Hace unos días conocimos a los 155 Constituyentes que tendrán la misión de redactar la nueva Constitución del país. La elección de cada una de ellas y ellos nos entregaron muchas claves políticas, sociológicas y económicas que han sido analizadas y comentadas en múltiples columnas y artículos de opinión. Sin embargo, una que aún no se ha profundizado es en la edad de los constituyentes electos, donde nos percatamos que solamente 14 de ellos pertenecen al grupo etario de las personas mayores. Esto es algo más del 9%; una proporción que es ciertamente menor a lo que refleja la distribución demográfica de nuestra sociedad actual.

No es un misterio para nadie que a medida que superamos una cierta barrera de edad, los ciudadanos comenzamos a enfrentar una seguidilla de situaciones que ni el Estado, ni el modelo económico imperante ha podido ayudar a enfrentar. Después de los 50 años muchas personas no tienen facilidad para mantener sus empleos, porque el modelo económico busca maximizar las utilidades, y el costo de un trabajador con años de experiencia siempre es mayor que la incorporación de personal más joven.

No obstante, existe también una proporción de chilenos que consigue trabajar hasta la edad de jubilación. Este grupo que recibió las promesas de jubilarse con “el 100% de su sueldo” debe posteriormente enfrentar la dura realidad que, en promedio, las pensiones llegan al 40% de sus salarios mientras eran activos. Si esto no fuera suficiente, la mayoría de los trabajadores que están afiliados a una Isapre —un 15% aproximadamente— deberá pasar a la salud pública, porque la pequeña tasa de reemplazo que entregan los sistemas de pensiones, más las constantes y permanentes alzas en los planes de Salud de las isapres a las personas mayores, terminan invisibilizando la mantención de estas prestaciones.

La guinda de la torta es el escandaloso precio de los medicamentos en el país, que muchas veces supera los valores no solo en el resto de Sudamérica, sino también en el resto del mundo desarrollado con el que tanto nos gusta compararnos.

Foto: La Tercera

No es una sorpresa entonces que este grupo de constituyentes antes de ser electo hiciera propuestas concretas que abordan muchos de los aspectos reseñados antes, como salud, educación, vivienda y mejores pensiones. Sin embargo, también pudimos apreciar muchas propuestas que enfatizan la idea de que los adultos mayores deben ser considerados ciudadanos activos, sujetos de derecho, y que deba salvaguardarse que puedan ejercer estos derechos sin importar el rango etario en el que estén.

Estamos aún sufriendo la pandemia de Covid-19, y es preciso recordar que en el inicio se planteaba que esta enfermedad solo era de peligro en el segmento de las personas mayores, lo que gatilló decisiones que por ridículas que parezcan, permitían sacar a una mascota a la calle, pero no que los mayores pudiesen dar un paseo. Solo este ejemplo es un recordatorio de que las políticas públicas y las decisiones políticas siempre tienen un impacto sobre los habitantes de un país. Y en el caso de las personas mayores existe una cierta tendencia a tomar estas decisiones sin considerar las opiniones y los derechos que este grupo de ciudadanos tiene.

Es importante que en la nueva constitución se enfatice que ser ciudadano implica deberes y derechos, que bajo ninguna circunstancia debiesen ser amagados o simplemente basados en criterios etarios. No existe evidencia que indique que las personas mayores no puedan tomar decisiones (¡correctas o incorrectas, que mas da!) respecto de las múltiples dimensiones de la vida que les atañen. Será relevante discutir si es necesario incorporar nuevos derechos para las personas mayores o establecer garantías para que estos se mantengan.

Un último dato, para la última elección, 14 millones de chilenos estaban en condiciones de votar, lo que refleja que solamente un 22% de los habitantes de este país tienen menos de 18 años. ¿Cuál será el rol de un Estado cuya población progresivamente envejece? ¿Cómo quedará establecido esto en materia de garantías, derechos y deberes que colectivamente protejan a los chilenos y chilenas —todos por igual— durante todo el ciclo vital?.

Tengo mucha confianza en la experiencia y sabiduría que este grupo de 14 Constituyentes pueda aportar para la escritura de una Constitución, centrada en las personas y el medio ambiente, y que nos ayude a construir un país más solidario, equilibrado, y mejor.

* Director del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (Gero)