El inesperado efecto de la nicotina en pacientes de coronavirus
Una investigación asegura que el compuesto protegería a algunos enfermos gracias a que impide que penetre en las células y se propague en el organismo. Sin embargo, aquello no implica que debamos fumar para no contagiarnos.
* Recuerda que fumar es dañino para tu salud, más en una situación de emergencia como la pandemia por coronavirus *
A más de cuatro meses del brote de la pandemia de coronavirus en China, que hoy tiene 2,7 millones de casos y casi 190 mil fallecidos en todo el mundo, la ciencia continúa ofreciendo diversas teorías para detener a una infección que cada día entrega nuevas interrogantes.
Y una de ellas es la posibilidad que la nicotina sea una especie de “protector” para algunos pacientes de coronavirus.
Así lo creen un grupo de investigadores franceses, que a partir de evidencias preliminares y en un estudio aún por revisar, se disponen a realizar varias pruebas para analizar por qué, según sus cifras, las muestras de enfermos por coronavirus ingresados no se corresponden con las muestras de fumadores.
La investigación , realizada por el renombrado neurobiólogo francés Jean-Pierre Changeux corresponde al hospital de la Pitié-Salpêtrière, en París, que realizó un estudio entre 350 pacientes hospitalizados y 150 leves, todos positivos e las pruebas diagnósticas de Covid-19. De acuerdo a la investigación, sólo un 5% eran fumadores. Lo llamativo es que la cifra equivale a un 80% menos de fumadores entre los pacientes de coronavirus que entre la población general del mismo sexo y edad en Francia.
Las dudas
El estudio plantea que este fenómeno se basa en que la nicotina impide o retiene al coronavirus de fijarse en el receptor celular que utiliza habitualmente, evitando que penetre en las células y se propague en el organismo. Esto, porque es la misma nicotina quien se fija en el receptor celular.
Además, el estudio tiene un antecedente: un estudio realizado a fines de marzo en China y publicado en el New England Journal of Medicine, básicamente con la misma premisa. Más del 12% de mil personas investigadas con la infección eran fumadoras, cifra muy lejana al total de fumadores en China, que es casi un 30%.
Para el Dr. Guillermo Solar, Broncopulmonar de Vidaintegra, el estudio parte de varios hechos que aún son presuntivos: “El análisis lógico inductivo es correcto; primero se parte de la base que la interactivación de la enzima convertidora es la que permite que el virus ingrese a la célula, y de alguna manera participa en la génesis de la inflamación en el alveolo y la neumonía”, señala.
“Entonces por mecanismos indirectos, la nicotina a través de la vía de una sustancia, inhibiría a este convertidor y eso no permitiría que fuese activada por el virus”.
¿Es entonces un efecto protector? “Sí, es un efecto protector, pero de la neumonía, no del coronavirus”, asegura.
“Tendemos a olvidar que el 85% de los casos con este virus son asintomático u oligosintomático. Son casos de difícil prescripción”, agrega Solar. “Por lo tanto, estamos hablando de sólo un 1% cuando apuntamos a aquellas personas que desarrollan neumonía, porque la mayoría de la gente que muere lo hace por complicaciones relacionadas al estrés metabólico que la infección viral supone, y fallas como diabetes, patologías cardíacas, hipertensión y otros”.
“Entonces, el sujeto fallece bajo la influencia del cuadro del coronavirus, pero en realidad lo que falla es la respuesta adaptativa de otros órganos que están previamente deteriorados”, explica el especialista.
Entonces, ¿esto podría significar que si comienzo a fumar, me salvaré del virus?
No, no es tan simple.
Fumar mata
Como es obvio, el estudio recuerda y recalca los peligros que supone fumar -incluso antes de esta pandemia- y aconsejan que quien practica esta costumbre lo deje de hacer de inmediato. Fumar altera los pulmones y son conocidos sus efectos nocivos para la salud, como cáncer o accidentes cardíacos.
Los investigadores insisten en que no están alentando a la población a fumar, lo que conlleva otros riesgos de salud potencialmente mortales y mata al 50% de quienes lo consumen. Si bien la nicotina puede proteger a las personas del virus, los fumadores suelen desarrollan síntomas más graves debido al efecto tóxico del humo de tabaco en los pulmones.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), “es probable que los fumadores sean más vulnerables al Covid-19, ya que el acto de fumar supone arrimar los dedos (y los cigarrillos, que pueden estar contaminados) a los labios, lo que aumenta la posibilidad de transmisión del virus de la mano a la boca”.
“Los fumadores también pueden padecer una enfermedad pulmonar o una capacidad pulmonar reducida, lo que potencia enormemente el riesgo de enfermedad grave”.
Además, la OMS recuerda que “ciertos artefactos usados para fumar, como pipas de agua, suelen conllevar el uso compartido de boquillas y mangueras, lo que puede facilitar la transmisión de Covid-19 en ambientes comunitarios y sociales”.
“Las afecciones que incrementan las necesidades de oxígeno o reducen la capacidad corporal de darle un uso adecuado conllevan un mayor riesgo de sufrir afecciones pulmonares graves como la neumonía”, sostiene el ente sanitario.
En cuanto al estudio, los científicos esperan que se obtenga la autorización final y con el apoyo del ministerio francés de sanidad, se administrarán parches de nicotina en dosis diferentes en tres ensayos: uno preventivo para el personal sanitario para determinar su eventual rol protector y otros dos terapéuticos para tratar a pacientes hospitalizados y a los enfermos más graves en cuidados intensivos.
“En el análisis científico esto es un conocimiento inductivo: la nicotina produce un efecto que protegería a la neumonía, pero eso debe ser demostrado también científicamente”, sostiene el Dr. Solar.
“En estos momentos la premisa que tiene la gente de ciencia, es que cualquier punta del hilo que tengamos puede desentrañar la madeja, por lo tanto todas estas posturas son bien recibidas. Hay que generar líneas de investigación porque este es un virus mutante de un virus ya mutante, y que además, generalmente es inocuo. Su gracia es la contagiosidad, la rapidez con que se desplaza”.
“A través del desarrollo de esta teoría, los científicos pueden plantear que hay un efecto protector, aunque en realidad aquí hay un sólo efecto protector: la vacuna”, sentencia.
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