Según datos del Ministerio de Salud, uno de cada diez chilenos está diagnosticado con diabetes tipo dos, lo que se traduce en más de un millón y medio de personas afectadas por esta condición, que perjudica al 12% de la población adulta y a más del 30% de los adultos mayores del país.

Actualmente, el sistema de salud chileno invierte más de 60 millones de pesos por cada paciente que debe ser sometido a diálisis, sin embargo, expertos aseguran que la solución para prevenir y controlar esta costosa enfermedad está más cerca de lo que pensamos, a veces, incluso, arrojada a granel en las playas de Chile.

La respuesta está en las algas, dicen académicos de la Escuela de Ingeniería en Alimentos de la Universidad Austral de Chile, quienes desde 2017 se encuentran explorando la capacidad de algunas de ellas para controlar los niveles de azúcar en la sangre a través de la inhibición de dos enzimas fundamentales en el proceso de digestión de los alimentos: la alfa-amilasa y la alfa-glucosidasa.

"Mientras más se inhiben estas enzimas digestivas, menos se digieren los alimentos", explica Javier Parada, líder de la investigación y director de Escuela de Ingeniería en Alimentos de la UACh, lo que genera que la liberación de glucosa a la sangre sea más moderada controlando así los niveles de glicemia en las y los pacientes de diabetes.

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El doctor Javier Parada. FOTO: UACH[/caption]

"La acarbosa, medicamento comúnmente utilizado para el tratamiento de esta enfermedad, inhibe todas las enzimas del tracto digestivo, pero se ha demostrado que produce daños colaterales. Las investigaciones sugieren que es mejor inhibir más algunas enzimas que otras, y eso fue justamente lo que encontramos en el cochayuyo. Inhibe en las enzimas en distintos niveles, lo que revela un perfil muy interesante y poco común, ya que esta fue la única alga, de las seis que analizamos, que mostró este comportamiento", dice Parada.

El proyecto, realizado en conjunto con la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica, se encuentra trabajando además con algas como el gelillo, el palo huiro, el chascuo, la luga cuchara y el luche, de entre las cuales el cochayuyo es el que presenta mayor potencial para controlar la glicemia dado que sus compuestos polifenónilcos, moléculas generalmente presentes en plantas, tienen una amplia capacidad para inhibir estas enzimas.

"Los compuestos extraídos de las algas pasaron por un proceso de análisis para determinar su capacidad antioxidante, su concentración de polifenoles y, lo principal, su actividad anti enzimática in vitro. De esta forma analizamos si las algas seleccionadas tenían la capacidad de inhibir enzimas y la que respondió mejor fue el cochayuyo, siendo incluso más efectivo que la acarabosa", explica Parada.

No todas las algas poseen el mismo nivel de polifenoles o capacidad antioxidante, por lo que el proyecto actualmente se encuentra caracterizando las muestras obtenidas para determinar sus propiedades y su capacidad para inhibir las enzimas que participan en la digestión de los alimentos en el tracto gastrointestinal.

En cuanto a las proyecciones de la investigación, una vez terminada la caracterización se espera incluir los ingredientes funcionales en alimentos con almidón y "así poder diseñar productos con respuestas glicémicas más bajas, ya que valores elevados se relacionan con la aparición de enfermedades como la diabetes", concluye Parada

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