De forma silenciosa y sin generar grandes alertas, el cáncer se aprovechó para tomar la punta entre las enfermedades que más preocupan a la sociedad occidental. Los factores de riesgo han cambiado, ya no es el tabaquismo el principal motivo de incidencia de tumores. El cáncer reaparece, catalizado por una sociedad que engrosa los niveles de sedentarismo, obesidad y mala alimentación. Lo más preocupante: los tumores que solían estar presentes en mayores, ahora se han incrementado en adultos que no superan los 50 años.
Así lo describe un reporte realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. La incidencia de cánceres de aparición temprana, incluidos los de mama, colon, esófago, riñón, hígado y páncreas, ha aumentado drásticamente en todo el mundo en los últimos 30 años. ¿A qué se debe? ¿Se replica esta situación también en Chile? ¿Cómo la pandemia influyó en el manejo de esta enfermedad?
Según el estudio de Harvard, los científicos vincularon este aumento con los cambios en el “exposoma” de la vida temprana, que abarca la dieta, el estilo de vida, el peso, las exposiciones ambientales y la flora intestinal de un individuo. Las personas siguen dietas menos saludables, se mueven menos, duermen menos y beben más alcohol que en décadas anteriores, según registraron los investigadores.
De los catorce tipos de cánceres que han aumentado en los adultos más jóvenes, ocho están relacionados con el sistema digestivo, de acuerdo a la investigación. Según la jefa de Oncología del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Mónica Ahumada, esto también se ha visto con preocupación en nuestro país. Dice que el cáncer era la segunda causa de muerte Chile. “Ahora ya es la primera”, advierte.
Por otro lado, la obesidad mundial casi se ha triplicado desde 1975, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. El consumo de alcohol per cápita también ha sufrido un gran avance. La Sociedad Americana del Cáncer informó que “las personas nacidas en 1990 tienen el doble de riesgo de cáncer de colon y el cuádruple del de recto que las personas nacidas en 1950″. En 2020, en Estados Unidos se diagnosticaron cerca de 18 mil casos de estos tipos de cáncer en menores de 50 años, con un crecimiento anual sostenido de un 2% durante la última década.
En Chile, los datos del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud, entre 2009 y 2018, destacan la presencia de cáncer de estómago en hombres, con una tasa 281 casos por 100.000 personas, cáncer de mama en mujeres con la segunda tasa más alta de 250,6 casos por 100.000 mujeres, y cáncer de tráquea, bronquio y pulmón en hombres con 226,4 casos por 100.000 hombres.
Si bien en los últimos años se ha desprendido una cantidad importante en las personas más jóvenes, “el problema no es eso, sino que también son mucho más agresivos, son tumores con más mutaciones, que se relacionan con una enfermedad más avanzada en el diagnóstico”, agrega Eva García, jefa de oncología de Clínica Dávila Vespucio. Según la especialista, existen muchas teorías que explican esta aparición más temprana de cánceres.
Además de los factores tradicionales, como la obesidad, el sedentarismo, y tabaquismo, el uso moderado y alto de alcohol también incide en la aparición de cánceres en adultos. “También se está relacionando la aplicación de productos para alisar el cabello con la aparición de cánceres de mamas y cervicouterino”, manifiesta García. A esto también se le suman las radiaciones ionizantes, la exposición a los rayos UV, los virus que están asociados a cáncer de cuello uterino, además de otros factores genéticos.
El aumento de tumores en personas menores a 50 años va en aumento, pero no en todos los tipos. “El cáncer de colon ha sido el que ha tenido un cambio más dramático, que hace unos años la mayoría de los pacientes que lo padecían tenían sobre 60 años”, explica el médico oncólogo de la Red UC-Christus, Benjamín Walbaum. Según él, eso tiene varias implicancias, “porque como la gente menor no espera tener estos tipos de cáncer, realiza las consultas mucho más tarde y lo diagnosticamos en etapas avanzadas. Es un problema muy relevante donde todavía no tenemos muy claro los motivos ni las soluciones”.
Otros tipos de cáncer, como el de mamas, también han tenido un aumento sostenido de casos en los años. “Pero la tendencia aquí tiene que ver con que el diagnóstico ha aumentado también. Se hacen más screening, lo que ha hecho que más mujeres jóvenes que antes no se atendían, están presentando más casos”, enfatiza.
En 2020 se diagnosticaron 5.331 casos de cáncer de mamas y murieron 1.674 personas en Chile. Steren Chabert, radióloga investigadora principal del Instituto Milenio i-Health y académica de la Universidad de Valparaíso, asegura que “vemos que hay pocos especialistas en mamografía disponibles en Chile y pocos equipos mamógrafos instalados, por lo que estamos desarrollando una herramienta que sirva para los radiólogos para aplicar inteligencia artificial a las imágenes y ayudar a disminuir los falsos negativos y que ningún cáncer pase de largo”.
Causas del aumento
Según concuerdan los especialistas, existen varias explicaciones de por qué está pasando esto. La mayoría son teorías, y apuntan principalmente al estilo de vida. Sedentarismo, el aumento sostenido de la obesidad, la dieta que estamos manejando en estos días, son cosas que empujan la situación. Esto genera preocupación en los especialistas, sobre todo al mirar la situación de las nuevas generaciones.
