El inesperado efecto de las vacunas: Especialistas advierten relajo en medidas de autocuidado

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La vacunación masiva en personas mayores ha implicado pensar que ese grupo está fuera de riesgo. Sin embargo, advierten, eso se logrará recién pasado un tiempo de la segunda dosis. Hoy el número de vacunados no alcanza la mayoría de la población. Falta un largo camino.


Hoy se cumplen tres semanas desde que se inició el proceso de vacunación masiva en Chile. Una etapa que avanza con más de tres millones de personas vacunadas con la primera dosis. Ya se ha logrado vacunar al 19% de la población susceptible indica el Ministerio de Salud.

Además, esta mañana llegó el octavo embarque de vacunas contra el Covid-19, un total de 189.150 unidades del laboratorio Pfizer-BioNTech. Para el jueves 25 de febrero se esperan dos millones más y el viernes 26 de febrero otros dos millones de Sinovac.

Una buena noticia. Pero aún la pandemia no ha terminado indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). La llegada de las vacunas no implica su fin inmediato.

El impacto de las vacunas depende de varios factores, señala la OMS, desde su eficacia; la rapidez con que se aprueban, fabrican y entregan. Eso sumado al posible desarrollo de otras variantes y cuántas personas se vacunan. En Chile, especialistas han resaltado desde el inicio de la vacunación que se requiere un porcentaje cercano al 80% de la población para lograr niveles de protección adecuados.

FILE PHOTO: COVID-19 vaccinations in London
Hoy se cumplen tres semanas desde que se inició el proceso de vacunación masiva en Chile. Foto: Reuters

En enero la revista científica Nature preguntó a más de 100 inmunólogos, investigadores de enfermedades infecciosas y virólogos que trabajaban en el coronavirus si podía erradicarse. Casi el 90% de los encuestados admite que el coronavirus se volverá endémico. ¿Qué significa? Que continuará circulando en la población mundial en los próximos años. “Erradicar este virus del mundo ahora mismo es muy parecido a tratar de planificar la construcción de un camino hacia la Luna. No es realista”, reconoció en esa oportunidad Michael Osterholm, epidemiólogo de la Universidad de Minnesota en Minneapolis.

Luz al final del túnel

Flavio Salazar director alterno del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII) y vicerrector de investigación de la Universidad de Chile, resalta que la pandemia según la OMS está en una situación de alta peligrosidad, y que las vacunas de alguna manera representan la luz al final de un túnel, “pero que aún no hemos cruzado”.

“No hay que confundir la capacidad de generar un proceso de vacunación rápido y efectivo con que el peligro ya pasó”, dice Salazar. Desde la primera dosis de la vacuna existe un mes aproximamente en que aún hay susceptibilidad de contagio, añade, “no se justifica el relajarse”. Para que las vacunas tengan efecto hay que mantener las conductas de cuidado por mucho tiempo.

Sin embargo, el optimismo con la llegada de las vacunas era esperable reconoce el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma, Jorge Las Heras: “Lo que está ocurriendo era esperable después de un año de mucha incertidumbre donde la gente ha tenido que aguantar las cuarentenas, los toques de queda y todas las medidas que limitaban de alguna manera la convivencia habitual de la sociedad”.

Paola Murgas, investigadora del Centro de Biología Integrativa de la Universidad Mayor comparte la apreciación del relajo ante la vacunación. “Es muy probable que la población se haya relajado y creído que con esta vacuna podíamos volver a la normalidad de andar sin mascarillas, ni lavarse las manos”, sostiene. Una actitud que reconoce normal luego de un año de encierro. “Eso genera mucha ansiedad y el hecho de que llegó el verano se quería salir de las casas, estar con las familias y ver a las personas mayores de las que estuvimos lejos. Lo que se sumó a toda la campaña de vacunación que ha tenido el efecto secundario de que hay un cierto relajo, de personas sin mascarillas o que en muchos lugares la distancia física no se cumple”.

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Expertos llaman a no confundir la capacidad de generar un proceso de vacunación rápido y efectivo con que el peligro de Covid-19 ya pasó. Foto: Cristóbal Escobar / Agencia Uno.

Innegablemente la llegada de las vacunas significó una sensación de alivio en la población. Ayudó a pensar que gracias a ellas se podrán cubrir todas las necesidades que de la pandemia y superar esta etapa. “Esa sensación existe”, asegura Las Heras.

La vacunación masiva en personas mayores para algunos implicó pensar que ya está cubierta esta población de riesgo, “y que va a disminuir la mortalidad y vamos a tener menos uso de unidades de cuidados intensivos y menos atención sanitaria de riesgo, generando una sensación de seguridad un tanto falsa y peligrosa”, agrega Las Heras. Que se hable de la vacuna, casi como de un milagro “es peligroso”, indica. Pero el número de vacunados aún no alcanza la mayoría de la población. “Todavía nos falta un largo camino para alcanzar la inmunidad de rebaño”, resalta Las Heras.

Nuevas variantes

Se suman varios factores. El cansancio de la población aburrida de las cuarentenas, del toque de queda y todas las restricciones ya conocidas, dice Las Heras, y por otro lado, la sensación de seguridad y las señales que se está dando con la vacunación. “De hecho toda la campaña que se está haciendo ya no muestra a la pandemia como una realidad, sino como algo que se está superando de alguna manera”.

Todos esos elementos están influyendo en crear esa falsa sensación de seguridad, lo que Las Heras indica “va a tener su explosión en marzo”. Durante ese mes hay varios factores que pueden influir. Está el retorno de las vacaciones que ya han dicho algunos expertos y desde el Gobierno que se prevé haya un rebrote importante. Pero también, dice “no debemos olvidar que vamos a ingresar al otoño y vamos a llegar a la época en que el año pasado tuvimos los indices más altos de infección”.

El mensaje en estos momentos se debería enfatizar que hay que vacunarse, dice Salazar, porque es la única forma de parar la pandemia, pero que eso tendrá efectos recién en unos meses más. “Vacunarse con una dosis no permite hacer fiestas ni abrir todo. Recién en tres meses más vamos a estar en mejores condiciones para poder hacer una reapertura, pero se necesita disciplina, es fundamental”. Mientras, agrega hay que combinar la vacuna con el cuidado hasta que se cuente con la mayor cantidad población vacunada y se puedan retomar las actividades presenciales.

No bajar la guardia, es la advertencia que Murgas hace. En especial por la aparición de nuevas variantes de Covid-19 que algunas han demostrado ser más infeccionas y más graves. “Ahora incluso algunas afectan a los niños, como la variante B117 que está afectando a los menores de 18 años”.

Eso es lo que ha experimentado Israel que pese a contar con la mayor tasa de inoculación en el mundo (39%) durante las últimas semanas han enfrentado un alza de contagios en las personas que todavía no han sido vacunadas y también de quienes están fuera del grupo apto para la inoculación, es decir menores de 18 años.

Por eso con vacunas no hay que perder las medidas de autocuidado que hemos aprendido de lavarse las manos o usar mascarillas, “incluso la OMS llama a usar dos mascarillas por las nuevas variantes”, advierte Murgas. El fin de la pandemia es esperado por todos. Pero todavía estamos aprendiendo, aclara “porque estamos en plena pandemia y falta camino por recorrer”.

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