Los humedales urbanos son el principal hábitat del ave que se robó el protagonismo de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos. “Fiu”, el sietecolores, ahora podrá gozar de un nuevo sitio protegido para ellos y para las distintas especies que habitan en los humedales. Esta vez, un sector acuífero ubicado en Llolleo, comuna de San Antonio, pasará a ser oficialmente un humedal urbano protegido.
La conciliación fue firmada este martes entre la Municipalidad de San Antonio, la organización Ojos de Mar, la Empresa Portuaria San Antonio (EPSA), la asociación indígena Calaucán, el Consejo de Defensa del Estado y vecinos del sector. Con esto, las autoridades ambiental deberán retrotraer el proceso a la etapa de evaluación técnica de la solicitud, realizar nuevas campañas y determinar un nuevo polígono de protección en los próximos cinco meses.
En este acuerdo también se establece un Comité encargado de la gobernanza del Humedal Urbano Ojos de Mar, presidido por la Municipalidad de San Antonio, quienes también se comprometieron a dictar una Ordenanza General de Humedales Urbanos para la comuna. Todo esto, dentro de los primeros seis meses una vez declarada la protección.
Por su parte, la empresa portuaria se comprometió a financiar estudios de investigación para la protección del humedal, la verificación de las descargas de agua, instalar letreros informativos para las personas que visiten el área; coordinar el rescate de la fauna, efectuar capacitaciones y generar mesas de trabajo con las respectivas organizaciones comunitarias. En tanto no sea conformado el Comité de Gobernanza y Gestión, además de efectuar cambios en las luminarias para no afectar a las especies existentes en el lugar.
“Este tipo de acuerdo, inédito en la judicatura ambiental, tiene la particularidad de equilibrar la protección ambiental con el desarrollo del país, pues expresamente se convino que la protección del humedal no obstará el desarrollo de la actividad portuaria actual o futura”, destacó el gerente general (i) de Puerto San Antonio, Fernando Gajardo Vásquez.
Sobre este hito, la alcaldesa de San Antonio, Constanza Lizana, sostuvo que “es un gran avance, el municipio siempre sostuvo que este debía ser un humedal urbano que debía ser protegido; hoy esto se reconoce y se manifestará en una resolución administrativa. Este es el reflejo de la lucha de las comunidades y los movimientos ambientalistas que tienen claro el valor los humedales urbanos para conservar la biodiversidad y además mantener los bienes comunes naturales”.
La jefa comunal resaltó que “ahora nos queda una segunda parte de este proceso que es vincular a todos los actores en una ordenanza y acciones concretas de resguardo y promoción de este espacio y que se convierta en una muestra de cómo se debe proteger el patrimonio natural de los territorios”.
Fernando Gajardo agregó que “en Puerto San Antonio hemos sido perseverantes respecto de la protección del medio ambiente y la armonía que debe existir con los proyectos de desarrollo. Para lograr este importante hito, trabajamos junto a la comunidad y al municipio de San Antonio, promoviendo un diálogo franco y constructivo, alcanzando un acuerdo con la comunidad para el resguardo, protección y la futura gobernanza de las lagunas Ojos de Mar de Llolleo”.
Representantes de la comunidad defensora del medio ambiente expresaron su satisfacción y destacaron la importancia de la colaboración ciudadana. “Estamos satisfechas con este proceso que no fue fácil, pero aquí se demuestra que el diálogo puede resultar en soluciones beneficiosas para el territorio y su biodiversidad. Este es un primer paso y estaremos atentos a que los compromisos establecidos se cumplan en los plazos acordados“, señaló Liliana Plaza, de Fundación Ojos de Mar.
Efecto Fiu: Sistema de lagunas “Ojos de Mar” será considerado legalmente como humedal urbano
En San Antonio conviven una larga tradición portuaria con una comunidad pendiente del creciente deterioro ambiental de la comuna. Quienes hicieron de las lagunas Ojos de Mar un emblema para demostrar que otro tipo de vida también es posible. Observando las múltiples interacciones y especies que dependen de este frágil ecosistema, decidieron ingresar un expediente para solicitar su protección en el marco de la ley 21.202 que busca proteger los humedales urbanos.
Sin embargo, el Ministerio de Medio Ambiente rechazó la solicitud de declaratoria de humedal urbano para el sistema de lagunas Ojos de Mar en septiembre de 2021. Este hito marcó un antes y un después para la comunidad, quienes convencidos de la enorme relevancia ambiental de estos ecosistemas y ante la amenaza que significaba la expansión del puerto de San Antonio, EPSA, reclamaron al Segundo Tribunal Ambiental.
Fue en esta instancia en que se convocó al municipio, las comunidades, el Ministerio del Medio Ambiente, así también como al Consejo de Defensa del Estado y a la empresa portuaria para acudir a una resolución alternativa de conflictos, en este caso, someterse a un procedimiento de conciliación.
“Este acuerdo es un hito para la región, pero también para la institucionalidad de nuestro país. Si bien, Ojos de Mar fue el primer humedal urbano en ser rechazado en Chile, hoy es el primer humedal urbano que va a contar con un comité de gobernanza que es representativo tanto de organizaciones ambientales locales, como de organizaciones indígenas de la comuna, la empresa y la municipalidad de San Antonio” expresó Macarena Martinic, abogada de la ONG FIMA, organización que representó a la comunidad reclamante durante todo el proceso.
La conciliación lograda integra importantes acciones y actividades que se enmarcan en 3 ejes estratégicos. El primer eje se centra en lograr una delimitación precisa del humedal urbano a través de la ejecución de nuevas campañas en terreno y la incorporación de criterios técnicos y jurisprudenciales actualizados. Este trabajo estará a cargo del Ministerio de Medio Ambiente en el marco de una nueva resolución que reconozca a los Ojos de mar como Humedal Urbano.
El segundo eje se enfoca en la gobernanza del humedal. Se acordó establecer un comité encargado de la gobernanza y gestión del humedal liderado por la Municipalidad y conformada por EPSA, instituciones académicas, sociedad civil, pueblos originarios y el MMA. Esta instancia será responsable del seguimiento, control y toma de decisiones relacionadas con la administración y gestión del Humedal Urbano.
El tercer eje se relaciona con la implementación de una serie de medidas que abordarán las amenazas presentes y futuras que enfrenta el humedal. Estas medidas se implementarán en el corto, mediano y largo plazo, previa validación de la instancia de gestión liderada por el municipio, y que se actualizarán en función de los conocimientos técnicos disponibles.
Con relación a las medidas de protección acordadas, Francisco Sanhueza de Chile Ambiental manifestó que “las decisiones de protección, conservación y restauración tendrán la flexibilidad suficiente para adaptarse en un contexto de crisis climática y de biodiversidad, en base al conocimiento generado en el mismo humedal a partir de los estudios técnicos que acuerde la mesa de gobernanza”.