Según el Mapa Nutricional 2021, elaborado por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) los niños y adolescentes chilenos están cada vez más obesos. De acuerdo a esta medición, el 31% de los niños son obesos y el 10,8% registra obesidad severa. “Estamos comiendo más alimentos procesados, más carnes rojas, aumentamos más el consumo de sal en nuestra alimentación y todo eso son factores de riesgo que llevarían a que el sujeto tenga mayor predisposición a que pueda presentar cáncer”, agrega el oncólogo de la Fundación Arturo López Pérez (Falp), Dr. Luis Villanueva. Dice que esa predisposición puede ser más precoz en el tiempo, porque desde niño o niña se puede estar más expuesto a estos factores.
Para la prevención, las opiniones de quienes tratan diariamente el cáncer es hacer un reforzamiento, tanto del diagnóstico preventivo como también de las acciones en el estilo de vida que puedan contrarrestar este aumento sostenido de cáncer, sobre todo en menores de 50 años.
Según Ahumada, “lo que tenemos que hacer es poner énfasis en que la gente vuelva a consultar, que se haga exámenes preventivos que muchas veces hay en consultorios o en las mismas isapres, sin tener miedo a los resultados. Porque si va a aparecer algo, lo podremos pesquisar en una etapa más precoz”. Si los pacientes están sintomáticos, es importante recordar que muchas de estas patologías están en el GES, y se pueden cumplir los tiempos para los diagnósticos y de los exámenes.
Factor pandemia
El sistema sanitario debió adaptarse a contener la avanzada del Covid-19 desde 2020 en adelante, y muchos servicios oncológicos fueron pasados a segundo plano para priorizar a los miles de infectados graves por el virus SARS-CoV-2. “A partir de marzo de 2020 tuvimos una baja en los diagnóstico que fluctuó entre el 20% y el 50%, dependiendo del mes específico de la pandemia. En promedio disminuyó entre un 20% y un 30% el diagnóstico de cáncer, en general, durante la pandemia en Chile”, detalla Walbaum.
Estas cifras son muy similares a lo que ocurrió en otros países que también notificaron este retroceso del manejo del cáncer durante la pandemia. “Lo que vimos, y lo que estamos viendo ahora, es que eso generó que los pacientes que no se diagnosticaron en su minuto vamos a empezar a verlos con retraso, lo que generará un aumento de las etapas más avanzadas de cáncer al diagnóstico, y eso nos lleva a una mayor mortalidad por cáncer de acá al 2025″, agrega el oncólogo de la Red UC-Christus.
Según proyecta el especialista, se estima que de aquí a tres años más habrá 7.000 fallecimientos extras por cáncer, solo por este retraso en el diagnóstico. “Hoy ya sabemos que hay un aumento de un 10% de los diagnósticos en lo que va del 2022, lo que va muy en la línea de lo que proyectamos”, agrega. Asimismo, Walbaum explica que a medida de que se liberaban las restricciones de movilidad, el diagnóstico de cáncer subía rápidamente, superando entre un 10% y un 15% que el promedio de un año normal.
Por su parte, el Dr. Villanueva reconoce que “la pandemia fue un golpe súper duro. Nosotros no paramos en oncología, pero a pesar de eso vivimos un gran golpe producto de ella. Hoy, nos enfrentamos a pacientes que llegan con una etapa más avanzada de cáncer, y probablemente su expectativa de vida sea menor porque se diagnosticó más tardíamente, y no de manera temprana. Esto, porque sabemos que mientras más temprano se diagnostica el cáncer, se puede hasta curar o mejorar mucho la sobrevida del paciente”.
A su vez, el oncólogo de Falp lamenta que con la pandemia “perdimos la prevención y el diagnóstico precoz. Esto significó también que muchas veces los pabellones estuvieron cerrados, porque se convirtieron en UCI e UTI, lo que hizo que los procedimientos quirúrgicos se retrasaran. Esto se tradujo en una gran lista de espera en patologías oncológicas”.
Para poder retomar el rumbo de un diagnóstico a tiempo, han surgido iniciativas para mejorar el tiempo de reacción ante la detección de un cáncer. El Instituto Nacional del Tórax (INT) comenzó la puesta en marcha de un ecosistema digital que busca fortalecer la gestión de los pacientes con cáncer en distintos puntos de su viaje de atención y aumentar su tasa de diagnósticos. Desde la sospecha, realizada en la atención primaria, hasta el monitoreo de su tratamiento, la plataforma Conecta aspira a incrementar el número de casos resueltos anualmente y mejorar las prestaciones clínicas durante todo el ciclo.
La iniciativa es parte de una alianza entre cuatro organismos, entre ellos el propio INT, en el contexto de un programa denominado Health Builders Lab, impulsado por Roche, y que en Chile es apoyado por el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS) y el Movimiento Salud 2030. “Este proyecto transforma no sólo el viaje de nuestros pacientes y que les ayudará a vincularse en una forma mucho más eficiente a la resolución de sus problemas de salud, sino que también aporta a la transformación de una institución y de todo el sistema público”, afirmó la subdirectora médica del Instituto del Tórax, la Dra. Claudia Sepúlveda.
Se llega a hablar de que la mortalidad por cáncer puede aumentar en un 30% durante los próximos cinco años. Ante esto, el Dr. Walbaum manifiesta que las medidas de diagnóstico preventivas “son efectivas, pero tienen sus limitaciones. Eso probablemente no va a tener un impacto real en la mortalidad, no va a generar que la gente se muera menos por cáncer. Deberíamos apuntar a cambios en el estilo de vida, la cual es más difícil de medir, se demora más tiempo en verse los cambios, pero es más efectiva en el largo plazo”. De aquí en los próximos años, los esfuerzos del personal de salud estarán puestos en combatir esta ola de cáncer que cada vez aparece más en personas más jóvenes.