El impresionante desprendimiento de un glaciar colgante en Aysén: estas son las razones del violento derretimiento
El fenómeno ocurrió en el Parque Nacional Queulat, cuya principal atracción es precisamente este glaciar.
Un impresionante y violento desprendimiento de hielo se registró en un glaciar en el Parque Nacional Queulat, en la Región de Aysén, al sur de Chaitén y a 165 km al norte de Coyhaique. Ubicado a 200 metros de altura, y conocido como “Ventisquero Colgante”, el cuerpo de hielo es uno de los principales atractivos turísticos de la zona.
La noticia comenzó a circular por redes sociales, donde varios usuarios daban cuenta de lo sucedido. En las imágenes, correspondientes al viernes 9 de septiembre, se puede apreciar cómo parte del glaciar de desprende y cae a la superficie, en el sector conocido como El Ventisquero.
El parque, creado en 1983 y que cuenta con 154.093 hectáreas, es administrado por la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y se encuentra entre las comunas de Cisnes y Lago Verde. Previo a la aparición de la pandemia por Covid-19, superaba los 50.000 visitantes anuales.
Álvaro D´Amico, jefe de Área sector la Junta, que administra el Parque Nacional Queulat, señala que este desprendimiento no fue observado en el reporte diario de los guardaparques que se encuentran en turno, lo que no significa que no haya ocurrido. “Durante el día de ayer se desarrolló el monitoreo de biodiversidad, en ese sector del parque, lo que es una referencia, de que lo filmado, solo debe haber sido una gran acumulación de nieve sobre hielo de la lengua glaciar, generando esa gran toma fotográfica o de filmación”.
Francisco Fernandoy, investigador en glaciología de la Universidad Andrés Bello, explica que cuatro días antes del desprendimiento hubo un peak de temperatura de una ola de calor y el mismo día se registró un río atmosférico, que “puede ser que hayan gatillado el evento”.
“Lamentablemente ha estado muy nublado y no podemos ver imágenes recientes, pero esas dos causas parecen que jugaron un papel como gatillante del proceso. Una ola de calor, que alcanzó un máximo de 7° C sobre lo normal de la fecha y aparentemente un río atmosférico que alcanzó la región el mismo día del desprendimiento”, añade Fernandoy.
Deniz Bozkurt, climatólogo de la Universidad de Valparaíso, concuerda con que además de la ola de calor, “muy probablemente el río atmosférico resultó en una alta cantidad de precipitaciones entre el 4 y 6 de septiembre. Es parecido al evento de Santa Lucia de 2017″, en referencia al aluvión de Villa Santa Lucía ocurrido el 16 de diciembre de 2017 en la localidad del mismo nombre, en la comuna de Chaitén, que provocó la muerte de 21 personas.
D´Amico aclara que este tipo de eventos han ocurrido desde tiempos inmemoriales, descritos desde la historia en la antigüedad, como lo describen los antiguos navegantes como Enrique Simpson, el Padre Jesuita García Alsué, quienes estaban en la búsqueda de la Ciudad de los Césares, y la reconocían por los grandes estruendos que supuestamente generaban las campanadas de oro de esta ciudad, pero que no eran más que estos sonoro desprendimientos que generaba el glaciar.
“Siempre se ha realizado monitoreo fotográfico de los diferentes eventos que ha ocurrido dentro del Parque Nacional Queulat, desprendimientos del ventisquero, desagües de lagunas glaciares, vaciamientos de lagunas como el caso del Bosque Encantado, por ejemplo”, añade.
Además de los glaciares, el parque destaca por su flora y fauna. La vegetación es abundante, como es común en esa zona del país. En las partes altas, se registran bosques de coigüe de Magallanes y lenga, además de musgos y hongos. Mientras que en las partes bajas se pueden apreciar el ciprés y los tepúes, así como también nalcas, chilcos, lumas y palomitas.
La población animal también representa una gran variedad y biodiversidad. En lagos y lagunas, dicen presente aves como cisnes de cuellos negro, caiquenes y garzas, y hacia el interior, en los bosques, bandurrias, treiles, y tórtolas. También mamíferos como el pudú, la güiña, coipos y huillines.
En el lugar, destacan el lago Risopatrón, la laguna El Puma y Témpanos, el ya mencionado ventisquero colgante, el salto Padre García, de 30 metros, portezuelo Queulat, bosque encantado (imagen anterior), piedra del gato y el salto del cóndor, una caída de agua de 40 metros.
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