La World Wide Fund for Nature (WWF) es conocida como la mayor organización conservacionista en el mundo. Creada en 1961 en Zurich, Suiza, por un grupo de ecologistas británicos, que escogieron a un icónico oso panda para su logo, la organización ha logrado expandirse en más de 40 países con el objetivo de proteger el futuro de la naturaleza. Esto con el apoyo de personas reconocidas a nivel mundial como Elton John, Bill Clinton, Gisele Bundchen, Leonardo Di Caprio, entre otros.
La WWF reconoce a los guardabosques como los vigilantes y defensores de las áreas silvestres protegidas, fundamentales para evitar la caza ilegal o los delitos contra la naturaleza. Sin embargo, esta lucha para proteger el planeta estaría atentando contra los habitantes de las tierras protegidas.
El sitio estadounidense BuzzFeed News publicó el lunes un reportaje en que revela casos de tortura y asesinato por parte de los guardabosques, que realmente son fuerzas paramilitares financiadas por WWF. La organización transfiere grandes sumas de dinero a los guardianes de las áreas protegidas, colaborando directamente con los gobiernos de cada país, incluidos aquellos que viven en dictaduras.
La investigación se basa en una serie de casos que ocurrieron en Nepal, Camerún, República Centroafricana e India. Situaciones en que los derechos humanos fueron vulnerados por parte de los guardabosques y que fueron denunciados, pero que no tuvo como implicancia el hecho de que WWF es quien los financia y provee de armamentos para la lucha contra los cazadores furtivos.
En junio de 2006, dice el reportaje de BuzzFeed News, dentro del Parque Nacional de Chitwan, en Nepal, Shikharam Chaudhari fue detenido por guardabosques del área porque creyeron que estaba ayudando a su hijo a enterrar un cuerno de rinoceronte. Nunca encontraron el cuerno, y Shikharam fue enviado a prisión de todas formas. A los nueve días del arresto, murió.
Su esposa, Hira Chaidhari, habló con BuzzFeed News y les contó que cuando ella lo fue a ver, él le dijo que estaba siendo torturado. La autopsia a Shikharam reveló costillas rotas y moretones por todo el cuerpo. Además, siete personas fueron testigo de este hecho, por lo que tres funcionarios del parque fueron detenidos y acusados de asesinato.
Uno de los testigos aseguró al sitio estadounidense que le pidieron al jefe de la guardia que dejara de torturar a Shikharam, pero él se negó y afirmó que era necesario presionar a los detenidos durante el proceso de investigación
La versión oficial de los guardaparques fue que la víctima se había desmayado y caído de un banco, produciéndole la muerte. Meses después, la justicia de Nepal retiró los cargos contra los tres funcionarios y la WWF, a través de un comunicado, dio "la bienvenida" a la decisión del gobierno, enfatizando en la erradicación del comercio ilegal de vida silvestre.
Tiempo después de la muerte de Shikharam, encontraron a otro hombre muerto en el mismo parque. La familia del difunto afirmó que había sido torturado y asesinado por los guardaparques, pero ellos respondieron que se había tratado de un suicidio.
Al igual que en Nepal, en Camerún, los guardabosques han sido acusados de torturar y golpear a quienes viven a los alrededores de las áreas protegidas. Sin embargo, el gobierno afirma que eso no ha ocurrido. El portavoz de WWF en ese país dijo a BuzzFeed News que "tomar medidas concretas para prevenir la caza furtiva no puede ni debe considerarse en ningún momento como una grave violación a los derechos humanos".
En 2017, los padres de un niño de 11 años presentaron una queja a WWF debido a las torturas que recibió por parte de los guardaparques, pero no han recibido respuesta alguna.
El sitio web estadounidense logró acceder al documento de presupuestos del Parque Nacional Lobéké, en Camerún, y se percató de la cercanía con la que trabaja la WWF junto a las fuerzas gubernamentales del país, pagando sus salarios, capacitaciones e incluso construyéndoles viviendas. Incluso, descubrieron que la organización también trabajó con el Battalion d'Intervention Rapide, una unidad de fuerzas especiales de Camerún que ha sido acusada de asesinar a civiles desarmados.
Más incidentes
Otros incidentes ocurrieron en África. En 2009, la WWF se vio involucrada en la compra de rifles de asalto del ejército de la República Centroafricana (RCA), reconocido por cometer abusos de lesa humanidad contra civiles, y lo cual iría contra sus propias políticas. Esto surgió en medio de una época de malas gestiones por parte de la organización, en la que perdieron mucho dinero y escaseaban las donaciones. BuzzFeed News declara que WWF se negó a responder preguntas sobre esto.
En 2014, M.K Yadava, en ese entonces director del Parque Nacional de Kaziranga, en India, área en la cual WWF ha invertido para su protección, presentó una estrategia para luchar contra la caza furtiva. Según el material al que BuzzFeed News accedió, Yadava recalcaba lo siguiente: "Si surge una pregunta sobre qué derechos tendrán mayor prioridad, no serán los derechos humanos".
Tres años después, la BBC informó que los guardaparques habían asesinado a decenas de personas. Testigos de ese entonces dijeron al medio británico que las instrucciones eran armarse y cazar a quienes parecieran cazadores. En ese entonces, no se relacionó este hecho a WWF, pero BuzzFeed News reveló que la sede en India estaba al tanto de la propuesta de Yadava y que, incluso, la apoyó. En los documentos a los que tuvieron acceso, aparecen nombres de cinco empleados de WWF propuestos para realizar un panel de expertos y entrenar al personal del parque.
Debido a esto, varios indígenas de la zona han reportado abusos por parte de los funcionarios de áreas protegidas. De hecho, en 2017, encontraron el cuerpo de un hombre que se encontraba recolectando madera cerca de una reserva. Debido a esto, ocho guardabosques fueron arrestados y uno de ellos confesó haber quemado su cuerpo para destruir las pruebas.
La respuesta de WWF ante toda la evidencia que entregó BuzzFeed News fue que realizarían una "revisión independiente" y que la organización tiene políticas estrictas diseñadas para garantizar la protección de derechos y el bienestar de los pueblos indígenas y las comunidades locales de los lugares en los que trabajan.
Agregaron que el incumplimiento de esas políticas es inaceptable y, si la revisión de evidencia lo indica, tomarán medidas rápidas.