A 50 años del primer pie sobre la Luna, ¿qué podemos esperar para el futuro? ¿Cuáles son las próximas barreras? El alunizaje necesitó de un tremendo impulso político y económico. Una vorágine que cambió el mundo para siempre. Hace solo unos días Donald Trump señaló que "Estados Unidos plantará pronto nuevamente su bandera en la Luna y en Marte". Tomar este desafío, y la exploración del resto de nuestro Sistema Solar, es lo que nos llevará a dar el gran salto tecnológico del siglo XXI y XXII.

Vencer las dificultades que el espacio tiene nos obligará a buscar soluciones novedosas, realizar experimentos únicos donde podremos descubrir nuevas tecnologías y quien sabe, quizás hasta nuevas formas de vida que no existen en nuestro planeta.

Como ya ocurriera en la Guerra Fría, el espacio vuelve a ser uno de los mejores escaparates para que las naciones puedan exhibir su poderío tecnológico e, implícitamente, militar. La Agencia Espacial Europea (ESA), se ha propuesto establecer una colonia permanente en el satélite. También están interesados Rusia, Japón, Canadá, Israel, los países árabes y, sobre todo, China. Un robot de esta nacionalidad viajó a la cara oculta y pretenden mandar otra misión no tripulada. En abril, una empresa israelí mandó la nave Beresheet, que se estrelló al alunizar, entre otros eventos relacionados con nuestro satélite.

La Luna está a solo 384.000 km, pero nuestro vecino planeta rojo, está ubicado a más de 60 millones de km (en su punto más cercano). Un viaje que nos tomaría al menos seis meses solo de ida. Antártica es un paraíso tropical comparado con Marte, con temperaturas que, en invierno, cerca de los polos, pueden llegar a -125°C. Desafío no solo técnico, de manejo de recursos y psicológicos también. La soledad, la falta de espacio, un ambiente extremadamente hostil son solo algunos de los problemas que tenemos que entender y resolver antes de poder viajar.

¿Y del resto del universo? Europa, una de las lunas grandes de Júpiter, Titán y Encelado, lunas de Saturno, Plutón entre otros satélites y cuerpos menores de nuestro sistema solar, cada una de ellas presenta condiciones que podrían albergar algún tipo de vida. Por ejemplo, Europa tiene océanos bajo una capa de hielo de unas decenas de kilómetros. Encelado tiene una especie de volcanismo de agua y hielo, mientras que Plutón parece tener una fuente de amoníaco que desconocemos su origen y podría ser biológico.

La carrera espacial desafió todo lo que se conocía sobre el espacio. La tecnología, el diseño, equipamiento, nuestra cultura, incluso la política para desarrollar proyectos de esta envergadura fueron los grandes beneficiados. Es parte de la transformación o reinvención de la humanidad tras este acontecimiento; el sueño de cientos de generaciones de hombres y mujeres se hizo realidad el 20 de julio de 1969, cuando por fin se logró poner un pie en la superficie de la Luna.