de streaming más grande del mundo en la actualidad. Nació como un espacio de transmisión de videojuegos, pero su contenido también se ha diversificado a lo largo de estos años. Se pueden encontrar allí programas de música, estilo de vida, deportes o conversación. Tal como el programa del streamer “Wingz”, el cual tiene más de 95 mil seguidores y estuvo presente el ministro Jackson. En su sitio oficial, Twitch se define a sí misma como un espacio “donde millones de personas se reúnen en directo a diario para charlar, interactuar y crear juntos su propio entretenimiento.”
Justin Kan y Emmet Shear lanzaron esta plataforma en 2007, como justin.tv, para luego cambiar a su nombre actual en junio de 2011. En 2014, Twitch fue comprado por Amazon por la suma de 970 millones de dólares. Desde entonces, y gracias a las numerosas innovaciones de la empresa de transmisiones, como por ejemplo la remuneración de streamers fidelizados, la plataforma no ha hecho más que reafirmar su monopolio en el mercado. Entre los competidores potenciales de Twitch, encontramos gigantes de Internet, tales como YouTube o Facebook.
Para Manu Chatlani, director de Jelly, Twitch busca “transmitir experiencias de lo que está jugando, de lo que está viendo jugar, de lo que ve en televisión o en otras partes. Culturalmente se ha hecho muy relevante, dado que hacer lives se ha vuelto un cotidiano de nuestros días”. Existe una infinidad de rostros que tienen sus propios programas en Twitch, tanto nativos como salidos de otras plataformas. Hay exfutbolistas, celebridades, o personas que dedican su tiempo para enganchar con más jóvenes, tratando distintos temas y abriendo un espacio más íntimo de conversación. “Es más que subir una foto, un video o story, es conversar más largo. Eso ha generado un alto impacto para los rostros más destacados”, explica Chatlani. Tanto así que gran parte de los anuncios de contrataciones de futbolistas, o cierre de grandes negocios, se cuentan por Twitch.
El mejor año para Twitch fue, sin dudas, 2021. La pandemia forzó a que mucha gente quedara confinada en sus casas, lo que motivó a indagar en esta plataforma de visualización y emisión de videos en directo. De acuerdo al informe Live Streaming Industry Report, de StreamLabs, Twitch es la única plataforma que experimenta un crecimiento en comparación con el trimestre anterior. Durante el 2021 se registraron 3.1 billones de minutos transmitidos, y en el primer trimestre de este año esta cifra supera las 483 millones de minutos emitidos. Actualmente, Twitch representa el 76% de la participación de mercado en horas vistas de transmisiones en vivo y el 91% en horas emitidas, en comparación con YouTube y Facebook.
Si bien, Twitch no tiene la masividad de usuarios que tiene Facebook o Youtube en el mundo, esta plataforma funciona solo en un mismo formato, concentrando todos sus esfuerzos en la transmisión de contenido en tiempo real. “Los 140 o 150 millones de usuarios mensuales en Twitch están buscando el en vivo, no como en las otras plataformas donde muchas veces el contenido suele estar más envasado”, complementa Chatlani.
“Twitch es una plataforma difícil, no es como llegar, crear tu cuenta y empezar a transmitir con muchos viewers (espectadores), porque el alcance orgánico es difícil. No es como transmitir en Facebook, Instagram o YouTube”, dijo a la Tercera Francisco Rojas, fundador de Streamers Chile. Dicha comunidad reúne a cerca de 2.121 streamers, la más grande del país en su tipo.
Brecha generacional
Existe una marcada diferencia entre el público que frecuenta los contenidos emitidos a través de Twitch. De acuerdo a las métricas del tomadas en GlobalWebIndex, el 76% de los usuarios tiene entre 16 y 34 años, y dos tercios de los usuarios son hombres. Por la edad, queda en evidencia que Twitch es más bien una plataforma para centennials y millennials. Esto, según Manu Chatlani, se debe a que la plataforma “tiene un halo que está muy marcado por los gamers, respira esa onda que la hace estar conectada a los más jóvenes”.
Más que la plataforma en sí, lo importante es el cambio que estamos percibiendo con respecto a la difusión de contenido. “Este cambio tiene que ver con que los grandes momentos noticiosos no necesariamente pasan por la cobertura en vivo de la televisión. A veces se generan digitalmente en distintas plataformas, con contenido envasado o en vivo, pero ese anuncio es el punto de partida de una comunicación más grande”, comenta el director de Jelly.
La fuente primaria de hechos noticiosos ya no es necesariamente la televisión. Chatlani argumenta que muchas veces, “lo digital es la punta de lanza para comunicar ciertas cosas a las nuevas audiencias”. Y una vez emitidas, son replicadas hacia las plataformas convencionales de difusión.
Otra de las cosas que destaca Twitch, con respecto a otras plataformas, es que las audiencias participan activamente en los temas tratados y emitidos en vivo. El chat de cada canal de transmisión permite interactuar en tiempo real, e incluso proponer temas de conversación para modificar el rumbo de la pauta de discusión. Más directo, quizás, que las emisiones a través de otros medios.
Desde hace años, la plataforma Twitch se ha visto como un buen puente entre las nuevas audiencias. Y, por ejemplo, en Estados Unidos incluso el mundo político se sumó. Donald Trump se unió en 2019, pensando en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020, e incluso realizó su debut el jueves 10 de octubre de ese año, con la transmisión de su rally de campaña en Minneapollis. De hecho, fue la primera plataforma en bannear (restringir) al exmandatario, por considerar que usaba sus transmisiones para difundir un discurso de odio.